Ley del embudo

a única ley que parece cumplirse en Colombia a pies juntillas es la del embudo, esa en la que lo amplio es para el que se favorece de de esa norma y lo estrecho para el otro. Para ese que está acostumbrado a decir: "con cara gano yo y con sello pierde usted".

Así es como nos encontramos con decisiones como la de los dueños de los equipos de fútbol en Colombia, que les parece terrible que los jugadores reclamen sus derechos, mientras ellos dormitan con la plata que les llega por la televisión y no se preocupan por construir sus propios estadios, que se sostienen con nuestros impuestos.

También saben sacarle provecho a esta ley, aquellos profesores que en una ciudad universitaria como la nuestra aplican el cuarto a sus estudiantes, pero no permiten que se lo apliquen a ellos. ¿Por qué un profesor no puede empezar a tiempo su clase y terminarla en el tiempo para el que ha sido contratado? Con el ejemplo se enseña mucho más que con varias horas de teoría, seguro.

Lo mismo sucede con los jueces, muy estrictos para que las partes en un proceso cumplan con los términos que exigen los códigos, pero ellos si no se preocupan por cumplir en los plazos que esos mismos códigos les asignan, como si se tratara de cualquier cosa. Eso también ayuda a la impunidad que nos tiene fregados.

Ni hablar de las EPS que son tan rigurosas para aplicar los turnos cuando acaso dan citas, pero vaya que un paciente no pueda llegar a tiempo y se retrase unos minutos, se queda sancionado, humillado y sin atención.

Las empresas de servicios públicos, sin distingo alguno, sí que saben sacar provecho de esta ley no escrita, pero sí bastante rigurosamente aplicada. No tiene nunca el usuario cómo ganarles una discusión. Estas cambian contadores cuando quieren, obligan a hacer las obras que uno considera que no requiere, y aplican de manera severa el cobro en la factura. A sus gerentes les dicen buenos administradores, cuando realmente la mayoría son apenas empleados, porque resulta muy fácil manejar una empresa que tiene flujo de caja constante.

Podría seguir con la lista, pero me gusta más que ustedes me ayuden a completarla. Quiénes más son tan juiciosos de cumplir esta Ley del embudo. Cuéntenos su caso.

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El sobrero. Por el bien de Manizales y de Caldas, esperamos que a los nuevos gobernantes que resultaron elegidos el pasado 27 de octubre les vaya bien al frente de sus administraciones. Siempre hay que darles el beneficio de la duda y si a ellos les va bien, a todos nos irá bien. Eso sí, hago desde ya votos para que emprendan gobiernos con transparencia, en los que las decisiones se tomen de frente a los ciudadanos, cosa que no ha sido costumbre al menos en esta ciudad.