365 días sin detener la invasión de Potrerillo

MARGARET SÁNCHEZ
LA PATRIA | MANIZALES

La invasión en la hacienda Potrerillo parece un condominio más de la vereda Kilómetro 41. Después de un año, 226 familias siguen construyendo viviendas, mientras la Alcaldía se mantiene expectante del pronunciamiento de la Dirección Nacional de Estupefacientes (DNE).

El impedimento que la DNE tenía para desalojar eran cinco tutelas que pedían el derecho a una vivienda digna. La Corte Suprema de Justicia y el Tribunal de lo Contencioso Administrativo de Caldas negaron las pretensiones, en mayo pasado fue la última decisión.

Al perder la batalla legal, los ocupantes ahora intentan que la Alcaldía interceda ante la DNE. Buscan que les cedan el predio para iniciar un desarrollo de vivienda, por eso pidieron una audiencia con el alcalde Jorge Eduardo Rojas.

Expectantes
Ayer, un día antes de que la invasión cumpliera un año, el mandatario delegó a los secretarios de Planeación y de Gobierno y al gerente de la Caja de la Vivienda Popular para el encuentro.

Paula Andrea Sánchez, secretaria de Gobierno, indicó que con los fallos judiciales le pidieron a la DNE un nuevo pronunciamiento, pero no ha respondido. "No podemos actuar en algo que no es del Municipio. Hemos respetado el debido proceso y los derechos de los ocupantes".

Agregó que en comunicaciones anteriores, la directora de la DNE, María Mercedes Perry, ha mantenido en firme la resolución de recuperar la propiedad, argumentando que los fallos confirman ser propietarios de la hacienda.
Desde el pasado miércoles, LA PATRIA envió por correo electrónico un cuestionario a la directora de la DNE, pero no lo ha contestado.

Francisco Javier Ballesteros, líder de los ocupantes, expresó que al alcalde le falta voluntad política para ayudarlos, y que esperan continuar un año más en Potrerillo, pero no con la zozobra de que la DNE los saque.

Tranquilos
Gloria Inés Calle, una ocupante, recordó que el primer día de la invasión fue el más difícil, y que los otros 364 han sido tranquilos, y espera que continúen así.

"Hace un año hacía demasiado sol, el rastrojo nos daba hasta el cuello. Nos caíamos a cada rato, de eso nos quedan las cicatrices", contó mientras pintaba cerámicas con su amiga Bellanira Loaiza, en la sala de su casa, esa que empezó como un cambuche el 11 de julio del año pasado.

Bellanira comentó que lo único que les falta es la energía eléctrica, aunque intentaron sacar un cableado desde la casa principal de la hacienda Potrerillo, desistieron porque se quemó una nevera. El rastro del intento se ve en unos postes de guadua, de los que cuelgan cables negros.

La invasión, después de un año, parece más una ciudadela de guadua, esterilla, caña brava, plásticos, cemento y tejas de zinc. Hay cinco casas con dos pisos. Los cultivos de yuca y plátano que sembraron cuando llegaron, ya dieron su primera cosecha.

Arraigados
Desde la entrada a la invasión se ve lo arraigados que están en Potrerillo. Desde el primer día, María Escobar armó su cocina bajo la sombra de un palo de mango, que luego llamó restaurante de Doña Pepa.

Un año después, María dejó de vender desayunos y almuerzos, ahora ofrece hielo, dulces y gaseosas. Conservó el fogón de leña comunitario y los bancos para las reuniones. "Todo se nos ha multiplicado, vamos trabajando y vamos mejorando nuestros hogares".

José Hidalgo y su esposa, María Clemencia Cardona, destacaron que desde hace unos cuatro meses viven más cómodos con el piso de cemento, aunque en su cuarto conservan el de esterilla. Indicaron que la mayoría de las casas ya tienen sistema de alcantarillado y agua, por la que pagan $4 mil mensuales para que un vecino cumpla con las funciones de fontanero.

Henry Restrepo, otro ocupante, señaló que desde el principio fueron organizados y solidarios, por eso viven amañados. Hace 12 meses se repartieron los lotes equitativamente, la prueba son los 17 carteles pegados en la casa comunal, en los que están los predios enumerados y sus respectivos dueños. El número 1 es el de Aidé Suárez y el 377 de Deyanira Cardenas.

Ballesteros, el líder de la ocupación, afirmó que 226 predios tienen pobladores permanentes, los 151 restantes no construyeron, residen en zonas cercanas, pero conservan la distribución del lote.

226 familias celebrarán este domingo el primer año de vivir en Potrerillo. Harán un campeonato de fútbol y proyectarán un video de cómo se inició esta invasión en predios de la DNE.

ACTUALIDAD

Francisco Javier Ballesteros, líder de Potrerillo, indicó que el proceso está quieto y reiteró la petición a la Alcaldía les de una solución pronto. “Han estado callados. Acá seguimos”.

La secretaria de Gobierno, Paula Andrea Sánchez, señaló que siguen a la espera que la Sociedad de Activos Especiales entregue los elementos de logística para realizar el operativo de desalojo.