Los 80 años que celebró esta semana el nobel peruano Mario Vargas Llosa permitió que se hablara mucho de su más reciente farandulesca vida. No obstante, también hubo espacio para que algunos dieran cuenta de su novela: Cinco esquinas, la cual ha recibido desde elogiosos comentarios, hasta la defenestración como escritor del autor.
A los escritores se los debe homenajear leyéndolos. Por eso, yo celebré su cumpleaños metiéndole diente a esta novela que para mí tiene un interés personal, al tratar el periodismo como caso de estudio. Desde el más ruin de todos los géneros, el del periodista chantajista que a veces parece multiplicarse, hasta la reivindicación de quien encuentra la oportunidad para resarcir sus males, así sea por una sola vez y por una buena causa.
La historia se sucede en los 90 en Cinco esquinas, un barrio tradicional de Lima, venido a menos, en donde se desarrollan algunas vidas de los personajes.
El inicio de la obra tiene que ver con la portada. Dos mujeres que por cosas del toque de queda deben pasar la noche en la misma cama, y por cuenta del toque de sus cuerpos viven un pasaje erótico que toma caminos insospechados, a medida que avanzan las páginas. Se trata de mujeres de alta alcurnia, casadas con esposos de la élite de ese país. Uno de ellos es víctima de una escandalosa emboscada que, por azares del destino y de la necesidad de un fotógrafo mal pago, termina siendo el protagonista de una edición completa de un periódico que no se mide en publicar barbaridad alguna.
Todo esto sucede en tiempos de Fujimori y de su hombre fuerte, Vladimiro Montesinos, citado en la novela como El doctor. Tiempo en el que la llamada prensa chicha -la dedicada al escándalo y la muerte- era fletada por el siniestro personaje para encochinar a los opositores o a quien caía en desgracia con el régimen. Aunque la historia no es real, según advertencia del mismo autor, durante el mandato de estos personajes fueron muchos los perseguidos por estos periodistas que llevaron el oficio a lo más ruin. Como también, los falsos positivos judiciales. Se armaban cacerías de brujas para atacar al primero que apareciera y culparlo de cualquier crimen, como le sucedió a un viejo recitador venido a menos por cuenta del mismo periodista juzgón.
Algunos han criticado severamente esta novela por considerar que es muy explícita en asuntos de sexo y no erótica, pero seguramente los sorprendidos son quienes no han leído anteriores textos de Vargas Llosa, pues esa manera cruda o descriptiva de narrar, según las sensibilidades de cada quién, las intimidades de cama tiene su sello desde La ciudad y los perros.
Basta con leer el capítulo titulado Un remolino -los títulos de los capítulos son bastante obvios- para entender la grandeza de este narrador. Nos cuenta al mismo tiempo varias historias en diferentes momentos y se le entiende. Un riesgo que corre alguien que se ha dedicado a estudiar a los grandes narradores, y que lo asume con la suficiencia de un artista. Obtiene un resultado extraordinario.
Al final, así sea por salvar su pellejo o por tomárselo personal al saber cómo y por qué asesinaron a su mentor, una periodista reivindica el oficio y el valor de informar la verdad, y da al traste con los planes de El doctor. Una novela de carácter universal, construida en Lima, pero cuyos personajes se repiten en cualquier lugar. El final me dejó inquieto, es predecible y termina casi en un chiste, pero esa es mi impresión, la del sesgo de un periodista juzgón. Otra cosa pueden pensar otros.
Alguien me advirtió de que esa primera escena narrada en Cinco esquinas es idéntica a otro libro, pero no se acordaba a cuál. Indagué, busqué, pero no encontré. Si alguien tiene idea de en qué página literaria pudo darse situación parecida quedo atento a sus descubrimientos.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015