Una serie de tertulias sobre la historia de Manizales organizó el Concejo el año pasado. Me pidieron que hablara de la historia del periodismo escrito en la ciudad y yo preferí averiguar un poco sobre la censura, que creí que iba a ser sencillo, pero resultó que fue extenso y me quedé corto. La serie de charlas se llamó la Cátedra de Historia Regional Bernardo Arias Trujillo, y en medio de cantidad de historiadores reales, estuve yo con un resultado que se recogió igual en un libro con las demás historias sobre Manizales.
Ese es el texto que les presento hoy, por si a alguien le interesa leerlo y compartirme su opinión. Aclaro que el tema requiere una investigación más profunda que tiene mucha tela de dónde cortar. También, que se trata de un texto de una veintena de páginas, así que sé que no está escrito para el formato de blog, pero bien pueden ustedes elegir si lo leen o no.
En la presentación de este texto, el profesor de la Universidad de Caldas Fernando Cantor escribió lo siguiente, a guisa de Introducción:
"Fernando-Alonso Ramírez presentó una historia desde la óptica de La censura de prensa, examinando las condiciones bajo las cuales se realiza el oficio, la profesión de periodista, al ritmo de distintas formas de la censura. Resalta, a propósito de las formas de la censura, el atentado criminal contra el semanario satírico francés Charlie Hebdo, perpetrado por terroristas del Ejército Islámico iniciando el presente año (2015). La censura contra El Trompetero (1892) como respuesta autoritaria a su contenido satírico le determinó una vida muy breve. El primer periódico de Manizales, El Ruiz, nació en los fragores de las guerras civiles propias de Colombia durante el siglo XIX: 1874. Precisamente sufrió una de las formas de la censura más oprobiosas: la confiscación. Con los vaivenes de la vida en medio de las confrontaciones, la censura fue bifronte, en un accionar coordinado de la Iglesia Católica de Colombia y los gobiernos ya fueran nacionales o territoriales. Excomulgando, prohibiendo la lectura de determinados periódicos, usualmente de corte liberal, bajo la calificación de pecado mortal y la consecuente excomunión, el obispo de Manizales Nacianceno Hoyos tuvo en su haber la clausura de unos 50 periódicos. Los acosos materiales, como el asesinato del periodista de La Voz de Caldas, a manos del teniente Cortés, sonado caso además de la supresión de la libertad de expresión, por la defensa, con éxito, del homicida, por el abogado y líder liberal Jorge Eliécer Gaitán. Relieva de esta censura criminal, el asesinato en 2002 del periodista de La Patria, Orlando Sierra Hernández que, al parecer, a la fecha no va a quedar en la impunidad. Subraya finalmente, el acoso judicial, derivado de las demandas vía abogados por parte de individuos de la clase política."
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