Es curioso ver como cadenas de almacenes y agencias de publicidad se aprecian de estar orientadas al mercadeo confundiendo promoción con precio. Promoción es la acción de dinamizar un producto en un mercado mediante diferentes tipos de estímulos y herramientas y para hacerlo se pueden citar dos grupos de modelos que no son necesariamente dependientes del precio:
Grupo de medios clásico Grupo de nuevos medios
- Publicidad en medios - Marcas y logos en espacios públicos
- Presencia de marca - Impulsadores
- Eventos públicos con marca - Marcas en ropa
- Degustaciones - Vallas móviles
- Demostraciones - Novelas que llevan marca en el guión
- Exhibición y contacto - Marcas en ascensores
- Comunicación en la red - Marcas en semáforos y vías
- Audición pública o privada - Perifoneo
- Correo - Millas en pasajes
- Relaciones públicas - Regalos por compras
- Comunicación impresa editorial - Fidelización
- Estímulos en punto de compra
- Asesoría con entrenamiento
- Comunicación no pagada(Voz a Voz)
Todos los tipos de promoción trabajan para la plaza, el precio y el producto (Mezcla del mercadeo). Se necesita una plaza cercana, un buen producto calificado y un precio justo. La compra no se estimula solo con el precio, es la marca re-conocida y lo que ella representa.
Adicional a la tradicional mezcla del mercadeo de las cuatro p se habla del mercadeo relacional y la segmentación personalizada. Hay que definirse por una estrategia, o se tienen los precios más bajos sacrificando rentabilidad o nos especializamos en un segmento trabajando duro en la diferenciación para acercarnos al cliente.
Otro elemento del cual se habla mucho es la competitividad que también influye en la promoción de un producto y se basa en cinco ejes como son la calidad, costes, tiempo, innovación y aprendizaje.
Es sorprendente como equivocadamente algunos establecimientos de comercio confunden la promoción con precios bajos con un pensamiento de corto plazo acostumbrando a sus clientes a esperar la mal llamada promoción para comprar solamente en estas épocas, esto crea clientes temporales a organizaciones ciegas que no miran la importancia de una relación a largo plazo con el cliente, que no saben si en un segmento determinado un cliente le es rentable o no y si se justifica conservarlo.
Las marcas representan aspectos funcionales (de uso), de imagen o una experiencia para el consumidor y cada marca se puede orientar a un segmento en especial de una forma personalizada con una estrategia de diferenciación importante, de lo contrario el errado concepto de promoción basado en la baja de precios hará más daño a los comerciantes que no salgan de este circulo vicioso, que sacrifican su imagen y rentabilidad por vender de cualquier manera, fomentando los que ellos mismos temen. Clientes infieles.