Estamos llenos de razones para no hacer lo que queremos, convencidos de que el trabajo debe ser trabajo y no algo que al mismo tiempo se pueda disfrutar, somos demasiado responsables para perseguir nuestras ideas y pasiones, demasiado prácticos para soñar, para saber que la realización duradera no proviene solo de lograr y adquirir, que tal vez la paz interior es tan importante como el trabajo. Es posible que no estemos a gusto con nuestro empleo, pero al menos estamos cómodos en esta infelicidad, aunque hay una diferencia entre tener pasión por el trabajo y adicción al trabajo.
A los clientes les importan los resultados, no el número de horas que trabajamos. No se justifica trabajar solo por el salario, pues ser rico es tener abundancia en relaciones, en libertad, en dinero, en oportunidades, en felicidad y en tiempo. Algunos ejecutivos de hoy se deberían preguntar el precio que pagan por estar donde están, por que a veces se llega al punto en que sacrifican relaciones o la salud por un empleo. Vivimos en una sociedad sobreinformada que no deja mucho espacio para pensar y regar semillas, por eso es bueno también ponerse a dieta de información para ser consientes de nuevo, para la creatividad y para trabajar en nuestros sueños.
Pregúntese que hace fácil y naturalmente, Inyecte mercadeo en las actividades que sobresale y lo llenan de energía, que lo apasiona para trabajar en lo que le gusta, por que así agregará valor a sus clientes para que regresen y lo recomienden cuando tenga su propia empresa y ofrezca soluciones a problemas en lugar de beneficios como lo hacen muchas empresas. Su tarea como empresario no es ser mejor que la competencia sino diferente, es crear un valor que los clientes no puedan dejar de recordar y que sea significativo para ellos, ya que para iniciarse como empresario es necesario creer en sí mismo, aunque a veces los mejores emprendedores surgen de una necesidad en momentos adversos encontrando talentos propios sin descubrir.
Los verdaderos innovadores son consientes que saben poco y usan los problemas de sus clientes como foco de nuevas ideas, tienen claro que trabajar en lo que a uno le apasiona no se refiere a sobrevivir sino a vivir. ¿Por qué será que a menudo cuando se desea libertad se escogen opciones distintas al trabajo que se tiene?