Por LuMaPo
Introduccíon
Vivimos tiempos de transformación en todos los ámbitos, situaciones que han modificado intempestivamente nuestras dinámicas evolutivas, culturales y espirituales. Sin embargo debemos sentirnos agradecidos con la vida por la fortuna que tenemos muchos de seguir formando parte de este asunto, aún en medio de un panorama incierto a raíz de la neumonía de Wuhan, que a principios del 2020 como de costumbre se tomó con una buena dosis de folclor institucional, ignorando las consecuencias que esta conduciría.
En esta dirección precisamos seguir conservando la actitud mental adecuada y resiliente, con el resto de ingredientes que ustedes deseen agregarle, para mantener nuestro sistema inmunológico en óptimas condiciones, acatando las recomendaciones de las autoridades mundiales en salud, hasta el desembarco de una potencial vacuna.
Revisando en los anaqueles de nuestra historia, observamos que las epidemias no han sido desconocidas ni siquiera para el mundo antiguo, comentaristas modernos teorizan sobre dos brotes que posiblemente provocaran la caída del Imperio romano.
*David Nobble Cook en su libro (La conquista biológica y las enfermedades en el nuevo mundo) nos brinda elementos para comprender las primeras pandemias en América y sus consecuencias como la muerte del azteca Cuitláhuac y del inca Huaina Capac.
Testigos presenciales
Llama la atención un informe redactado por el emperador Carlos V, desde La Española, fechado el diez de enero de 1519, donde da a conocer la situación de un brote epidémico haciendo referencia a la Viruela que comienza en diciembre de 1518, cobrando la vida de casi una tercera parte de la población aborigen de la isla. Extendida por puerto rico y todo el caribe. Numerosos grupos indígenas morían con regularidad, por su debilidad en el cuerpo y sobre todo en la fe debido a la esclavitud, sumada a la conquista biológica. Empero la auténtica preocupación de la corona consistía en que si dicha epidemia continuaba con esa furia, por más de dos meses, sería imposible la extracción del oro de las minas en estas islas.
El fray dominico Bartolomé de las casas, en su regreso a España en 1520 proporcionó descripciones gráficas de este contagio palabras en síntesis: “Esta fue las viruelas, que dieron en los tristes indios, que alguna persona trajo de Castilla sin determinar el origen de la infección con un impacto menor a los Europeos”. El 30 de agosto del mismo año, el licenciado Lucas Vázques Ayllón, en una misiva dirigida a Carlos V de España, proporciona descripciones gráficas de este contagio sobre los indígenas afectados por la enfermedad proveniente de Cuba.
Observando como las personas febriles se bañaban en los ríos, especialmente los taínos, referentes de la familia lingüística Macroarahuacana extendida al sur a través del caribe. Así mismo las narraciones indígenas de la conquista de México recalcan el hecho de que la terrible epidemia fue más memorable que la conquista militar. Es de anotar que al entrar en el valle de México, los aztecas llamaron la enfermedad (Huitza Hualt) que significa la gran lepra, ver la crónica (Mexicayolt) este evento histórico marca el final de la vieja y el inicio de una nueva era.
Un salto cronológico
Si por un instante cambiamos los personajes de esta historia da la impresión que habláramos en tiempo presente. Donde la sociedad parece estar a la deriva en un océano de aguas desconocidas, que van más allá de la citada neumonía de Wuhan. De todas formas dicho fenómeno ha afectado otras áreas de la vida como lo es la educación, el matrimonio y la familia.
*Recorderis
El sociólogo Ingles Antonye Guiddens, en su libro (Un Mundo Desbocado) Brinda elementos de análisis para comprender ¿Si dichos cambios son el resultado de la interferencia humana en el clima y la salud mundial? Veamos algunos sucesos puntuales.
En el año de 1986, se presentan en el Reino Unido los primeros casos de un episodio conocido como (BSE) en castellano (EEB) encefalopatía espongiforme bovina o enfermedad de las vacas locas, relativa a una secreta familia de enfermedades emparentadas, atípicas en su mayoría. Aunque poco tiempo después el tema no se volvió a tratar ya que la ciencia argumentó que la enfermedad no afectaba la salud humana.
En el mes de julio de 1988, se considera que fue la temporada y quizás el año más caluroso de la historia. Con numerosos estragos debido a las oleadas de calor que impactaron el hemisferio norte. Por ejemplo en la ciudad de Eilat en Israel, la temperatura ascendió hasta 46 grados centígrados. Incrementándose el consumo de agua un 40 por 100. Fenómeno similar se vivió en Texas Estados Unidos. tiempo después cayó nieve en lugares donde nunca se había visto antes.
En 1996 se rememoraba el aniversario del derrame en la estación nuclear de Chernóbil en Ucrania. ¿Será que aún en la actualidad vivimos las consecuencias de este hecho? Para 1998 debido a grandes inundaciones en china muchas personas perdieron la vida debido al desbordamiento de grandes ríos, que por ubicación geografía ha sido parte recurrente de la historia de este país, aunque podríamos cuestionarnos ¿Si dicho fenómeno será por la razón citada o estará influido por el cambio climático o por el desarrollo industrial?
Sindéresis
Si algo quedó claro en este breve recorrido, es que nuestras culturas tradicionales no manejaban el concepto del riesgo tal vez porque no lo necesitaban. La aparición del concepto de seguro solo es comprensible donde creemos en un futuro diseñado por seres humanos. Ya que podremos comprar una póliza para incendios pero si la casa se quema el riesgo no desaparece.
Igual que años atrás se especulaba que el vino tinto era nocivo para la salud. Más adelante los investigadores señalaban que consumirlo en cantidades prudentes preserva de las enfermedades coronarias. Luego descubren que cualquier forma de alcohol vale pero que protege solo a personas mayores de cuarenta años. ¿Quién sabe que nos depara la próxima serie de descubrimientos?
Es evidente que durante este prolongado confinamiento los habitantes de este planeta hemos tenido tiempo para repensarnos como seres humanos, valorar nuestros seres queridos y hasta para evaluar el grado de compromiso que tenemos frente a estas realidades medio ambientales, que en el contexto de los debates ecológicos se relacionan con la lluvia ácida, o el tratamiento de alimentos modificados genéticamente; las amenazas a la biodiversidad sopesando los beneficios y peligros derivados del avance científico y tecnológico, entre otras formas de cambio social.
Nuestra era no es menos peligrosa, ni más arriesgada que las generaciones anteriores. Pero la gestión del riesgo si ha cambiado. Aunque algunas filosofías de la nueva era se opongan a la actitud científica. Ya que sin dichos análisis científicos ni siquiera podríamos evaluar y gestionar los riesgos de la existencia en donde siempre tendremos que tomar decisiones audaces y cuidarnos.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015