Partió un pionero de la industria tonelera en Latinoamérica

El 7 de diciembre del pasado del 2015, falleció el doctor Humberto Mejía Isaza; sus familiares, amigos y quienes tuvimos el gusto de conocerlo en persona lo recordaremos como un luchador, un hombre de altos valores éticos y morales dotado de una gran fortaleza y sabiduría, que pese a las vicisitudes propias de la existencia siempre conservó una actitud positiva, aún en sus últimos días casi sin poder hablar y con dificultad para moverse hacía el deber de levantar su dedo pulgar para indicar que todo marchaba bien, como siempre lo hizo.

Siempre quedará en mi memoria el día que don Humberto, durante una celebración familiar muy especial, tan elegante como de costumbre se levantó de su silla, me tomó de las manos enérgicamente y mirándome a los ojos susurró: “Joven que Dios le guarde esa voz, lo felicito por la forma cómo toca la guitarra disfruté mucho de esas hermosas piezas de la música colombiana, que la virgen lo acompañe”. Despidiéndose de mí, mientras apreciaba en sus ojos la nostalgia de rememorar aquellos caminos, ya recorridos. 

Este salamineño de pura cepa, nació el 18 de febrero de 1927, en una tierra fértil, y prolífica en ideas, mientras los destinos de Colombia eran dirigidos por el líder conservador, Miguel Abadía Méndez, época que vaticinaba profundos cambios para el país, y donde la pedagogía era de corte confesional. Sus estudios de primaria y secundaria los cursa en el Colegio San Pio XII, en ese entonces regentado por la orden salesiana. Siempre se destacó por ser un excelente estudiante acompañado de una admirable autodisciplina, en tal dimensión, que durante el mes de abril de 1940 se hizo merecedor de un Billete de Buena Educación, con un promedio de notas de 5/5, formó parte de la primera promoción de bachilleres de esta institución en 1948, dichas cualidades académicas, y un razonamiento jurídico innato lo hicieron inclinar  por el Derecho, hasta titularse como Abogado de la Universidad Nacional de Colombia en el año de 1953, y por su buen desempeño tuvo la oportunidad de realizar estudios de especialización en el exterior. Vale la pena resaltar que durante el año de su graduación el general Gustavo Rojas Pinilla, materializa su golpe de estado en contra del líder conservador Laureano Gómez.

*El 18 de agosto de 1990 durante la celebración de las bodas de oro del colegio San Pío XII en el teatro municipal de Salamína, nuestro ilustre personaje pronunció un discurso de gratitud con la institución que contribuyó ampliamente en su formación como profesional y ante todo como ser humano.  Sin embargo uno de sus más sentidos discursos, lo pronunció el 16 de mayo del mismo año en el “Hotel Las Colinas”, de Manizales, en conmemoración del centenario de su querida madre la señora Lastenia Isaza de Mejía a quién honró hasta su muerte.     

Principales cargos ocupados durante su vida

Juez Segundo y Tercero Civil de Manizales, Secretario General de la Gobernación de Caldas, Secretario de Gobierno del municipio de Manizales, de 1957 a 1962. Secretario de Justicia, y Gobernador encargado del departamento del Gran Caldas, Diputado a la Asamblea en 1963 por el partido conservador, y miembro activo de la Cámara de Comercio de Manizales.

Se desempeñó como docente catedrático en la Facultad de Derecho de la Universidad de Caldas, muchos de sus discípulos lo recuerdan como un  maestro impecable, con un excelente manejo del idioma, que se caracterizó por su profunda vocación, y amor por la sabiduría. Parte de su quehacer intelectual lo podemos constatar al leer sus diversos ensayos y discursos, que reposan en su archivo familiar.   

*Entre sus logros más destacados y de los que se enorgullecía profundamente, fue la fundación de la Industria Colombiana de Toneles, en compañía de su hermano Jorge J. Mejía Isaza, quien en una entrevista concedida el año pasado, narraba que hacia la década del 50 la naciente industria de toneles en el país era muy incipiente. Inicialmente se empleaban tinas para el añejamiento, en el año de 1964 la Industria licorera de Caldas contrató al español Antonio Ruiz de Barcelona, personaje que inicia la construcción de barriles en el sacatín de Manizales, y de quién los hermanos Mejía Isaza, con el doctor Humberto en la gerencia tuvieron la oportunidad de fortalecer sus conocimientos en este arte, aspecto que los impulsa a la fabricación de barriles y cubas de madera de roble de alta calidad para añejar bebidas espirituosas, con tal éxito que deciden crear la Industria Colombiana de Toneles fundada en el año de 1969, más adelante (INCOLTO) un proyecto que fue pionero en su género en el ámbito latinoamericano.

MEDITACIÓN

Definitivamente son muchas vivencias y anécdotas, en donde se quedan cortas  las palabras refiriéndonos a un hombre tan brillante y emprendedor, que enfrentó tantas luchas con estoicismo, especialmente con aquellos quebrantos de salud, que tal vez a las nuevas generaciones nos hubiesen abatido pero para él siempre fueron motivo de superación, aprendizaje y una oportunidad para ser feliz.  

Para concluir quiero sumarme a las palabras de duelo y gratitud de toda su familia; sus hijas Diana, Claudia, Beatriz, su esposa Blanca y sus 7 nietos, que siempre lo recordaran como un padre cariñoso y alegre, honesto, caballeroso, familiar, amoroso, que a pesar de las tormentas, inculcó en su familia la práctica de las buenas costumbres, de igual forma en su dimensión ética enfatizaba que el respeto debe comenzar por nosotros mismos. Será muy difícil de llenar el vacío que dejas con tu partida, Humberto Mejía Isaza, pero con toda seguridad ese ejemplo de vida y valiosas enseñanzas quedaran plasmadas como un recuerdo perenne en las mentes y corazones de los tuyos que ya están honrando tu legado con sus buenas acciones, convirtiéndose en el derrotero para  seguir educando a la descendencia que ha de llegar, si nuestro Dios lo permite.

¡HASTA SIEMPRE!