Marta Saade Granados*
El Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH) presentó el libro de Carlos Julio González Colonia, ganador del premio nacional de antropología 2016. Un libro que hoy es producto de una investigación consolidada y de un ejercicio editorial que ha dado como fruto el texto impreso: Brujería, Minería Tradicional y Capitalismo transnacional en los Andes Colombianos. Por lo cual, agradecemos el compromiso de su autor y su disposición a trabajar el texto hasta el último momento. Así como a Nicolás Jiménez y al conjunto del equipo de la Oficina de Publicaciones del ICANH, quienes hicieron posible la culminación de esta obra.
Foto/ Rodrigo Grajales/Papel Salmón
Panorámica de arriba hacia abajo de Marmato - Caldas
“Marmato es una formación sociocultural asentada sobre los fundamentos de su riqueza…”, con esta elocuente frase Carlos Julio González Colonia prácticamente termina el libro Brujería, Minería Tradicional y Capitalismo transnacional en los Andes Colombianos y la cito para traer a colación una serie de elementos que su autor logra tejer con la pericia propia del etnógrafo que ha estado, que ha permanecido, largos meses, durante algunos años, conversando, caminando y reflexionando con los sujetos que hacen de Marmato una comunidad de mineros, extranjeros integrados, mujeres y brujas mediadoras.
Quizá lo primero que habría que decir, es que disfruté de la lectura, pues el autor es generoso en su prosa etnográfica. Permite escuchar a los hombres y mujeres de Marmato, pero también sabe situarse como autor de un relato etnográfico, cuyo respaldo está en una suficiente reconstrucción de los hilos históricos, que él sabe atar con lo que solemos llamar “presente etnográfico”.
Se trata de lo que llamaría un esfuerzo de Etnografía Histórica y el autor perdonará mi atrevimiento de jalar su trabajo hacia una ruta metodológica que es de mi entero interés. Sin tener muy claro cómo fue el orden o el proceso de investigación desarrollado por Carlos Julio, pareciera que el registro etnográfico lo hubiera conducido a buscar en la configuración socio-histórica de Marmato, las claves para comprender el modelo de organización social marmateña, sustentada en las mujeres y redes de parentesco. Aunque, y esto habría que decirlo, el libro se organiza o se expone al revés. Esto es: inicia con la reconstrucción histórica de la larga duración, para desde ahí aportar las claves de comprensión del sistema simbólico marmateño y su modo de producción minero, sustentado en la explotación aurífera manejada desde un complejo sistema de parentesco.
Foto/Rodrigo Grajales/Papel Salmón
Mineros marmateños con herramientas
Independientemente de las decisiones narrativas del autor, estamos frente a una auténtica etnografía que a mi juicio tiene varios aciertos que vale la pena recalcar:
1. Lleva al autor a elaborar una interpretación de una suerte de antropología económica sustentada en un ejercicio interesante de antropología simbólica. Hasta el grado de sostener que el modo de producción de la minería tradicional de Marmato existe en la actualidad gracias a una elaboración simbólica que hace del Mito de la Agüita de Cascabel y de la Danza de la Pascuala, dos concreciones ritualizadas de un mecanismo de integración/exclusión de los extranjeros vía el parentesco, a la vida socio-económica de Marmato.
Foto/Álbum personal/Papel Salmón
Carlos Julio González Colonia
2. En tal ejercicio, Carlos Julio logra dibujar en una aventura antropológica con profundidades interesantes, la importancia específica de la propiedad sobre las Minas en la formación social y cultural de Marmato. Esto es: nos refiere la existencia de una ética/cuidado local sustentada en una concepción de mundo según la cual “el oro es vivo” y vive dentro de las rocas como una entidad inagotable, justamente porque vive, y porque ella misma es reguladora de las escalas y tiempos de explotación minera. El oro aparece y volverá a aparecer, permite el ahorro, pero también se esconde, se deja ver o no, dependiendo de las relaciones sociales que se establezcan con la montaña, con la Mina.
3. Un modo de producción minera insertado en las formas capitalistas, gracias a la vitalidad de una sociedad capaz de idear una estrategia social de incorporación de lo foráneo a partir de la integración de las personas extranjeras. Y allí es donde la sexualidad de la mujer marmateña juega un papel central. Un mecanismo, que el autor logra situar históricamente en las transformaciones económicas del siglo XIX, cuando en momento de peligro social, emerge “la Bruja” como producto del oprobio social (como sostiene el autor, p. 111).
4. Así, la Bruja y su saber brujesco (quien da la agüita de cascabel) son las garantías de un sistema social que controla el acceso a las minas.
Foto/Rodrigo Grajales/Papel Salmón
Minero de Marmato - Caldas
Aquel que entendería como un enfoque para abordar el tema del despojo que el capitalismo transnacional obra en Marmato en la actualidad, permite a Carlos Julio otra contribución importante a la antropología contemporánea que no puedo dejar de mencionar. Y éste tiene que ver con una de las decisiones más importantes de esta investigación, y que es a la vez, el planteamiento menos claro en la introducción del texto; pero que quisiera señalar como fundamental. “Un comentario final sobre identidad negra en Marmato”, es el subtítulo con el cual Carlos Julio introduce el problema del abordaje étnico en la exploración de problemas de disputa económica y territorial. A mi juicio es importante que haya decidido salirse del marco más usado en el presente para referirse a estos procesos y es el de partir de la identidad “racializada” o “etnizada”; para referir en cambio una historia etnográfica sobre la vida económica, social y simbólica de los marmateños, que acude a reflexiones sobre el asunto “negro”, cuando este aflora en la etnografía y en la historia, y no como un a priori.
Esta decisión, a mi juicio, permite dar cuenta de la profundidad socio-histórica de los relatos racializados y etnizados, pero también descentrarlos, ponderarlos y situarlos en la importancia específica que en este caso tiene en la formación social de Marmato, en su modo de producción minero, en sus sistemas simbólicos, en su sistema de parentesco y de incorporación de extranjeros.
En el mundo de los minerales asociados con el maíz, la posibilidad de “abundancia” permanente, parece emerger en lo que nos cuenta Carlos Julio, como una teoría local –en apariencia de claro intercambio cultural históricamente situado sobre la fertilidad, el trabajo y la riqueza, y sus regulaciones- que está disponible para quien tenga la voluntad de sacarla, porque en el modelo de Marmato, la mina es de los marmateños. Situación que resulta violenta y radicalmente alterada por la presencia de la multinacional, que les ha arrebatado las minas, los molinos, las casas, etc. Sostener hoy que la concepción del trabajo, de la mina, de las mujeres… en fin, del mundo en Marmato tiene una profundidad intercultural, resulta otra contribución importante en el contexto actual.
*Subdirectora Científica - ICANH .
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015