La siguiente ponencia participó en la 1er. versión del Foro Juvenil: Imaginando al mandatario ideal, organizado por el Programa Prensa Escuela y apoyado por la Corporación Cívica de Caldas. Este se efectuó el 1 de septiembre del 2015.
“Mi ideal político es el democrático. Cada uno debe ser respetado como persona y nadie debe ser divinizado”. Albert Einstein.
Para muchos el mandatario ideal es aquel quien cumpla lo que dice antes de llegar al poder, la persona que tenga sentido de pertenencia por su ciudad, departamento o país según sea el caso, alguien que luche por la comunidad y que trabaje para el constante mejoramiento de la misma. Una persona que no se olvide de quienes votaron por él, alguien que luche por todas las necesidades de la población y si no puede cumplirlas todas, que cumpla la gran mayoría.
El mandatario ideal para muchos es una persona dedicada, con muchos valores como el respeto, la honestidad, la responsabilidad, etc. Es alguien comprometido y dedicado, con un espíritu de liderazgo grande y con la capacidad de escuchar a su pueblo.
Un político con principios y valores, para que tenga conciencia de la condición pobre de la población, el candidato debe centrarse en la verdad y nada más que la verdad y sobre esta base realizar campañas para mejorarlo, tratando de ajustar sus argumentos en valores esenciales de la vida como lo son: La verdad, la justicia, la unidad, la libertad, la paz, la armonía etc, de esta manera no engañará al pueblo y se evitarán promesas irreales.
Debemos concientizarnos en buscar un candidato que tenga características de líder, con habilidades comunicativas a la hora de expresar sus ideas para que lo haga de manera clara y sepa escuchar a su pueblo para estar en constante armonía.
Otras cualidades como la responsabilidad, saber utilizar su poder, capacidad de planificación y desarrollo, fijar objetivos y un plan para lograrlos es muy elemental. Con estos rasgos llegamos a la conclusión que deberíamos elegir el candidato por sus actos y no por sus promesas para no cometer posible errores.
Pero, ¿Realmente existe ese mandatario ideal, que cumpla con todos esos requisitos?
Al pasar de los años, no hemos visto el mandatario perfecto, unos peores que otros, pero ninguno que resalte entre los demás porque algunas cosas malas que haga, daña las buenas, y sin importar, seguimos cada 4 años buscando una persona que cumpla con los requisitos anteriormente planteados, en este caso, hablando del Presidente de la Republica.
La política mayor es ser virtuoso” decía Voltaire.
Y si vemos que muchos han pasado por el poder y ninguno cumple con lo que el pueblo pide, ¿Por qué seguimos buscando dicho mandatario? Teniendo en cuenta que en tantos años no ha llegado la persona indicada, nos planteamos la duda… ¿Será que algún día llegará esa persona perfecta? O simplemente es un espejismo e irreal sueño que tenemos los colombianos.
Muchas hipótesis pueden surgir alrededor de esta pregunta, pero, y si la respuesta es que no necesitamos de un mandatario para salir adelante como país ya que ninguno ha dado la talla. O por otro lado si el problema no es la persona que llega al poder, si no nosotros los ciudadanos que nos ponemos de nuestra parte. Por ejemplo. Colombia es un país muy rico en todos los sentidos, tiene miles especies de fauna y flora, es dotado con grandes recursos naturales y aun así somos pobres, pero, no pobres económicamente hablando, pobres de mente. Si tuviéramos disciplina y entrega a lo que hacemos, podríamos nosotros mismo, los estudiantes en un futuro, ser los presidentes del país.
Podríamos tomar como ejemplo a Japón, que es un país mucho menos rico que Colombia a nivel de fauna, flora, etc…Fue destruido por una bomba atómica, sufre graves terremotos y maremotos constantemente, y, aun así es una de las potencias mundiales. ¿Por qué? Ellos mismos lo dicen, porque son personas dedicadas y disciplinadas, entregadas a sus labores, y siempre tratan de mejorar y de salir adelante a pesar de, no saben que es la pereza, trabajan unidos como un equipo y por eso funcionan tan bien. Todo lo contrario a los colombianos, que somos perezosos, siempre queremos que las cosas lleguen por arte de magia a nuestras manos sin que nos cueste nada, y ese es el problema de nuestro país.
Y para concluir, ¿Necesitamos un mandatario? ¿Debemos cambiar los ciudadanos? o ¿el cambio debe ser de las dos partes?
“Una nación sin elecciones libres es una nación sin voz, sin ojos y sin brazos”. Octavio Paz.
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