La siguiente ponencia participó en la 1er. versión del Foro Juvenil: Imaginando al mandatario ideal, organizado por el Programa Prensa Escuela y apoyado por la Corporación Cívica de Caldas. Este se efectuó el 1 de septiembre del 2015.
Empezaremos aclarando que es para nosotros un mandatario, es aquella persona elegida por un pueblo para que se encargue de todas las acciones que mejoren la calidad de vida de los habitantes. Pero, cuando nos piden que pensamos como debería ser el mandatario ideal, nos damos cuenta de que debe ser alguien fuera de contexto, alguien a quien no se le podría aplicar el refrán “no todo lo que brilla es oro”, porque él mismo sería invaluable.
Lastimosamente, en la realidad de nuestro pueblo una cosa es lo que escuchan nuestros oídos y otra la que ven nuestros ojos “promesas y más promesas”, un mandatario no se puede quedar ahí, debe seguir el camino que lleve al pueblo a superar sus necesidades e inconformidades. Nuestra ciudad y nuestro departamento padecen diferentes problemáticas como el alto costo de los alimentos, falta de atención en salud, inseguridad en nuestros barrios y falta de empleo para nuestros padres. Lo que soñamos es un mandatario que atienda estas necesidades con honestidad y fidelidad al pueblo que lo apoyó, debe recodar que su decisiones nos afectan a todos, especialmente a los jóvenes que sufrimos de primera mano el hecho de que los establecimientos educativos estén carentes de lo necesario para funcionar como lo merecemos.
Sabemos que una sola persona no puede cambiar toda una ciudad, que cada ciudadano debe poner de su parte, para que seamos un pueblo unido, pero si tuviéramos un mandatario que mejore la educación y la atención en salud, tal vez cada uno estaría más dispuesto a poner de su parte e ir cambiando su forma de pensar y de actuar para contribuir a tener una sociedad más equitativa. Si tuviéramos el apoyo de alguien que administre los recursos públicos de nuestra ciudad con honestidad y no en obras públicas que no se terminan y que lo único que crean es más caos y desempleo, tal vez estaríamos dispuestos a apoyar sus ideas.
Un mandatario ideal sería aquel que no piensa de manera egoísta, sino que es un pensador que tiene claro, que ni la palabra “imposible” le puede generar miedo, debe tener sueños y un corazón lleno de valores, debe tener alma de líder y ganas de sobrepasar adversidades o contratiempos que se le presentarán de seguro en su periodo de mandato. Pero ante todo, queremos ver un líder con capacidad de respuesta, no queremos evasivas a la hora de pedir cuentas.
Queremos dar un mensaje claro: nuestra comunidad está cansada de las promesas incumplidas, de que los policías en lugar de cuidar los ciudadanos estén en su contra. Los jóvenes no somos ignorantes, sabemos cuáles son las funciones de alcaldes y gobernadores y dentro de ellas, está el mantener el orden público, pero lo que presenciamos cada día es la tendencia al desorden, muchas veces propiciada por la autoridad policial.
Por todo lo anterior, queremos un mandatario que sea un intelectual, que sea un ejemplo a seguir, que tenga claro que la corrupción no puede ser la regla, sino la excepción, que haga lo posible y lo imposible por sacar su pueblo adelante y mejorar un 100% la calidad de vida de nosotros ¡su pueblo!
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