Militar (r) quería meter miedo en el resguardo: autoridades, sobre masacre en Riosucio

LA PATRIA | MANIZALES

Un hombre que estuvo siete años en el Ejército, hasta alcanzar el grado se cabo tercero, fue el cabecilla de la masacre que ocurrió el pasado viernes en San Lorenzo (Riosucio) y en la que murieron tres integrantes de una familia. Hace mes y medio se retiró.

"El exuniformado quería meter miedo en la zona. La gente denunciaba que veía hombres extraños merodeando por el resguardo, con armas y uniformes, aportados por este tipo. Se trataba de estas personas. No denunciaban por miedo", expresó Carlos Alberto Piedrahíta, secretario de Gobierno de Caldas.

Clara Irene Giraldo, directora seccional de Fiscalías, manifestó que la investigación arrancó con la tirilla de una recarga de celular, que pagó el exmilitar para comunicarse con los compinches. También fueron fundamentales los rasguños que la sobreviviente de la masacre dejó en el rostro de uno de los tres capturados, a quien alcanzó a quitarle el pasamontañas.

Solo 72 horas se gastaron las autoridades para resolver el triple crimen. Ese día mataron con arma de fuego, en un fallido intento de robo, a César Arturo Díaz Tapasco, de 32 años, coordinador del colegio de San Lorenzo (Riosucio); y a sus padres, María Gabriela Tapasco Bueno, de 52 años, y Serafín Díaz Guevara, de 63. La hermana de César, de 30 años, logró escapar.

Ayer, en rueda de prensa, se destacó el trabajo articulado entre la Sijín Caldas, Fiscalía, guardia indígena y Secretaría de Gobierno, que permitió la detención de los tres presuntos responsables, habitantes del resguardo, tras 11 allanamientos, como lo contó este medio ayer.

Los otros dos aprehendidos son mineros y uno de ellos pagaba condena de siete años, con brazalete electrónico.