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A pesar de la dedicación al trabajo y de la distribución ordenada de las tareas diarias por parte de ejecutivos y trabajadores, siempre queda el resquemor de las cosas pendientes por hacer o llamadas no devueltas que desencadenan un hábito de trabajo acelerado permanente y que hacen que en una era afectada por el fenómeno de la rapidación lo más preciado sea el tiempo. Para optimizar un recurso tan escaso como este aún quedan algunas opciones.
La selección de aspectos del trabajo que sean obsoletos para prescindir de ellos y la delegación de tareas que ya se dominan, ambos acompañados de medidas de control constante para evaluarlos ayuda a optimizar el tiempo. También es conveniente atacar el estrés que afecta el rendimiento del tiempo, por eso los hábitos en la vida de un trabajador son importantes.
Otra valiosa herramienta es la subcontratación de procesos para que el empresario dedicado al mercadeo pueda dedicar más tiempo al oxigeno de la empresa, que son sus clientes y a optimizar otros recursos. En una entrevista al gerente de una reconocida cadena de comidas rápidas decía que el momento más feliz de su vida laboral fue cuando entregó el último camión de reparto a otra empresa para que se encargara de ésta tarea, ya que su negocio no era el transporte sino el de las comidas y la satisfacción del cliente
Cuando se cambian rutinas, se ejercita el cuerpo y se cultivan intereses un ejecutivo aumenta su atención y su trabajo, Es por eso que en algunas organizaciones en EE UU y Japón hacen pausas en su jornada de trabajo para dedicarse al yoga y el ejercicio, ya que según estudios académicos, estas rutinas aumentan la productividad, la concentración y el bienestar. La misma escasez de tiempo provoca su propio circulo vicioso, no se dedica tiempo a pensar por que no hay tiempo, pero a la vez el tiempo no rinde por que no se ha dedicado tiempo a priorizar tareas.
La tendencia promedio es justificar la falta de tiempo antes de evaluar cuales de las actividades son significativas para el trabajo pues el hecho de asistir a muchas reuniones no necesariamente beneficia a la empresa ni se revierte en un mercadeo eficiente, hay un excesivo hábito de reuniones poco productivas que no generan valor ni a la empresa ni al cliente, esto sin contar el tiempo que se pierde repitiendo lo tratado a quienes tienen por vicio llegar tarde. Es imperativo que el ejecutivo o emprendedor, dedique tiempo a pensar, a evaluar actividades, al crecimiento personal y el ensanchamiento de sus conocimientos.
El exceso de información actual ocupa gran parte del tiempo desviando la atención de otros asuntos importantes. El hecho de estar ocupado no implica necesariamente que generemos valor a los clientes o a nosotros mismos, al estar dispersos en muchas cosas se desvía la atención. Ser cumplido es respetar a los demás. Hay que tener objetivos claros de crecimiento especialmente en las ventas , para esto el hábito de la lectura es clave y de mantenimiento(parte física) aunque se crea que estas actividades pertenecen al ocio, mas bien son hábitos que se pueden traducir en productividad.
La peor ignorancia es seguir haciendo siempre lo mismo y esperar diferentes resultados, así que quien duerme demasiado equivale a no haber encontrado nada mejor que hacer. Hay también casos de personas ocupadas que saben manejar el tiempo y el estrés con serenidad, sin necesidad de andar acelerados, sin enfermar por culpa del trabajo, sin sacrificar la familia y otros aspectos intangibles pero significativos en la vida. Una moraleja nos deja este grafity para vivir con calma "Tranquilo, que de esta no salimos vivos"
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