A nuestros queridos lectores les comento que este documento es algo extenso para lo acostumbrado en un blogg, pero considero importante que esté completo para que ustedes tengan el concepto claro del Colegio Colombiano de Psicólogos (Colpsic), sobre la dopción de niños por pate de parejas del mismo sexo.
EFECTOS DE LA ADOPCIÓN HOMOPARENTAL SOBRE EL DESARROLLO INTEGRAL DEL NIÑO, NIÑA O ADOLESCENTE EN COLOMBIA Conceptualización realizada por el Colegio Colombiano de Psicólogos (Colpsic) para el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF)
Bogotá D.C., 20 de octubre de 2014.
Introducción
Las familias homoparentales pueden ser consideradas un tipo de familia emergente formadas por parejas del mismo sexo, las que de acuerdo con la Sentencia C-075 de 2007 se reconocen como uniones maritales de hecho y con la Sentencia C-577 de 2011, por medio de la cual la Corte Constitucional amplió el alcance de la noción de familia, se reconocen como aquellas conformaciones que no se ajustan a la heterosexualidad (León-Willis, 2012)1 . Desde el ámbito psicológico sus dinámicas de interacción son investigadas desde diversas perspectivas, pero los estudios disponibles acerca de los procesos de ajuste psicológico y social se han realizado principalmente en los Estados Unidos, Reino Unido, Bélgica, entre otros países desarrollados. Debido a que en Colombia el reconocimiento de las familias homoparentales es muy reciente, no existen muchos estudios acerca de los efectos de la crianza sobre el desarrollo integral de niños, niñas y adolescentes criados por parejas del mismo sexo. De tal forma, el documento que se presenta a continuación se basa en la literatura mundial disponible y en los escasos estudios desarrollados en nuestro país, de manera que no se responden aquellas preguntas para las cuales no existe suficiente evidencia disponible. Es importante aclarar que las respuestas contenidas en este documento se realizan por solicitud del ICBF y que mantenemos una posición objetiva en la medida que los argumentos involucrados fueron tomados únicamente de trabajos arbitrados por las revistas científicas, las asociaciones profesionales del mundo y los programas académicos en el nivel de Maestrías o Doctorados.
Preguntas 1.
¿De acuerdo con el conocimiento científico actual qué efectos tiene para el desarrollo integral de un niño, niña o adolescente el hecho de ser adoptado por una pareja del mismo sexo? La literatura disponible en el mundo respecto al desarrollo integral de niños, niñas y adolescentes criados por familias homoparentales muestra que no existen diferencias significativas en el desarrollo que poseen en comparación a los hijos e hijas criados por padres heterosexuales cuando se observa su ajuste psicológico, el desarrollo social y la calidad de vida. Dicha literatura ha sido recopilada y discutida en diferentes documentos promulgados por los más importantes organismos internacionales encargados de regular los aportes de la psicología a las problemáticas sociales en el mundo durante los últimos diez años2 . En particular, la APA (American Psychological Association) ha realizado anualmente diferentes Amicus Curiae, los cuales han servido de base para la toma de decisiones jurídicas en temáticas de familias homoparentales3 . El último de ellos se ha desarrollado con base en más de 200 estudios científicos y conjuntamente con muchas otras investigaciones indican que el crecer dentro de una familia homoparental no determina diferencias particulares en el desarrollo de los individuos. Muchas de las evidencias aparecen reseñadas en el documento de Goldberg, Gartrell y Gates (2014), que sirvió como Amicus Curiae en un caso relacionado con un proceso de adopción en Colombia4 , el cual a su vez comparte dicho cuerpo de investigación con los Amicus Curiae desarrollados previamente por la APA y que se encuentra ampliamente referenciado en el texto de Goldberg y Allen (2013), el cual comprende revisiones sistemáticas del estado del arte en el tema de familias LGTBI en el mundo.
Con base en esos documentos y en los estudios científicos disponibles en el mundo, la región y el país, se establece que no es posible demostrar que los hijos o hijas de parejas del mismo sexo se hayan visto afectados en su bienestar psicológico por la orientación sexual de sus padres. Los estudios concuerdan en que el ajuste psicológico, emocional y social de los hijos e hijas de familias homoparentales se relaciona con las dinámicas familiares y en particular con la comunicación, el manejo de las normas y los aspectos socioeconómicos, y que la orientación sexual de los padres no aporta al ajuste de los hijos e hijas (Herek, 2006)5 . Conger, Conger y Martin (2010)6 en una completa revisión sistemática del tema de familias y predictores de ajuste familiar, encuentran que éste se relaciona principalmente con la estabilidad de la familia y los recursos económicos de la misma. Igualmente, el apoyo social que tenga la familia es un predictor más importante de ajuste, de lo que pueden representar otros factores, como por ejemplo la orientación sexual de los padres y la homoparentalidad (Erich et al., 2005; Ryan, 2007; Shapiro, Petterson y Stuart, 2009; L’Archevéque, Alxandre y Julien, 2013). 7 En cuanto al caso de niños y niñas que han sido adoptados por familias homoparentales, Farr et al. (2010a)8 encontraron que tanto los padres o madres como los niños, reportaron pocos problemas de comportamiento y que no se evidenciaron diferencias significativas en el ajuste conductual de niños preescolares criados por familias homoparentales y heterosexuales. En este sentido, Golombok et al. (2014) encuentran que un predictor de problemas de comportamiento externalizantes es el estrés parental sin importar si las familias eran homoparentales o tradicionales. De hecho, se evidencian mejores desempeños en la crianza y en bienestar de las familias en parejas homoparentales que en las familias de padres de sexo opuesto.
Respecto de la orientación e identidad sexual, diversa literatura muestra que el porcentaje de niños y niñas homosexuales es similar en familias de padres con el mismo y con diferente sexo (Goldberg, 2010; Biblarz y Stacey, 2010; Goldberg y Allen, 2013a, 2013b; Gartrell, Boss, y Goldberg, 2011; Goldberg, Kashy y Smith, 2012; Goldberg, Kinkler, Richardson y Downing, 2012; Goldberg y Smith, 2013a). Por otra parte, Goldberg y Allen (2013)11 indican que en el caso de las mujeres esbianas los hogares muestran un mayor grado de cohesión. El estudio de Farr et al. (2010) concluyó que los niños y las niñas en etapa pre-escolar mostraban características típicas de su género y que esto no dependía de si se trataba de una familia homoparental o heterosexual. Esto se comprobó al tomar datos de observación de los juegos de las niñas y niños de dichas familias, así como del uso de prendas de vestir propias de su género.
Respecto de las competencias sociales, los estudios demuestran que el pertenecer a una familia homoparental no afecta de manera diferencial las competencias para desarrollar relaciones de amistad y el ajuste social en general. Así por ejemplo, Gartrell et al. (2005, 2010, 2011 y 2012)12 y Goldberg (2010) indican que los niños hasta los 10 años tienen niveles adecuados de competencia social y poseen una buena relación con pares, de acuerdo con el reporte de padres, maestros y de ellos mismos. En estos estudios se evidencia que los niños y niñas pertenecientes a familias homoparentales tienen redes sociales activas y reportan amistades tanto cercanas como duraderas en el tiempo. Adicionalmente, no sólo reportan tener una gran cantidad de amigos, sino también alta calidad en las relaciones de amistad. En adolescentes estadounidenses hijos e hijas de parejas lesbianas, se encuentra que no hay diferencias en el comportamiento y ajuste social en comparación con familias de padres heterosexuales, como tampoco se aprecian efectos negativos en la calidad, cantidad y mantenimiento de las relaciones (Wineright y Patterson, 2004, 2006, 2008)13 . Crouch et al. (2014)14 encuentran que los y las adolescentes que pertenecen a una familia homoparental tienen inclusive menos problemas de interacción social que los adolescentes que viven en familias heterosexuales.
Respecto del matoneo, existe evidencia contradictoria. Algunos estudios han sugerido un mayor índice de matoneo en niñas y niños de edad escolar que poseen padres LGB (Van Galderen et al., 2012a; Kosciw y Díaz, 2008)15, mientras que otros estudios no encuentran estas diferencias (MacCallum y Golombok, 2004)16. Recientemente, algunos investigadores han establecido una nueva tendencia en los adolescentes y adultos tempranos hijos e hijas de personas LGB y es que reportan reacciones positivas por parte de sus compañeros porque los consideran “cool” (Goldberg, Kinler, Richardson y Downing, 2012; Leddy et al., 2012)17. Se ha encontrado que el estrato social de la familia homoparental es crítico como factor moderador de matoneo (Koswick y Diaz, 2008). En España, Ruiz (2013)18 reporta que en más de un 90% de los casos, el modelo familiar homoparental genera curiosidad en los otros niños y niñas. Un 53,2% de las familias reportan que sus hijos han recibido comentarios halagadores o de apoyo respecto a su modelo familiar por parte de otros niños y niñas. Sólo un 7% de estos niños y niñas reportaron haber experimentado insultos o agresiones frecuentes relacionadas con su modelo de familia.
En cuanto al ajuste psicológico existe evidencia acumulada durante la última década de investigación de que los hijos de parejas homoparentales muestran mayor resiliencia en lo que respecta a la salud sexual, psicológica y social a pesar de las dificultades que puedan experimentar las familias (Perrin y Siegel, 2013)19. Adicionalmente se encontró que los riesgos presentes se relacionan con el estigma y discriminación a la que algunas familias son sometidas, más que con la orientación sexual de los padres.
Se encuentra que las hijas e hijos de mujeres lesbianas empiezan ligeramente más tarde su sexualidad que su contraparte en las familias heterosexuales (Gartrell et al, 2012; Brodzinsky y Pertman, 2012)20 .
En cuanto al abuso de sustancias y problemas de comportamiento, los adolescentes que viven con madres lesbianas muestran frecuencias similares en el consumo de sustancias que las hijas e hijos de parejas heterosexuales. La misma tendencia se reporta para comportamientos delictivos, comportamientos oposicionales y para los problemas de seguimiento de normas (Wainright y Patterson, 2008; Gartrell et al., 2011)
Respecto al desarrollo cognitivo y la adaptación académica, los estudios disponibles concuerdan en que no existen diferencias entre los hijos e hijas de familias homoparentales y heterosexuales (Lavner, Waterman y Peplau, 2012) . Los datos longitudinales de representación nacional en los Estados Unidos, así como otras investigaciones acerca del progreso académico, demuestran que no hay diferencias significativas entre hijos e hijas de padres del mismo o de diferente sexo (Potter, 2012; Allen, 2013) . Igualmente, Rosenfeld (2010)24 muestra que no hay diferencias en la demora en el progreso académico durante la primaria en los hijos e hijas de familias homoparentales. Más aún, se encuentra que tanto hijos como hijas de lesbianas tienen un desempeño académico más alto que el promedio (Gartrell et al., 2012). Otros estudios realizados en Canadá muestran que la composición de género de los padres no es un factor significativo en la predicción de graduación del bachillerato, como sí lo es la estabilidad de la familia. Esta conclusión cobija los resultados obtenidos desde primer grado hasta la adolescencia (Allen, 2013; Wainrihgt y Patterson, 2008).
En el contexto Iberoamericano se encuentran resultados similares. El estudio de González, Chacón, Gómez y Morcillo (2011) en España se llevó a cabo con 15 familias de madres lesbianas que convivían con sus hijos procedentes de uniones heterosexuales anteriores, 10 familias de madres lesbianas o padres gais que tuvieron a sus hijos cuando vivían como tales (bien por adopción, 5 familias, bien por inseminación, otras 5 de ellas) y 3 familias en las que los padres no tenían la custodia de sus hijos o hijas, pero convivían con ellos diariamente tanto o más tiempo que sus madres. Se incluyó una muestra de comparación de hijos e hijas de familias heterosexuales en el caso de los cuestionarios dirigidos a los niños y niñas.25 Los resultados muestran que para el 96% de los entrevistados su familia puede ser descrita como estructurada o flexible en cuanto al manejo de reglas y normas para los hijos e hijas, lo que significa que las reglas se adaptan a las situaciones pero son predecibles y razonadas.
En cuanto a la integración social y la red de apoyo, el estudio demuestra que poseen una red social relativamente amplia, con una media de 10,35 personas cercanas con las que pueden contar y el 50% de las familias mantienen contacto diario o semanal con estas personas. De acuerdo con los resultados de los cuestionarios aplicados a los hijos e hijas de las familias entrevistadas, así como de los reportes de sus compañeros de clase y de los profesores, se logró establecer que poseen un desempeño académico entre promedio y alto, índices promedio de habilidades sociales, buena autoestima (similar a los puntajes obtenidos por sus compañeros de clase), roles de género iguales a los desempeñados por sus compañeros de clase y un mayor índice de la aceptación de objetos unisex, juegos similares a los de niños y niñas criados por familias heterosexuales, un ajuste psicológico promedio y similar al de los niños y niñas de la muestra control, con aceptación social adecuada por parte de sus compañeros de clase.
Como en los estudios desarrollados en el mundo, el estudio de González et al. (2011) muestra que no existe diferencia entre el número de amigos, la calidad de la relación y la estabilidad de las mismas en los hijos e hijas de familias homoparentales.
En Colombia existen pocos estudios que hayan tenido como objetivo el estudio científico de los hogares homoparentales en el país. Uno de estos es el de Ripoll et al. (2011)26 y permite establecer que las dinámicas familiares presentes en este tipo de hogares son muy similares a las de familias heterosexuales, con un ajuste psicológico adecuado por parte de los hijos e hijas. Este hecho no puede impedir que se analicen las dinámicas de familias homoparentales de otros países debido a que si bien los aspectos culturales determinan una parte fundamental de los procesos psicológicos, el observar la evolución de los mismos en países en vías de desarrollo muestra precisamente qué sucedería con los niños y niñas que crecieran en el seno de familias diversas. No obstante, en el caso particular de Colombia es necesario desarrollar una línea de estudio sobre familias diversas dado que existe una evidente ausencia de datos contextuales.27
Esta línea es importante de desarrollar, dado que en el ámbito internacional muchas dinámicas de familias homoparentales podrían caracterizarse como ajustadas, pero aún en esos escenarios donde la legislación y las dinámicas sociales son más flexibles, pueden experimentar señalamientos por parte de su familia extendida u otros miembros de la comunidad (González et al., 2011), entonces en contextos menos liberales el matoneo podría ser un aspecto importante a prevenir. El riesgo existe dado que como Chaux (2012) reporta, el 34% de una muestra de 87.000 estudiantes bogotanos entrevistados en el año 2008 señalan que alguno de sus compañeros fue rechazado por parecer homosexual y de este porcentaje el 27% manifestó estar de acuerdo con la afirmación de que el colegio debía sacar a los homosexuales, mostrando que la problemática de las familias homoparentales en la capital del país podría relacionarse en alto grado con la discriminación e intolerancia de los grupos sociales (García y Greniez, 2008, citados por Henison, Chaux y Molano, 2012).
2. ¿Durante los últimos 5 años se han realizado investigaciones sobre el desarrollo integral de un niño, niña o adolescente que ha sido criado por una pareja del mismo sexo donde uno de los miembros sea su padre/madre biológico/a, o tenga un vínculo consanguíneo o se hayan convertido en sus padres/madres adoptivos por medio de un proceso de crianza? ¿Qué resultados se han obtenido?
Como se mencionó previamente, algunos estudios han mostrado que la familia homoparental posee dinámicas ajustadas, pero las dificultades se experimentan con el contexto social más lejano a la familia. El estudio de Ruiz (2013) muestra que en el caso de padres o madres adoptivos las relaciones familiares son armónicas dentro del núcleo, no obstante, los familiares lejanos del 40.9% de familias han realizado comentarios negativos acerca de la conformación de las mismas. Sólo una proporción del 12% de familias adoptantes reportan haber experimentado experiencias de discriminación en el entorno adulto diferente a la familia. Las diferencias en las dificultades reportadas por los hijos e hijas se relacionan con la edad de estos. El 75% de familias de adolescentes reportan el haber experimentado alguna dificultad, solamente el 9% de familias de niños en edad escolar reportan dificultades y en los niños en la etapa pre-escolar estas son inexistentes.
3. ¿El Colegio tiene conocimiento o está al tanto de investigaciones sobre los efectos en el desarrollo integral de un niño/a mayor de 8 años o adolescente que ha sido adoptado por personas del mismo sexo?
Algunas de las evidencias suministradas en la conceptualización de la pregunta 1 incluyen información pertinente para el caso de adopciones por parte de personas del mismo sexo. No obstante, no se incluyen en este apartado debido a que en ocasiones los datos se presentan de manera agregada. Debido a que en muchos países no está reglamentada la adopción por parte de personas del mismo sexo, existen pocos estudios alrededor de los resultados de dicho proceso en niños mayores de 8 años y adolescentes. Uno de estos estudios es el de Erich, Kanenberg, Case, Allen y Bogdanos (2009) en donde se encontró que el vínculo afectivo de adolescentes de 12-15 años y 16-17 años hacia sus padres no difirió por la orientación sexual de sus padres, sino por la calidad de las relaciones paterno-filiales y por el nivel de satisfacción de la vida del adolescente (Goldbeg y Allen, 2013)29. En este estudio se demostró que las cualidades de las relaciones de los padres con el adolescente no están asociadas con la orientación sexual de los padres y que los adolescentes muestran procesos de ajuste psicosocial similares a los que se observan en hijos e hijas de familias heterosexuales. En cuanto al tema de orientación sexual, Gartrell, Boss y Goldberg (2011)30 compararon una muestra de adolescentes de madres lesbianas y una muestra similar con padres heterosexuales, encontrando que los niños y niñas de 17 años criados por madres lesbianas no mostraban mayores probabilidades de tener contactos homosexuales que sus compañeros criados por padres heterosexuales. Así mismo, el ajuste psicológico de niños y niñas de ambos tipos de familia muestra niveles similares y evidencia que la capacidad de los niños adoptados no depende del sexo ni de la orientación sexual de los padres y madres (Goldberg y Smith, 2013). No se observaron diferencias en atención, ansiedad, depresión y autoestima, por lo que no se puede afirmar que los hijos o hijas adoptadas por hogares homoparentales tendrán un tipo o grado diferente de problemas de comportamiento que sus contrapartes de hogares heterosexuales (Gartrell et al., 2010; Farr, Forssell y Patterson, 2009, 2010b; Ryan y Whitlock, 2007; Van Gelderen et al., 2012a, 2012b)
El estudio desarrollado en España por Ruiz (2013) con una muestra grande (en comparación a los estudios previos) de 71 padres y madres de familias homoparentales residentes en comunidades autónomas distintas, cuyos hijos e hijas tenían desde un mes de vida hasta 18 años y tenían una proporción cercana al 65% de hijos e hijas provenientes de relaciones previas o habían sido concebidos mediante reproducción asistida (eran hijos e hijas biológicos), concluye que “las familias homoparentales por lo general se sienten integradas, viven pocas experiencias de discriminación y satisfacen adecuadamente las necesidades de sus hijos e hijas” (p. 2). En los reportes de los padres, hijos e hijas de estas familias se encuentra que la mayoría de las familias entrevistadas (59,1%) reportan que sus hijos e hijas tenían como referentes afectivos no sólo a sus padres, sino también a sus abuelos, tíos o amigos cercanos a sus padres o madres. De forma consistente, el 81% de las familias han recibido gran apoyo familiar para realizar el proceso de fertilización o adopción para conformar la familia, exceptuando el caso de los familiares lejanos quienes rechazan en un 40% la homoparentalidad.32
4. ¿El Colegio tiene conocimiento o está al tanto de investigaciones sobre el desarrollo integral de un niño, niña o adolescente con antecedentes de maltrato físico o psicológico, abuso sexual o que presente alguna discapacidad y haya sido adoptado por una pareja del mismo sexo? ¿Qué resultados se han obtenido?
En California, Estados Unidos, se realizó un estudio con 82 niños y niñas de alto riesgo (exposición prenatal a sustancias psicoactivas, historia de maltrato, negligencia o ambos antes de la adopción, prematurez y múltiples colocaciones adoptivas previas) adoptados por parejas del mismo sexo y del sexo opuesto con seguimientos a los 2, 12 y 24 meses luego de la adopción. Los resultados muestran que en ambos tipos de familia, los niños y niñas mostraron ganancias significativas en su desarrollo cognoscitivo. Además, no hubo diferencia en su desarrollo emocional y en la frecuencia de aparición de problemas de comportamiento a lo largo del tiempo (Lavner, Waterman, y Peplau, 2012).
5. ¿Cuál es el concepto del Colegio sobre la adopción indeterminada (sin vínculo previo) por parte de parejas del mismo sexo?
A partir de la evidencia revisada en este documento, existen datos que permitirían concluir que la adopción indeterminada tendría las mismas consecuencias en las diferentes áreas de ajuste de los niños y niñas de las que se encontrarían en parejas heterosexuales adoptantes. En general, los estudios revisados en este documento muestran que las mismas condiciones de adopción que se emplean para seleccionar padres heterosexuales idóneos, se podrían emplear con parejas del mismo sexo, dado que la literatura muestra claramente que el ajuste de los hijos e hijas depende de las variables socioeconómicas y la estabilidad de la familia y no de la orientación sexual de los padres.
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