La Policía recapturó en el sector de Tarapacá (vía Manizales-Pereira), al padrastro de los hermanos Agudelo Sánchez. El detenido no aceptó los cargos que le imputó la Fiscalía. Los cuerpos de dos niños están en Medellín donde se cumplen los trámites de identificación.
El presunto causante de la tragedia estuvo solo tres horas en libertad. Inicialmente debe responder por el secuestro y luego por su presunta responsabilidad en la muerte de los niños. La hipótesis que siguen manejando los investigadores es que a los hermanos los arrojaron al río Cauca cerca a Marmato (Caldas).
El pasado miércoles una juez de garantías dejó libre al sospechoso por fallos en el procedimiento de captura, sin embargo, cerca de las 7:00 de la noche lo volvieron a aprehender. Su intención era llegar a Pereira y regresar a Támesis (Antioquia) en donde lo capturaron la primera vez. Allí viven su exesposa y dos hijos.
Ana Isabel Sánchez fue quien le comunicó a su familia que a su excompañero lo habían vuelto a capturar. "Ella me llamó y me dio la noticia. Gracias a Dios, porque él tiene que pagar todo lo que hizo", comentó la abuela materna de los niños.
Al hombre lo trasladaron a Supía para hacer la audiencia de legalización de captura e imputación de cargos, ya que allí fue de donde ocurrió el rapto de los hermanos de 8 y 10 años.
La segunda detención pasó la prueba de legalidad. La Fiscalía le imputó los delitos de secuestro simple y homicidio agravado. El detenido no aceptó y su abogado aseguró que este le había dicho que estaba enfermo, por lo que solicitó un examen psicológico.
El hombre quedará recluido en la cárcel para varones de Manizales.
Foto | Cortesía | LA PATRIA
El papá biológico de los menores viajó a Medellín al reconocimiento de los cuerpos de los niños hallados en el corregimiento El Oro, Sabanalarga (Antioquia), a orillas del río Cauca. Allí permanecieron un día al cuidado de un hombre que los encontró.
La gobernación de Antioquia facilitó un helicóptero para llevar al sitio a socorristas de bomberos y miembros de la Cruz Roja, ya que el acceso a la zona era a lomo de mula y luego a pie, viaje que desde Medellín tardaba unas 20 horas. Los cuerpos están en avanzado estado de descomposición.
La mamá envió la carta dental de sus hijos y el registro de la huellas dactilares para poder identificarlos. Si estos medios no dan resultados, los padres deben someterse a la prueba de ADN.
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