LA PATRIA | MANIZALES

Ni en la otra vida se puede estar tranquilo. A Sebastián Henao Soto y Fernando Ramírez Valencia, 2 de las 5 víctimas del alud de tierra del martes en el barrio Los Mangos, de Chinchiná, los iban a enterrar tal cual los sacaron del lodo. Desnudos y sin bañar. Así lo denunciaron familiares.

Los allegados dijeron que en la Funeraria La Aurora, encargada de prepararlos, "los envolvieron en bolsas negras y no los dejaron ver".

Olga Lucía Soto Carmona, prima de Sebastián, contó: "Íbamos a salir para las exequias y nos dimos cuenta de que olían feo. Sebastián apareció con los ojos cocidos y por encima le rociaron café. Los de la funeraria nos dijeron que en la Fiscalía les prohibieron exhibirlos".

En la sede de la Aurora de Chinchiná no se quisieron pronunciar. María Nancy Castro, secretaria de Gerencia de la empresa en Manizales, manifestó la intención de contactar al encargado, pero hasta el cierre de esta edición no lo hizo.

Malicia

A Olga Lucía le pareció raro que a Alejandro Carmona Castaño, otro fallecido, velado en otra funeraria, sí lo dejaron ver y a su ser querido, no. Discutieron con los funcionarios de la funeraria de Chinchiná e intervino la Policía.

Las honras fúnebres de Edwin sí se cumplieron el jueves en el Cementerio de Los Dolores.

Germán Ramírez, hermano de Fernando, subió el miércoles a Medicina Legal de Manizales y le dieron el acta de defunción. "En el cementerio no los dejan enterrar en bolsas, trajimos ropa y no se la pusieron", reclamó indignado.

Coincide con el testimonio de Olga Lucía: "No los habían preparado, estaban empantanados y les rociaron café, los de la Aurora aseguraron que a los cuerpos no les echaban eso. No vamos a enterrar animales”, denunció.

Francisco Javier Marín también vio el cuerpo de su familiar, Sebastián, con rastros de café y empantanado. "No son unos perros, son seres humanos”, reclamó.

Ayer, a las 11:00 a.m., les dieron sepultura. Cuando los féretros pasaron por el café Nuevo Iris sonó la canción Amigo, de Roberto Carlos.

El entierro de Sebastián Henao Soto y Fernando Ramírez Valencia se cumplió ayer por la mañana en la Basílica Nuestra Señora de las Mercedes.

El dato

Las dos familias llevaban 25 años afiliados a La Aurora.