LA PATRIA | MANIZALES
Como un famoso se sintió ayer el conocido Mompa o Caminante de los barrios Jesús de La Buena Esperanza y El Carmen, de Manizales, después de conocer que se convirtió en el ángel para el bebé recién nacido, que dejaron abandonado, el pasado miércoles, en un andén del barrio Estambul.
"Mompa, qué calidad", "Un héroe, ahí lo vi bien", "Qué buena labor hiciste Caminante", "Dios te va a bendecir". Estas fueron frases que conocidos le gritaron a Edward Alberto Vallejo Holguín, mientras hacía el recorrido habitual como reciclador.
"Me siento bien. Sé que el niño va a ser alguien en la vida. Me siento satisfecho de salvarlo", dijo Mompa.
Un mensaje divino
Edward, quien lleva 12 años recorriendo las calles de Manizales, contó que nunca va en las noches al barrio Estambul. Prefiere hacer su recorrido por El Carmen, Nogales y La Francia.
"Ese día se me perdió mi dosis de bazuco, me dio rabia, no pude dormir debido a la ansiedad. Por eso siendo las 10:00 de la noche me fui para allá porque sé que a esa hora sacan la basura. Es como si hubiera sido un mensaje divino", manifestó el Caminante.
Dice el protagonista de esta historia que le estaba yendo muy bien. "Me hice un buen viajecito". Encontró varias ollas y elementos de metal, sin embargo, la sorpresa de la noche apenas llegaba.
Luego de recoger los elementos que le servían para vender, se puso en su hombro derecho los tres costales que llevaba y caminó hacia El Arenillo. En ese momento vio una luz, giró y observó que se acercaba un carro lentamente. Dice que sintió mucho miedo.
"Con mi corazón acelerado y las piernas temblándome, dije: 'que sea lo que Dios quiera'. Continué mi camino y unos metros más adelante el carro se me pasó. Pero lo peor llegó aquí. El vehículo se detuvo, un hombre encapuchado, como si fuera un guerrillero, se bajó y afirmé: 'aquí fue, me mataron'. No pensé en correr, fue tanto el susto que se me cayeron los costales", recordó Mompa.
Abandono
Dice Edward que un hombre bien vestido, alto y acuerpado sacó algo del carro, caminó hacia al andén y dejó el "paquete". Se montó al vehículo y arrancó. En medio del temor se acercó y se encontró, como dice él, con un "monito muy lindo".
"Me acerqué y se movió. Me retiré un poco y después de hacerme el valiente, poco a poco fue corriendo las puntas de la cobija amarilla. Cuando vi al niño con un tetero en la boca y que se estaba ahogando, limpié mis manos en mi pantalón y lo levanté con cuidado para ponerlo boca abajo. Luego de vomitar algo blanco, como que descansó", manifestó el reciclador.
"Nunca se me va a olvidar cómo con esos ojos tan bonitos de color café y entre abiertos me miraba como pidiéndome ayuda. Sentí que me solicitaba que lo sacara de ahí", agregó el héroe de los barrio El Carmen y La Buena Esperanza.
Buscó ayuda
Edward no dudó en abandonar los costales donde tenía los elementos que podía vender en $12 mil, ya que necesitaba sus manos desocupadas para cargar al bebé, y llevarlo al CAI más cercano.
"Allí conté lo que pasó, ellos me tomaron una foto y me pidieron el número de la cédula. Quedando el bebé sano y salvo me fui a recoger los costales, pero ya otro se los había llevado, así que no tuve más opción que irme a dormir. Me pareció muy curioso que cuando lo tuve en mis brazos nunca lloró, vine a conocer su llanto cuando estaba en manos de la Policía", expresó Mompa.
Quién es el reciclador
Edward tiene 32 años, vive en la calle hace 12, y aunque su mamá y hermanos, quienes residen en San Joaquín, le brindan su apoyo, prefiere no preocuparlos, ya que reconoce que es adicto al bazuco y que sin eso no puede vivir.
Tiene dos sobrinos y los ama con toda su alma.
"Además del miedo que tuve, sentí ira, porque comprobé que hay gente mala, descorazonada. Cómo dejan un criatura indefensa tirada. Esa noche cayó mucha agua, se había podido morir del frío. ¿Por qué no lo dejaron en un hospital o en algún lugar seguro? Pero bueno, estoy contento de que gracias a mi él está bien y espero que sea alguien en la vida", agregó Mompa.
Cráneo
"Pensé que la mayor sorpresa de mi vida fue cuando encontré un cráneo en la basura. Pero vea, hallar a un bebé supera cualquier cosa", dijo Edward.
Consumidor
"Nunca he tenido fuerza de voluntad para dejar el vicio, pero con ello no le hago mal a nadie. Cuando joven fui una plaga, robé, pero luego de que alguien casi me mata a punta de puñaladas cambié mi vida, no volví a robar y me dediqué a reciclar", agregó Mompa.
El dato
El menor presentó hipotermia y el cordón umbilical estaba amarrado con un cordón de zapatos. Pesa 3 mil 405 gramos y mide 49 centímetros.
Investigan
La Policía indicó el jueves que analiza las cámaras que pueden existir en el sector para determinar quién lo abandonó.
Luis Eduardo Céspedes, director del ICBF, explicó que luego adelantarán el proceso administrativo de restablecimiento de derechos del menor para saber si lo dan en adopción o si se reúnen los requisitos para devolvérselo a la familia.
Foto | LA PATRIA
Edward llegó en la tarde del viernes a la Miscelánea El Plan, del barrio Jesús de La Buena Esperanza, a recolectar todo lo que le servía. El dueño del establecimiento, Carlos Arturo Aristizábal, lo conoce y le permite realizar su labor como reciclador.
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