LA PATRIA | MANIZALES
La amistad es sinonimo de complicidad, afecto y se da en distintas etapas de la vida. La de alias Gallito y Balín se dio en la adolescencia. Lo único malo aquí es que la camaradería estaba rodeada de riesgos y peligros, al punto que el primero de ellos mató al otro, al parecer, por la venta de alucinógenos en Anserma.
Gallito ya no estaba de acuerdo con lo que hacía Andrés Felipe González Grisales, alias Balín y por ello le tendío una trampa.
Las primeras investigaciones indican que Gallito convenció a la víctima para que fueran a un potrero ubicado en la calle 9.ª con carrera 7.ª de Anserma. Sin importarle que cerca estaba la imagen de La Virgen y percatándose de que no habían testigos, el menor, de 16 años, le disparó a su amigo en la cabeza y el cuello.
Al conocerse el homicidio registrado el pasado 21 de diciembre a las 5:00 de la tarde, el CTI se encargó de realizar la inspección técnica al cadáver, mientras que la Policía retuvo a Gallito, al ser el único sospechoso.
"El menor aceptó que cometió el delito en presencia de la Policía de Infancia y Adolescencia, el CTI y la Comisaría de Familia y contó dónde tenía oculto el revólver calibre 38 con el que disparó", dijo el comandante del Distrito Número dos de Policía, mayor Javier Cárdenas.
Luego de ser judicializado por un juez de menores y que la Fiscalía le imputara el delito de homicidio, Gallito fue enviado al centro de reeducación Los Zagales, de Manizales y se espera que en los próximos meses le dicten sentencia.
Disputa por la venta de estupefacientes, es la hipótesis que hay sobre los móviles de este crimen.
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