LA PATRIA | MANIZALES
Los habitantes de la calle 68 con carrera 38B del barrio Pío XII, de Manizales, no quedaron tranquilos hasta que supieron que la Policía capturó a alias Pisco porque, al parecer, lesionó con un arma de fuego a Tony, un perro criollo.
Las primeras investigaciones indican que a las 2:00 de la tarde del pasado 8 de diciembre, este hombre, luego de una discusión con su compañera sentimental salió de su casa y al encontrarse con Tony, la mascota del barrio, lo golpeó y le disparó.
El perro buscó refugio junto a unas niñas que estaban cerca, pero el Pisco lo siguió y sin importarle la presencia de las menores, le propinó una patada.
LA PATRIA estuvo en el sitio cuando ocurrieron los hechos, y conoció que los vecinos, indignados, le hicieron el reclamo, pero este no dejó de intimidarlos con el arma de fuego.
Un vecino denunció al hombre, quien desde el día de los hechos abandonó el barrio, mientras que a Tony lo llevaron a una veterinaria.
Uniformados del CAI de Fátima realizaron las indagaciones pertinentes para ubicar al Pisco. Al contactarlo, lo disuadieron para que se presentara ante la autoridad competente.
Según la Policía, como esta persona no se presentó a la audiencia programada, el 31 de diciembre un juzgado emitió la orden de captura en su contra. Esta se efectuó a las 8:00 de la noche del pasado viernes cerca al barrio Las Colinas.
En la audiencia de garantías le imputaron el delito de tráfico, fabricación o porte de armas de fuego.
A Tony lo operaron en dos ocasiones y el pasado viernes, después de la última cirugía le dieron de alta y estará en terapias porque en su pata derecha quedó con problemas de flexibilidad. Aunque no le faltaba alimentación o vivienda mientras estuvo en la calle, ya que los habitantes del sector lo cuidaban, ahora una persona que le brindó su compañía y lo apoyó económicamente desde el día que sufrió la agresión, lo tiene a su cuidado.
Al Pisco no lo procesaron por maltrato animal, dado que los hechos ocurrieron el 8 de diciembre del 2015 y la Ley la sancionó el presidente Juan Manuel Santos el 6 de enero de este año. Esta consiste en que si una persona le causa la muerte o lesiona gravemente la salud o integridad física de los animales, tendrá una pena entre uno y tres años de prisión, y una multa que va desde 5 hasta 50 salarios mínimos legales vigentes, es decir entre $3'447.000 y $34'472.700.
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