¿De qué puesto llegaste?

Mi tercer reto de ultrarresistencia fue la legendaria Glocknerman, la más antigua en Europa.

Esta es una carrera de ciclismo de 1.000 kilómetros en una sola etapa, con un tiempo límite de 55 horas; un minuto más y te descalifican. Pero lo más brutal son sus 17 mil metros de ascenso acumulado, lo que la convierte en la más exigente de su tipo en el mundo. Eso equivale a unir todas las etapas de alta montaña del Giro de Italia y hacerlas en una sola.

Adicionalmente estaba el factor climático con temperaturas desde 30°C hasta los 3°C en la cima de la Glockglockner, el puerto de montaña más alto. Finalmente, más de 30 horas de lluvia con algunos tramos de granizo la hicieron una prueba sencillamente brutal.

La realidad es que mientras diseñábamos el plan de carrera ¡las cuentas nunca nos dieron! Yo no soy muy rápido y menos comparado con esas máquinas que van a esas carreras. Tenía confianza en mi equipo y en mí, sentía que podía llegar, así fuera gateando, pero tenía mucho miedo de no lograrlo en esas 55 horas.

Ese reto lo iniciamos 23 ciclistas del mundo y finalmente llegué en el puesto 15. ¿No estuvo tan mal, cierto? Lo que no se imaginan es que a pesar de llegar en el lugar 15 ¡quedé de último! Todos los demás se fueron retirando durante la carrera. Me demoré 54:51 horas. Llegué 9 minutos antes de que me descalificaran. Cuando llegué a la meta ya estaban desmontando todo el entable.

Así que sí, llegué de último, pero nunca un latinoamericano había terminado esa carrera ¡Para mí eso fue como ganarme un oro en las olimpiadas!

Lo que aprendí es que cuando apuestas en grande se vale llegar de último. Especialmente para nosotros, las personas comunes; yo no soy un deportista profesional. Cruzar la meta y vencernos a nosotros mismos es nuestro mayor triunfo.

No sé si alguno de los lectores ha quedado de último en algo, o si la vida tiene reservado para alguno de nosotros un último lugar en el futuro.

Para todos los que escogen llegar de últimos en vez de rendirse a mitad de camino todo mi respeto, porque tendrán que ser muy valientes y soportar muchas horas más de dolor y sufrimiento que los que lleguen de primeros. Se los digo por experiencia propia, porque en esa carrera yo terminé sufriendo 14 horas más que el que llegó de primero.