En un una era en que la información fluye de todas partes, en que todos estamos expuestos en promedio a más de diez mil mensajes comerciales por mes y en que hoy una persona del común adquiere más conocimiento e información en los últimos diez años que cualquier habitante de la tierra durante toda su vida en el siglo XVI, hay que coger con pinzas lo que nos llega para no tragar entero y de vez en cuando ponerse a dieta con la información.
Lo anterior no indica dejar de lado la lectura o el estudio. Hábito que personalmente pienso es uno de los más gratificantes y productivos que podemos adquirir, Especialmente a los emprendedores para que aprovechen esta útil fuente de información, de consulta, de entretenimiento y de ayuda en todos los sentidos y romper así el paradigma de que la única forma de adquirir conocimiento son los postgrados, maestrías y demás estudios formales que se consiguen con títulos que de paso sirven para ostentar a la sociedad. Una de las causas para del subdesarrollo es el pobre índice de lectura.
Mientras países europeos y otros desarrollados leen en promedio hasta 12 libros por año en otros apenas estamos en 2.2 libros anuales y para sustentar esta cifra no se hacen esperar las disculpas de quienes pierden el tiempo o asocian el ocio con la mediocridad. ¿Que tal si cada persona invierte la mitad del tiempo que desperdicia viendo novelas y programas violentos en lectura? En cuestión de dos años se convertiría en un experto en el tema que lea. Otra disculpa común es el costo de los libros, pero en comparación con los licores y otros vicios para los que la gente no entra en reparos los libros son muy baratos, no dan guayabo ni remordimiento.
Los libros se conservan y se pueden volver a leer, es como reencontrarse con un viejo amigo, son un tesoro para enriquecer la mente, pero no podemos esperar que ellos vengan a nosotros. Para la mediocridad, el ocio y el cansancio existen mil disculpas, para aprovechar un libro no.
En el caso de los emprendedores o independientes se pueden encontrar respuestas que tengan que ver con administración, finanzas, ventas, mercadeo, etc. Para todos los temas hay infinidad de formas de sentarse cómodamente a disfrutar de la lectura, de viajar a través de los libros, de encontrar soluciones a cualquier profesión, de saborearlos y sentirlos hasta en lo profundo del ser, por eso creo que el mejor amigo del hombre no es el perro, es el libro.
Un libro es una de las mejores compañías cuando se espera el bus, el tren o una cita médica, en un viaje, cuando se esta en el campo o simplemente se degusta una deliciosa copa de vino amenizado por una música calma que apacigua el cerebro después de una ajetreada jornada. Que diferente sería la idiosincrasia Colombiana y como se palparían los cambios en las empresas y en las personas sin dejarnos llevar por ídolos de barro endiosados por un cargo.
Pero esta grata compañía que es el libro está tan cerca, tan al alcance que no la vemos y nos sentimos solos en medio de la multitud, desperdiciamos un elixir que ralla con los mejores placeres de la vida y nos quejamos por no saber de asuntos que están al alcance de todos. Aunque parezca utópico que bueno sería que al menos se leyeran en promedio 6 libros anuales por persona y que se cambiaran los conceptos de diversión para descubrir uno de los mejores placeres de la vida. La lectura.
"Leo por primera vez un libro y experimento el mismo placer que si encontrara un amigo. Vuelvo a leer un libro y me parece que vuelvo a ver un viejo amigo”
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