A ONU le preocupa incumplir plazos fijados

Mario Villar

Efe | LA PATRIA | Naciones Unidas

Naciones Unidas mantiene el optimismo sobre el proceso de paz en Colombia pese a las dificultades, sobre todo logísticas, que retrasaron algunos pasos iniciales.

Ese fue el análisis presentado ayer al Consejo de Seguridad por el representante de la ONU en Colombia, Jean Arnault, quien también dirige la misión de la organización encargada de apoyar la supervisión del alto el fuego y de la dejación de las armas por las Farc.

Según Arnault, el proceso de paz se enfrenta a numerosos desafíos, pero también cuenta con activos sólidos. "En primer lugar, la determinación del Gobierno de Colombia y del liderazgo de las Farc para perseverar a pesar de las dificultades; y la abrumadora aspiración del pueblo para poner fin a uno de los conflictos armados más antiguos del mundo", señaló.

Avances y barreras

Arnault repasó ante el Consejo de Seguridad los más recientes acontecimientos en Colombia, destacando los avances logrados en las últimas semanas en el plano legislativo, gracias sobre todo a la aprobación de la Ley de Amnistía.

Mientras tanto, aseguró que la dimensión logística del acuerdo de alto el fuego y entrega de las armas presenta hasta ahora el desafío más difícil.

Según Arnault, ello se debe a distintos factores, desde la incertidumbre política tras el plebiscito de octubre a la localización remota de algunas de las zonas señaladas para el desarme.

Esas dificultades logísticas impidieron cumplir con la primera meta del calendario: concentrar para el 1 de enero a los guerrilleros en 26 puntos del país, un paso previo a la dejación de las armas, que espera empiece en las “próximas semanas”.

Como consecuencia, Arnault dijo que tampoco será posible completar para el 30 de enero la destrucción de munición inestable, tal y como estaba previsto.

El diplomático francés se mostró de acuerdo con el Gobierno colombiano, que considera que aún es posible que el proceso de desarme se complete en los plazos fijados originalmente, para principios de junio.

"Con determinación de todas las partes, no es imposible lograr ese objetivo", dijo Arnault, que defendió acelerar los trabajos y que subrayó que una pérdida de impulso del proceso "no interesa a nadie".

Favorable

La embajadora colombiana ante la ONU, María Emma Mejía, destacó el compromiso de todos los involucrados para cumplir con el plazo de 180 días fijado para "la dejación definitiva de todo el armamento".

Mejía subrayó la importancia de acelerar varios asuntos logísticos, pero insistió también en que el balance del proceso hasta ahora es "ampliamente favorable" y se mostró satisfecha con el papel de la misión de Naciones Unidas y el apoyo internacional recibido.

Campamento, la prioridad

El delegado de la ONU dijo que los esfuerzos deben centrarse ahora en la preparación de los campamentos de las Farc.

Explicó que la construcción comenzó en un tercio de las zonas señaladas, mientras que hay preparativos en curso en otro tercio y en el resto se registran aún ciertas dificultades.

Según destacó, en las últimas tres semanas se lograron progresos importantes en el despliegue del mecanismo tripartito encargado de supervisar el alto el fuego y el desarme, del que forma parte la misión de la ONU.

Naciones Unidas ha desplegado a 350 de los 450 observadores de su misión, a los que se sumarán 33 empleados civiles antes de fin de mes.

La ONU espera que la dejación de las armas por las Farc empiece "en las próximas semanas" y que, pese a los retrasos iniciales, el proceso pueda completarse en los plazos previstos originalmente.

Voces de paz, con reconocimiento político

Quedó en firme el reconocimiento político que le dio el Consejo Nacional Electoral (CNE) al movimiento Voces de paz y Reconciliación, el cual se constituyó para servir como vocero formal de las Farc durante su transición de las armas a partido político.

Según indicó el presidente de la corporación, magistrado Alexánder Vega, este aval le permitirá al movimiento hacer su actividad política y contar con las garantías del Estado para ello, pero, por no tener aún personería jurídica, no podrá financiarse con recursos públicos.

Vega sostuvo que la votación fue mayoritaria, ocho a favor. La única en contra fue de la magistrada Ángela Hernández, quien consideró que el reconocimiento solo se podría dar cuando ya tuviera la personería.

El magistrado ponente, Héctor Elí Rojas, señaló que este aval es especial y transitorio, pues irá hasta cuando se cree el partido político en que se convertirá la guerrilla de las Farc.

Vega y Rojas indicaron que este proceso se dará al tiempo con la discusión que se adelanta en el Congreso de la República de la implementación de los acuerdos con la guerrilla, para lo cual se radicará en los próximos días un proyecto que avala su creación.

Se ratificó en la decisión del CNE que el representante legal de Voces de paz es Pablo Julio Cruz Ocampo, quien también es vocero de las Farc en el Senado, junto a Judith Maldonado y Jairo Estrada, mientras que en la Cámara de Representantes lo hacen Francisco Toloza Fuentes, Imelda Daza Cortés y Jairo Rivera Hénker.