MARTHA LUCÍA GÓMEZ
LA PATRIA | MANIZALES
Laura Valencia, coordinadora femenina del Club Motero Gonobikerreas Manizales, repite el lema que tienen: “Dejar de rodar por ir a ayudar”, y es lo que vienen haciendo con los damnificados del incendio en el barrio Sierra Morena, ocurrido hace ocho días y que consumió 14 casas y afectó a 92 personas.
El Club existe desde hace 14 años en Manizales, están vinculadas unas 70 personas, y lo que más le gusta, fuera de estar en sus motos, es hacer labores sociales. El caso de Sierra Morena los movió más porque hay miembros que viven en la Comuna San José al que pertenece este barrio; y dicen que del Club en Pereira también han venido a ayudar.
“Hemos recogido ropa, alimentos preparados y no preparados y le hemos estado entregando todo a la gente. Hemos querido dar más, pero no hemos podido”, indica Laura.
El domingo les hicieron un sancocho comunitario y ayer llevaron desayuno. “Sabemos que hay personas que no tienen nada para comer en el día porque lo perdieron todo. Ni siquiera pueden armar un fogón de leña para cocinar; les toca estar de arrimados donde familiares y amigos, el deber es ayudarlos. En muchas partes han dicho que todo está controlado, pero el lunes nadie les trajo almuerzo, solo una organización se hizo presente en la noche con un chocolate”, sostiene Laura.
Dónde donar
Héctor Gómez, presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC) de Sierra Morena, explica que después de seleccionar la ropa que la ciudadanía donó para los damnificados, entregaron buena parte y clasificaron otra para distribuirla en una especie de bazar que harán. “Se incluyó también a personas de otros sectores, porque llegó demasiada ropa y no es justo que se pierda”.
Para Gómez, encargado de canalizar las ayudas, lo que requieren los damnificados es comida y enseres para el hogar. “32 familias se quedaron sin nada, según los certificados de damnificados que entregaron, y por lo menos 26 no tienen siquiera en qué sentarse, porque lo perdieron todo. Quien tenga estufas de gas sin usar o que les sobre, y muebles y objetos de hogar, nos pueden llamar para recogerlos”.
Quien quiera hacer donaciones puede llamar al líder al celular 3012703916 y acordar cómo será la entrega. “Tenemos el censo y sabemos qué se le ha dado a cada familia. La prioridad son los que se quedaron sin nada, incluso estando ya en otros sectores”.
El desayuno que entregó ayer el Club de moteros sirvió de cierre de la distribución de ayudas, que lideraron la JAC, la Alcaldía y entidades y organizaciones sociales, aunque algunos inescrupulosos hayan reclamado lo que iba para los damnificados (ver recuadro Aprovechados) y no se los hayan entregado.
Alexa Morales, jefe de la Unidad de Gestión del Riesgo en Manizales, explica que apoyaron a los damnificados del incendio en Sierra Morena hasta donde la ley se los permite, inicialmente con ayudas humanitarias y luego con auxilios de arrendamiento, que tienen un monto definido también por decreto nacional.
Por medio de la Junta de Acción Comunal también entregaron mercados, implementos de aseo y algunos fogones que aportaron comerciantes y ciudadanos.
“Mucha gente ha manifestado que quiere regalar muebles. Empezamos mandando los carros de Bomberos para recogerlos. Cinco familias ofrecieron donar camas y colchones. Cuando fuimos a recogerlos alguien ya los había reclamado. No entendimos cómo fue la situación, pero nunca llegaron a Sierra Morena. Por eso el mecanismo que estamos usando es a través del presidente de la Junta de Acción Comunal, Héctor Gómez (foto), es quien tiene el listado de damnificados y es el contacto con la Alcaldía para recoger las ayudas”.
1. El subsidio no alcanza
Rosa Helena Ospina llora cuando se acuerda de lo que perdió en el incendio. Una amiga le dio posada en una pieza, mientras encuentra una casa para arrendar con los $250 mil de subsidio que la Alcaldía les dio para un mes -a los propietarios les pagan para tres meses-. “Hemos buscado por toda parte y nos cobran mucho, el de menos es en Las Delicias, $450 mil. En la casa que se quemó pagaba $270 mil incluyendo facturas. Nos ofrecieron por $200 mil más para bajo del incendio, en el mismo barrio, pero no quiero volver”.
2. No tienen en qué cocinar
Con su tercer hijo, de 16 meses, cargado en los brazos, Diana Ester Hernández dice que en los dos días posteriores al incendio la Cruzada Social les repartió chocolate con pan, y que la Alcaldía les ha dado dos mercados, pero que pocos han podido preparar alimentos porque no tienen en qué. “Me estoy quedando donde mi mamá, recogí unos pesitos y con mi papá compré gas porque no me puedo echar. Es mi mamá, pero es muy maluco, porque no hay como la privacidad y el espacio de uno. Mis hijos de 12 y 16 años están estudiando”.
3. No le pagaron subsidio
“Aunque mi mamá es propietaria no le dieron subsidio de arrendamiento porque aparece con casa en otra parte. Es como un lío porque mis abuelos vivieron por acá y les dieron una casa en San Sebastián; mi mamá aparecía como parte de ese núcleo familiar, pero nosotros vivíamos desde hace 13 años en la casa que se quemó totalmente. Nos estamos quedando donde una amiga de ella, pero es muy incómodo. Solo vamos a dormir, en el día nos venimos para la caseta comunal a esperar las ayudas, así está haciendo mucha gente”, indica Laura Rojas.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015