MARTHA LUCÍA GÓMEZ
LA PATRIA | MANIZALES
Entusiasmado por ver a su hija en Antofagasta (Chile) viajó hasta allá el manizaleño Jaime Zapata Mejía el 12 de marzo. Pasaría con ella 15 días de vacaciones y regresaba el 30 de ese mes. Pero la llegada del coronavirus lo dejó confinado en ese país y sin poder regresar.
Los dos están bien de salud, pero muy mal de dinero. La hija era mesera, el salario le permitió regalarle a Jaime el pasaje de ida y vuelta, lo había comprado ocho meses antes.
Como efecto de la pandemia, que también golpea a Chile, hace 20 días le terminaron el contrato; 80% de los locales están cerrados al público. Los dos quedaron en una crítica situación. Ya no tienen ni con qué pagar el alquiler del apartamento.
La hija espera una ayuda estatal de 60 mil pesos chilenos (280 mil 800 pesos colombianos) para pagar arrendamiento de 190 mil pesos chilenos y la alimentación, que es costosa. “Vivo impactado. En Colombia un paquete de arepas cuesta 2 mil pesos, acá, haciendo el cambio de moneda serían 9 mil 360 pesos colombianos”, señala Jaime.
Miedo
Fue al Consulado de Colombia en Antofagasta y le dijeron que no le podían dar solución, que buscara por la página de Migración Colombia. “Sigo yendo y responden que es mi problema, que esté pendiente de vuelos humanitarios, que toca pagar ese vuelo de bolsillo propio y la estadía en Bogotá durante 15 días. ¿Qué tiene eso de humanitario. No tengo plata, ni familiares en Bogotá. Estoy condenado entonces a quedarme acá?”.
Angustiado, Jaime cuenta vía telefónica que tiene otros dos hijos en Manizales, esposa y la necesidad de llegar a trabajar en reparaciones locativas, que es de lo que todos viven. Pasa los días temeroso en Antofagasta. En fotos muestra que la gente anda como si nada por las calles. El toque de queda es de 10:00 de la noche a 5:00 de la mañana.
“Se vinieron a poner los tapabocas porque el Gobierno lo obligó y la Policía hace comparendos. Pero la gente no respeta filas, habla encima del otro; mercados y galerías son llenas. Los días parecen normales. Esto me da más miedo. Me cuido lo más que puedo”.
Lo esperan
En Manizales se encuentra su esposa, María Eugenia López, que señala haber intentado tocar todas las puertas con Migración Colombia y la Cancillería, pero sin resultados porque de los teléfonos no contestan y ha llenado formularios por páginas web para ayuda a colombianos en el exterior, pero no le responden.
“Tenemos dos hijos, uno de 17 y otro de 14. Soy trabajadora social y laboraba con una cooperativa de adultos mayores, pero con esta cuarentena todos estos programas se suspendieron. Entonces sin mi esposo presente nos quedamos sin ingresos. Somos trabajadores independientes no recibimos ninguna ayuda del Estado. He tenido que sortear sola todo el impacto de la pandemia, pero lo más triste es que uno toque puertas para obtener las ayudas que anuncian y no las encuentre”.
Otro manizaleño encerrado
Juan Felipe Parra Patiño, un joven de 23 años, paró su carrera de Ingeniería Electrónica en la U. Nacional en Manizales para viajar el 23 de febrero a Nueva York a hacer un curso de inglés en el Instituto Education First, que finaliza el 16 de mayo.
Su tío Julián Patiño expresa que a la semana de haber llegado empezó la crisis por coronovirus en Estados Unidos. “Nos cuenta que en el Instituto hay 100 extranjeros y es el único colombiano. Salen solo a comer en el restaurante y permanecen encerrados en los cuartos. Las capacitaciones pasaron a ser virtuales, por seguridad”.
Juan Felipe, vía Whatsapp, manifiesta que en el campus hay ocho casos de covid-19 confirmados y mucha gente aislada. “No sé cómo voy a hacer para devolverme a Colombia. Estoy bien de salud, trato de mantenerme lo más tranquilo posible, pero me siento muy angustiado a veces porque sé que me puedo contagiar en cualquier momento y eso me asusta mucho. Acá nos dan tapabocas, y compré guantes para usarlos cuando salgo de la habitación”.
Como tío, Julián ha escrito a la Cancillería en cuatro ocasiones y le han dicho que no tienen ningún vuelo humanitario, pero que van a estar pendientes por si hay uno de repatriación.
Adriana Patiño, mamá de Juan Felipe, agrega que lo que dicen en la Cancillería es que atenderán a la gente por prioridades, le preocupa que en el Instituto tiene pago hasta el 16 de mayo. Por el curso de tres meses pagó 30 millones de pesos y no cuenta con más dinero para seguirle costeando la estadía a su hijo en Nueva York. “Pido que nos den una fecha, al menos que sí van a hacer esos vuelos. Hay momentos en que me angustio mucho porque las noticias no son alentadoras, y yo sin poder hacer nada desde acá”.
Foto | Cortesía Familia Patiño | LA PATRIA
Juan Felipe Parra Patiño cuando llegó en febrero a Nueva York a estudiar inglés.
Por ambos casos se le preguntó a la Cancillería, en Bogotá, de donde pidieron enviar por correo electrónico los datos para remitirlos a la Dirección de Asuntos Consulares y Atención al Ciudadano que tramita las solicitudes de colombianos en el exterior.
Aclara que no tiene una respuesta inmediata, pues además de colombianos que están en viajes temporales en el exterior, afectados por las medidas de los países debido a la pandemia, también hay muchos colombianos residentes en otros países, afectados y que quieren regresar. Por esto, expresa la Cancillería, ha sido un trabajo largo y complicado desde las embajadas para clasificar estos casos y determinar cuáles son los más urgentes para el regreso.
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