MIGUEL ORLANDO ALGUERO
LA PATRIA | MANIZALES
El 29 de julio del 2006 fue la última posesión canónica en Manizales, ayer de nuevo la Arquidiócesis celebró esta liturgia para su nuevo arzobispo, José Miguel Gómez Rodríguez.
La posesión es la forma en cómo la Iglesia Católica le entrega a la grey, conocida comúnmente como el rebaño de fieles, un nuevo pastor, quien se encargará de apacentar, santificar, gobernar y evangelizar a sus ovejas, a semejanza del relato evangélico de Jesús, buen pastor.
Esta jurisdicción eclesiástica estaba vacante desde el 6 de enero del 2020, cuando el arzobispo Gonzalo Restrepo renunció.
Entrega
La celebración religiosa comenzó a las 10:00 de la mañana con la entrada solemne por la puerta principal de la Catedral Basílica de Manizales, significando que es el pastor que entra a su casa, la iglesia madre donde nacerán y vivirán los cristianos.
La eucaristía, al inicio, fue presidida por el nuncio apostólico en Colombia, Luis Mariano Montemayor, quien en nombre del papa Francisco, leyó la Bula Papal en la que nombró a Gómez Rodríguez como arzobispo de Manizales.
Luego de la lectura del acta, el clero y fieles asistentes aclamaron a Dios dándole gracias con un canto por el don del Episcopado y porque Dios nunca abandona a su pueblo.
“El santo padre le ha pedido que sea el padre y pastor de esta jurisdicción eclesiástica que comprende 12 municipios de Caldas y uno de Risaralda, con 800 mil habitantes, de los cuales 700 mil son fieles católicos. La Arquidiócesis tiene 94 parroquias y una universitaria, con 217 presbíteros diocesanos, que comprende 4 zonas pastoral”: Estas fueron algunas palabras de la alocución del nuncio al nuevo arzobispo.
El nuncio también le recordó que la protesta social es una oportunidad para las pastorales juvenil y universitaria, para darles respuestas a estos jóvenes que están en las calles. “Se necesita una presencia activa y dinamizadora, no se puede estar ausente donde se forman los jóvenes, la dirigencia del futuro”.
Le advirtió que asume la Arquidiócesis en medio de un ambiente de incertidumbre por la pandemia, que plantea desafíos que reclaman respuestas nuevas e inéditas.
Ritos
La toma de posesión quedó efectuada cuando el nuncio invitó al nuevo arzobispo a sentarse en la Cátedra episcopal y le entregó el báculo, simbolizando así la sucesión apostólica y la continuidad pastoral en la Arquidiócesis.
Asimismo, la cátedra, que solo la ocupa el obispo diocesano, es el símbolo de la sede de Manizales, y el báculo, como signo del pastor que apacienta a su rebaño. Seguido de estos ritos, algunos presbíteros, religiosas, laicos y autoridades civiles se acercaron al arzobispo para darle el saludo bienvenida. A partir de ese momento el nuevo arzobispo presidió la misa como de costumbre, con los ritos de la Palabra y la Comunión.
La eucaristía terminó a las 12:40 de la tarde con la bendición del arzobispo de Manizales, José Miguel Gómez Rodríguez.
Homilía del nuevo arzobispo en frases
“Es imposible ocultar que hubo abusos institucionales, pero hay cristianos que son levaduras y han hecho crecer todo lo que tocan y fermentan. La evangelización de estas tierras se hizo entre luces y sombras”.
“Seguiremos el criterio fundamental, que San Juan Pablo II nos recuerda, que no se trata de inventar un nuevo programa, es realizar el que existe que se centra en Cristo mismo al que hay que conocer, amar e imitar para transformar la historia”.
“Sin ser ella misma política, la Iglesia reconoce que es un actor político y social de primer orden, que su vida no puede limitarse a sacristías y grupos piadosos. Esto implica acciones de compromiso con los más pobres, de los que pierden la esperanza, por los que sufren y de los alejados por los demás”.
“En medio de este caos, el Señor nos llama a salir de la indiferencia y a ponernos del lado de los pobres y afligidos. Reconocemos que los hemos olvidado y que necesitamos una conversión sincera que de respuesta a sus anhelos concretos”.
“La pandemia nos puso a todos en el mismo riesgo, por eso es necesario recordar que vamos juntos y en la misma barca, como dijo el papa Francisco”.
“Nos esforzaremos de prevenir este mal (abusos a menores y jóvenes) dentro de los ambientes eclesiales y de la sociedad en general. Que la Iglesia no pierda por esta lacra su rostro juvenil”.
Nuevo arzobispo
Monseñor José Miguel Gómez nació en Bogotá el 24 de abril de 1961. Inició sus estudios de primaria en el Colegio San Carlos de Bogotá y los continuó en el Colegio San Luis Gonzaga, en Manizales.
Ingresó al Seminario Mayor Nuestra Señora del Rosario de Manizales donde cursó los estudios de Filosofía (1980-1982) y Teología (1983-1986). Una vez ordenado presbítero, obtuvo en el Pontificio Instituto Bíblico de Roma en 1988-1992, el título de Licenciado en Sagrada Escritura.
El 22 de noviembre del 2004, su santidad Juan Pablo II lo nombró obispo de la Diócesis de Líbano- Honda. Recibió su Ordenación Episcopal el 5 de febrero del 2005. El 23 de febrero del 2015 el papa Francisco lo nombró como obispo de la Diócesis de Facatativá.
Posesión canónica
Según el Código de Derecho Canónico, cuando alguien es nombrado obispo de una diócesis debe tomar posesión de ella, por lo que es un acto de relevancia jurídica y litúrgica pues, a partir de ese día, el nuevo obispo empieza a ser el titular u ordinario del lugar, y se mencionará su nombre en las plegarias de las eucaristías.
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