Fernando-Alonso Ramírez
LA PATRIA|Manizales
Era viernes, como hoy. Ya pasaban 30 horas y 40 minutos desde que el subdirector de LA PATRIA, Orlando Sierra, recibió un atentado al frente del periódico. Perdió su lucha contra la muerte a las 8:35 de la noche del 1 de febrero del 2002. Su muerte significó el inicio de un tortuoso proceso judicial que terminó el 11 de diciembre pasado con la condena contra el autor intelectual del crimen, el entonces director del Partido Liberal de Caldas, Ferney Tapasco González.
En este proceso la justicia se tardó 17 años, pero llegó. En el camino hubo fallos contradictorios, homicidios, alertas de cesación de la acción penal, entre otros, hasta que ocho magistrados de la Corte Suprema de Justicia decidieron no casar la sentencia condenatoria de primera instancia, porque consideraron que estaba probada la autoría de los responsables. Analizamos cinco claves por las cuales este proceso no terminó en la impunidad como han terminado la mayoría de procesos de asesinatos de periodistas en Colombia.
Edificio Orlando Sierra Hernández de la Universidad de Caldas.
1. El proyecto Manizales
Las revistas Semana y Cambio y los periódicos El Colombiano, El País, El Espectador, El Tiempo y LA PATRIA juntaron un grupo de periodistas para que investigaran las circunstancias por las cuales pudo ser asesinado Orlando Sierra Hernández. Durante una semana, los periodistas de estos medios reportearon en la ciudad y en zonas aledañas con el fin de conocer un poco más sobre el subdirector asesinado y las hipótesis en torno a su asesinato. Desde ese momento quedó claro que el homicidio no podía ser por cosa distinta que por sus columnas de opinión. Estas se publicaban cada domingo en el diario con el nombre de Punto de Encuentro, y desde donde fustigaba a la clase dirigente tradicional en Caldas.
El Proyecto Manizales surgió inspirado en el Proyecto Arizona, que se presentó en Estados Unidos, cuando el periodista Don Bolles fue asesinado con un carrobomba cuando investigaba la mafia entre la Alcaldía y los casinos de ese Estado. Decenas de periodistas llegaron de todo el país para contar su historia y lo que investigaba. Esto dio origen al Consorcio de Periodistas de Investigación de los Estados Unidos.
2. Caso emblemático
Organizaciones como la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y la Fundación para la Libertad de Prensa (Flip) en Colombia tomaron el asesinato de Orlando Sierra como un caso emblemático, lo que no era fácil, en un país en donde en el mismo 2002, mataron a 9 periodistas. La época más mortífera para la prensa en nuestro país. Las circunstancias en que se dio su muerte -todo apuntaba a la dirigencia política local-, al frente del periódico -con un claro mensaje de amedrentamiento para los demás-; así como la captura oportuna del sicario, llevaron a estas organizaciones a poner el ojo sobre este caso para que no quedara impune. Se hicieron ejercicios como la producción del documental La batalla del silencio de la SIP o el acompañamiento de la Flip a las audiencias de la primera instancia, que se realizaron en Pereira. Esto hizo que el mundo se enterara de este asesinato y mantuvo los reflectores sobre cada uno de los pasos que se daba en este proceso. Eso fue vital para mantenerlo vigente, a pesar de los años que pasaron.
3. Agenda en los medios
Los medios del país hicieron posible mantener vivo el legado de Orlando Sierra. Hicieron eco de los momentos más complejos del proceso, cuando la Fiscalía, en dos oportunidades, intento cerrar el caso. También dieron cuenta de los diferentes pasos que se iban dando y mantuvieron la alerta sobre el riesgo de que un caso tan evidente como este quedara impune.
Desde informes propios advirtieron de los llamados de atención de la Procuraduría en los que se instaba a seguir la hipótesis trazada por los investigadores, y al hacer eco del proceso, llevaron a que la justicia no lo dejara morir, sino a que continuara adelante con él para que hubiera al menos sentencia contra quienes participaron en el homicidio, que era lo mínimo. También estuvieron atentos a denunciar los asesinatos que empezaron a darse de testigos y personas clave alrededor de la investigación.
4. Memoria
El nombre de Orlando Sierra Hernández sigue vigente gracias a cantidad de organizaciones que le han rendido un homenaje. Primero fue la Alcaldía de Manizales al denominar el premio de periodismo de la ciudad con su nombre, luego fue la Universidad de Caldas que en votación de sus estamentos decidió que el nombre del edificio central se denominara con su nombre, por ser egresado de allí; también una beca concedida por la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, y el premio al coraje de un periodista de la revista Semana y de la Flip. Estas son maneras de mantener viva la memoria de quien fue un mártir de la libertad de prensa en nuestro país y que ha permitido que las nuevas generaciones de periodistas y de ciudadanos de Caldas conozca el legado de Orlando. También se cuenta la biblioteca Orlando Sierra que antes funcionó en el Ecoparque Los Yarumos y luego se trasladó a las instalaciones del INEM Baldomero Sanín Cano. También existe el premio nacional Orlando Sierra Hernández de Periodismo Escrito Universitario, que realizan la Universidad de Manizales y LA PATRIA.
5. Justicia
Luego de los primeros años en que parecía quedar satisfecha la justicia con la condena de los tres coautores materiales, y ante el fallo de absolución de la primera instancia contra el autor intelectual, el proceso se reavivó por cuenta de las exigencias de la Procuraduría General de la Nación, que advirtió en varias oportunidades de seguir la línea trazada desde un principio. También fue clave que la Fiscalía hizo la tarea de inteponer recurso de apelación contra el fallo de primera instancia para que en la Sala Penal del Tribunal Superior de Manizales se condenara tanto a Ferney Tapasco González como a los hermanos López Escobar.
El ente acusador llevó el proceso hasta la Corte Suprema de Justicia, a donde llegó porque los condenados en segunda instancia intentaron casar la sentencia, esto es que la máxima instancia de la justicia ordinaria revirtiera la decisión del Tribunal. Ocho magistrados de la Corte dieron la razón en casi todo al fallo de segunda instancia y solo modificaron la sentencia en cuanto a los hermanos López Escobar, a quienes no trató como coautores, sino como cómplices. La decisión fue unánime.
El caso de Orlando Sierra es el único de un periodista en Colombia en el que la Justicia ha condenado a toda la cadena criminal. De los 156 homicidios restantes desde 1997, está así:
4 condenas a autores intelectuales.
27 condenas a autores materiales.
125 casos en impunidad.
Proceso
24 de diciembre del 2013
En primera instancia, el Juzgado Penal del Circuito Especializado de Pereira declaró inocente a los procesados. Concluyó que había dudas insalvables.
24 de junio del 2015
La Sala Penal del Tribunal Superior de Manizales condenó a Tapasco González a 36 años, tres meses y un día de prisión por ese homicidio. Además, condenó a los hermanos Fabio y Jorge Hernando López Escobar a 28 años, 10 meses y un día de prisión, como coautores de ese homicidio agravado. A Henry Calle Obando, alias Botija, lo absolvieron de este mismo delito y de concierto para delinquir. El otro hermano de los López Escobar, Gabriel Jaime, espera condena en primera instancia del Juzgado Especializado de Manizales
24 de septiembre del 2015
Los defensores de los condenados presentaron recurso de casación ante la Corte Suprema de Justicia.
1 de noviembre del 2015
En un apartamento cerca al Coliseo Mayor, la Policía y la Fiscalía detuvieron a Tapasco González, que estuvo prófugo durante cuatro meses y siete días. Lo siguieron durante tres meses por Medellín, Cali, Bogotá, Manizales y seis municipios del Eje Cafetero. Ya tenía circular roja en 190 países, pero nunca salió de Colombia.
16 de diciembre del 2015
La Corte admitió la demanda de casación presentada por los defensores de Tapasco González y los hermanos Fabio y Jorge Hernando López Escobar.
12 de abril del 2016
Se le asignó el proceso a Luis Antonio Hernández Barbosa, uno de los dos nuevos magistrados de la Sala Penal de esa Corporación, que se posesionó el 10 de marzo.
Enero del 2017
A Fabio López Escobar lo ubicaron en Estados Unidos y lo deportaron a Colombia, junto a otras 30 personas buscadas por diferentes delitos. Fabio, reconocido con el alias de Rama Seca por las autoridades, según el expediente, en asocio con su hermano contrató a los sicarios que asesinaron al periodista.
Diciembre del 2018
A Tapasco le negaron la detención domiciliaria que solicitó por enfermedad.
11 de diciembre del 2018
Corte Suprema confirma la condena.
22 de enero del 2019
Ante el CTI se presentó Jorge Hernando López Escobar, alias el Perro, condenado a pagar 17 años de prisión como cómplice por el asesinato. El otro hermano López Escobar, Gabriel Jaime, espera decisión de primera instancia del Juzgado Especializado de Manizales.
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