LAURA HENAO
LA PATRIA | MANIZALES
Entre la Ciudadela del Norte y la reserva de Monteleón, en Manizales, lo que resalta desde lejos son estopas y tejas de zinc de cambuches. A ese asentamiento, que cumple cerca de un año y que inquieta a autoridades y a ciudadanos, sus habitantes lo llaman Mirador de Samaria.
De cerca sobresalen los materiales en que están construidas las viviendas improvisadas, esterilla y guadua, calles en tierra, por donde van y vienen grupos de chiquillos, adultos mayores y mujeres en embarazo.
Cuando llueve, el tránsito se vuelve complicado, pues el barro permea cada centímetro de la calle. Hay canaletas artesanales por donde circulan las aguas lluvias con el propósito de evitar inundaciones.
En el recorrido, los habitantes le contaron a LA PATRIA cuáles son sus peticiones, entre ellas está el lograr una vivienda digna: “Pedimos que al subsidio que nos van a ofrecer acceda todo el mundo, tanto el que tiene trabajo, como el que recicla, como a las madres de hogar, como todas aquellas personas que ganan un sueldo alto”, dice Marleny Tovar, vicepresidenta de la Junta del Mirador del Alto Samaria que crece en el norte de la ciudad, a un lado de Samaria y Solferino.
No piden todo regalado, agregan que pueden pagar una cuota mínima, si los postulan a los subsidios de vivienda. Insisten en que los subsidios sean reales y que sean asequibles para todos los habitantes con necesidades en el asentamiento.
Según la vicepresidenta de la Junta, hay 498 casas y cerca de 2 mil personas, incluidos menores de edad. De acuerdo con Luz Adriana Ramírez Jiménez, fiscal de la Junta, las personas que pertenecen a la invasión son de bajos recursos, en extrema pobreza; tienen sisbén, sufren discapacidades, son adultos mayores, embarazadas y madres cabeza de familia.
Ellos destacan que entre las personas que los han apoyado en el proceso está el coordinador general de la Corporación Jorge Luis Ortega y Mateo Giraldo Valencia, quién explica los compromisos que adquirió la Alcaldía luego de la cuarta mesa de diálogo. “No hay nada nuevo, solicitamos en la reunión anterior la presencia de las secretarías de Salud, Educación, Desarrollo Social y de la Mujer y Género porque hemos insistido siempre que el problema no es de seguridad, sino que es un problema de orden social, que en ese sentido lo deben asumir o lo deben encarar las entidades de la Administración municipal a las que les compete lo social”.
Agrega que un compromiso consistió en realizar brigadas de salud, y que el ente gubernamental avanza en cumplir la tutela en lo que les compete. Además, que la comunidad sigue organizándose y exigiendo lo que hay que exigir, así no sea permanecer en el lugar.
Según un documento de la Secretaría de Gobierno, en Manizales existen 9 invasiones: vía Al Guamo, parte Alta del barrio Samaria, Sinaí, Girasoles, Bosconia, San Sebastián, Sub Andés, Campamento y Chachafruto. Este último está en proceso de legalización.
La secretaria de Gobierno, Diana Mejía Grand, dijo: “Como se está llevando el proceso administrativo se debe tener cuidado con la información que entregamos sobre ese tema”. No dio más declaraciones.
La Unidad de Vivienda de la Alcaldía asegura que a los habitantes del asentamiento les han presentado la oferta institucional de los subsidios que existen, partiendo de que en el país se acabó la vivienda gratuita hace tiempo.
Los programas que existen son: Mi Casa Ya, que requiere que las familias hagan un esfuerzo para la cuota inicial; el programa de arriendo social y una propuesta de jóvenes propietarios.
Servicios públicos
Alrededor de 2 mil metros de manguera están distribuidos en el asentamiento para que las familias tengan acceso al agua que conectaron desde las pineras -plantación a un lado de la invasión- hasta las casas.
Llamado a Petro
Los habitantes de este sector le hacen un llamado al presidente, Gustavo Petro, para que cumpla con sus promesas de campaña: “Un techo digno para las personas que aún no tienen casa, que tenga en cuenta que prometió eso y que nosotros somos de los que más esperamos que nos tenga en cuenta”.
El asentamiento de Altos de Samaria no es de delincuentes, ni de gente mala, aquí hay gente trabajadora, chicos que madrugan, personas que luchan”.
Marleny Tovar, vicepresidenta de la junta del Mirador del Alto Samaria.
Antecedentes
El caso de Potrerillo, en el kilómetro 41, empezó el 11 de julio del 2013, en la Administración de Jorge Eduardo Rojas, cuando 374 familias irrumpieron en un lote de la Hacienda Potrerillo, incautada al hermano de Pablo Escobar, Roberto, alias el Osito, por la Dirección Nacional de Estupefacientes. El lote es propiedad de la Sociedad de Activos Especiales.
Marleny Tovar, vicepresidenta de la junta del Mirador del Alto Samaria, en un recorrido por el asentamiento. Ella era asistente de cocina y renunció para dedicarse de lleno a ayudar a su comunidad.
Los niños cuentan con un parque de juegos donde se pueden divertir cerca de sus casas. Organizaron la réplica de una moto con llantas. En la parte alta del asentamiento, con la ayuda de los habitantes, organizan el terreno para hacer una cancha de fútbol y de tejo para los adultos mayores.
En varios hogares cuentan con huertas, también en unos puntos del asentamiento hay tiendas donde pueden conseguir lo básico.
En varios hogares cuentan con huertas caseras, también en unos puntos del asentamiento hay tiendas donde pueden conseguir lo básico. Además, entre los habitantes hay raperos.
Los niños cuentan con un parque de juegos donde se pueden divertir cerca de sus casas. Organizaron la réplica de una moto con llantas. En la parte alta del asentamiento, con la ayuda de los habitantes, organizan el terreno para hacer una cancha de fútbol y de tejo para los adultos mayores.
Marleny Tovar, vicepresidenta de la junta del Mirador del Alto Samaria, en un recorrido por el asentamiento. Ella era asistente de cocina y renunció para dedicarse de lleno a ayudar a su comunidad.
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