LAURA SÁNCHEZ
LA PATRIA | MANIZALES
Los reclamos de profesores de la Universidad de Caldas continúan este año. Del 2020 vienen manifestaciones por el reconocimiento de tiempo a los representantes profesorales en asambleas.
El año pasado hubo asambleas de los docentes para exigir cambios en la implementación del nuevo Sistema de Información Académica (SIA), cuyas mejoras no llenaron las expectativas de estudiantes y maestros.
Fueron cinco semanas de encuentros de Asamblea General de Profesores, del 7 de octubre al 10 de noviembre. Tiempo en el cual también el Consejo Académico sugirió en noviembre la cancelación del semestre porque hasta la fecha no se había cursado ni un día del segundo semestre del 2020.
Estas semanas de asambleas son las que tensionan la relación entre el estamento de docentes y la Administración de la Universidad. El 25 de noviembre 25 docentes de la Facultad de Ciencias Jurídicas fueron notificados de un reintegro de este dinero, ya pagado en salarios, pues no cumplieron con la labor prestada: dar clases.
La resolución 1143, que tiene algunas determinaciones de los acuerdos de la mesa de diálogo de docentes y Universidad, alarga a futuro esta decisión como lo dice el punto 1.5: La U. reconoce las asambleas, pero no el pago por los servicios de docencia, investigación y extensión cuando dejan de prestarse en el derecho a la reunión y manifestación pacífica.
Incremento de gastos
La Universidad ofreció a los docentes la posibilidad de reponer este tiempo de asambleas en participaciones de los claustros (reunión de rector y docentes), realizados de lunes a viernes.
Germán Camilo Díaz, presidente de la Asociación Sindical de Profesores Universitarios (Aspu), explica que los claustros no sustituyen la docencia directa.
“Unos profesores tomaron la determinación de asumir que no le deben nada a la Universidad, pues estaba en su derecho a la movilización y por eso no hay obligación de asistir a unos claustros. Tampoco se podría dar clases porque los estudiantes estaban en asambleas permanentes en esas fechas”, indica Díaz. También cuestiona que el cobro de este dinero de asambleas sea para solo docentes de esta Facultad.
Para Díaz estas medidas crean temores para ejercer el derecho a la manifestación: “No se puede asistir a asamblea o manifestaciones porque tendrán temores de que se suspendan los pagos”.
La secretaria General, Carolina López, y quien representa al Consejo Superior aclaró el 3 de este mes que estas representaciones en la labor académica generan un incremento en los gastos, que la institución no está en condiciones de asumir teniendo en cuenta el ya conocido déficit financiero que afronta.
Agrega: “Se consideró por parte de los consejeros que pertenecer al Consejo Superior es un honor y no se espera de ello un reconocimiento económico, mucho menos de los docentes que hacen parte de la misma alma mater”.
Presentaron reposición
Juan Carlos Yepes dice que hay reconocimientos a quienes participan de los cuerpos colegiados, es decir que les reconocen las horas en las que se reúnen en los consejos. “Esas horas las reconocen en todas las universidades del país, les dan unas horas para que puedan estar en estos espacios. Hay que reintegrar dineros por unas clases que no se dieron cuando el semestre se canceló. Es una cosa que raya en lo absurdo”.
Otro punto que cuestiona es que el empleador tiene dos días para reportar la no presencia del trabajador para que argumente porque no hizo presencia en su puesto de trabajo y según Yepes durante estas cinco semanas nadie reportó eso. No pagar el tiempo destinado a asambleas iría en contra de los artículos 37, 38, 39 y 40 de la Constitución Política, manifiesta Juan Carlos Yepes, docente de la Facultad de Jurídicas.
Aunque lo que más preocupa a Yepes es la cancelación del semestre: “Después de 50 años no se había visto la cancelación de un semestre, se acabó con un semestre de la vida de estudiantes y sus familias. Lo denunciaremos frente a la Contraloría, Procuraduría y Fiscalía”.
Los docentes que reclaman el reconocimiento del tiempo de representantes profesorales presentaron ayer la mayoría recursos de reposición.
La cancelación del semestre trajo consigo la culminación el 30 de noviembre de los contratos de docentes provisionales, según Germán Camilo Díaz, presidente de la Aspu. Algunos de estos maestros presentaron tutelas y son estos hechos los que consideran están confundiendo al rector Ceballos con el tiempo de reconocimiento.
Asegura el rector
El rector, Alejandro Ceballos, no dio declaraciones sobre la reposición del tiempo, pues considera que el pronunciamiento recae en el Consejo Superior. Sin embargo, de la situación de las tutelas expresa:
“La Universidad recibió varias tutelas interpuestas por algunos profesores que fueron los accionantes. Los fallos a favor de la Universidad se dieron en el sentido que el hecho de no pagar por un servicio no prestado, estaba bien.
Por otro lado perdimos dos tutelas donde se protegió el derecho de los accionantes en el sentido de recibir su pago a tiempo y no demorarlo por causas administrativas ajenas al accionante. Una vez fuimos notificados del fallo, se procedió a acatarlo sin impugnar el mismo. Fueron las dos únicas tutelas que perdimos, el resto fueron falladas a favor de la Universidad”.
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