
Emilio Restrepo Aguirre planeó desde hace cuatro años su retiro como director de Confamiliares para dedicarle más tiempo a sus seres queridos y a sus pasatiempos preferidos: la música, la lectura y los viajes. Por esta razón considera que la experiencia no ha sido traumática sino que la ve como un cambio de ritmo.
Sin embargo, no es fácil dejar atrás de la noche a la mañana lo vivido durante 29 años y nueve meses que estuvo en esta entidad, primero como subdirector entre febrero de 1984 y julio de 1993, y luego como director hasta el 29 de febrero de este año.
Estas fechas las recuerda con precisión, al igual que otras relacionadas con sus trabajos como secretario ejecutivo de la Cruz Roja de Caldas, jefe administrativo y financiero de la regional Caldas del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, y director de Cajacom (Caja de Compensación Familiar del Comercio), que luego se fusionó con Confamiliar Manizales para dar paso al actual Confamiliares.
Aunque nunca buscó que su trabajo estuviera relacionado con los servicios sociales, Emilio Restrepo comentó que poco a poco tuvo empatía con el sector y aprendió mucho de los que trabajaban con él. Solo en una ocasión se presentó a un concurso para un cargo de auditor en Tejidos Única, lo que no prosperó.
Su rostro denota seriedad y poca expresividad. Su voz calmada deja percibir una persona tranquila y paciente. Otra de sus características físicas es su baja estatura, pero como uno de sus mejores amigos manifestó, “lo que le faltó en tamaño le sobra en cerebro y capacidad intelectual”.
Esta inteligencia la uso para ponerle el pecho a la responsabilidad de dirigir una entidad tan reconocida por los caldenses y con tantas personas que dependen de sus servicios para obtener bienestar económico, social y familiar.
Por esta razón, al preguntarle si recordaba alguna anécdota o recuerdo en particular dentro de su larga trayectoria en Confamiliares, aseguró que su mayor satisfacción era dar una pronta respuesta a las personas que iban a su oficina a contarle sus dificultades.
Ahora está dedicado a su otra pasión: la academia. Desde 1975 se desempeña como profesor catedrático de administración de empresas en la Universidad Nacional, y desde hace 15 años la gestión humana es su tema predilecto.
Se mueve como pez en el agua entre los salones de la facultad, sus colegas lo saludan con efusividad y respeto, pero no duda en ofrecerle disculpas a un profesor por haberse tomado su oficina para conversar con NEGOCIOS.
Asegura que seguirá en la institución hasta que la universidad y los estudiantes quieran, pues disfruta compartir con ellos las experiencias de su carrera.
Por su parte su familia sabe que ya no llegará tarde porque se presentó un inconveniente en Confamiliares o porque tuvo que viajar a otra ciudad. Ahora es tiempo de disfrutar con sus seres queridos a otro ritmo.
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Sus ejemplos
- Sus padres eran Emilio Restrepo Rincón, un reconocido comerciante de la plaza de mercado, y Leonarda Aguirre de Restrepo, ama de casa dedicada a sus cinco hijos. Su papá tenía un puesto de granos y con él aprendió a trabajar porque todos los fines de semana iba con sus hermanos mayores a ayudar en el negocio. Eso sí, sin descuidar el estudio, el principal legado que le dejaron sus padres, además de la formación en valores.
Por esta razón el exdirector de Confamiliares procuró darle gusto a sus dos hijos en la educación. Sandra estudió administración de negocios en Eafit y tiene una especialización en mercadeo estratégico. Andrés es comunicador social de la Universidad de la Sabana y está terminando una especialización en mercadeo.
Emilio Restrepo también cree que esa primera experiencia laboral en el establecimiento de su papá influyó para que se presentara a administración de empresas en la U. Nacional, y a economía en la U. de Antioquia. Finalmente, se decidió por su ciudad natal.
- Hernando Aristizábal Botero fue el primer director de Confamiliares y su jefe durante 9 años, luego de la fusión de las dos cajas de compensación familiar de la ciudad. Era una persona con experiencia, conocimiento, autoridad y credibilidad, de quien aprendió mucho, como él mismo lo reconoce.
Juntos lograron consolidar una empresa importante, tras unir dos culturas diferentes para formar una propia que es la que tiene hoy en día en Confamiliares. Luego de su fallecimiento en 1993, Emilio Restrepo fue elegido para sucederlo.
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Su estilo
- Quienes trabajaron con él coinciden en afirmar que escuchaba mucho a la gente antes de tomar cualquier decisión.
- Trataba con respeto a las personas, pero a la vez les exigía mucho para mantener el equilibrio en las relaciones empresa – trabajador.
- Entendía que en una organización hay personalidades distintas, pero siempre buscaba que los objetivos de la organización coincidieran con los de las personas para sacar adelante los proyectos.
- Fue un convencido de que lo más valioso de una empresa es su gente, pero que además de decirlo había que demostrarlo. Ahí es donde aparecía la gestión humana como herramienta para motivar y saber llegarles a las personas.
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Su genio
- Reconoce que los momentos en los que se le “saltaba la chispa” eran cuando las cosas no salían como lo esperaba o cuando las personas no hacían las cosas como las deberían hacer. Sin embargo dice que cuando se hacían las correcciones, dejaba el asunto atrás y lo tomaba como aprendizaje para controlarse en situaciones posteriores.
- Según sus compañeros de trabajo, le disgustaba la impuntualidad, la falta de sinceridad, la gente poco comprometida y que no se le diera respuesta oportuna a los clientes y usuarios de Confamiliares.
- Aunque su cara refleja mucha seriedad también tenía la capacidad de sonreír y de disfrutar de buenos momentos con sus colaboradores.
Pregunta rápidas
- ¿Ahora aprovecha para dormir más?
No soy muy dormilón, pero ya está uno con menos tensiones y compromisos.
- ¿Qué viajes realizó?
Tuve la oportunidad de conocer el país por la red de centros vacacionales de las cajas de compensación familiar, que visitaba con mi familia en vacaciones.
- ¿Y el mejor de todos es La Rochela?
Obviamente uno guarda mucho cariño por lo de uno y los centro vacacionales de la Caja son muy apetecidos, pero hay otros también muy lindos.
- ¿Se metía a las piscinas?
No. Bajaba con mucha frecuencia para hablar con la gente, supervisar las cosas, y luego descansaba.
- ¿Qué deporte le gusta?
El fútbol. De hecho en el colegio y en la universidad lo practiqué mucho hasta que una lesión me sacó del campo.
- ¿De qué jugaba?
Era puntero derecho y mediocampista.
- ¿Cómo le va con las nuevas tecnologías?
Muy bien, me gustan mucho y trato de mantenerme actualizado. Claro que tengo que hacer alfabetización con mis hijos y amigos porque esto va una velocidad grandísima.
- ¿Y los que viven pegados de los celulares?
Eso es un problema cultural. La tecnología es para el servicio del hombre y no al revés.
- ¿Qué hace su esposa Ligia Mejía?
También es administradora de empresas de la Universidad Nacional, especialista en mercadeo y gerencia social. Fue directora de la Cruz Roja de Caldas, de Nutrir y gerente de Camacol. Actualmente está dedicada a sus negocios.
- ¿Dónde la conoció?
En el colegio y después nos volvimos a encontrar en la Universidad.
- ¿Qué le gustaba leer?
Combinaba lecturas obligatorias para el trabajo con novelas.
- ¿Cuál es su música preferida?
Yo le jalo a todo, pero preferiblemente música orquestada y suave.
- ¿Era bueno con las matemáticas?
En términos generales me fue bien. Tuve unos profesores excelentes que eran muy serios y muy talladores, lo que uno agradece en la universidad.
- ¿Cómo dejó a Confamiliares?
Como una empresa en marcha. Hay mucho por hacer y por corregir porque forma parte de un sector muy dinámico.
Sus amigos y compañeros
*Guillermo Hurtado, presidente de la Lonja de Propiedad Raíz de Caldas
“Emilio se ha caracterizado por su pensamiento amplio, pero siempre muy recto y con un concepto muy alto de la lealtad y del servicio. Él ha sido muy reservado y no le ha gustado mucho la publicidad, pero como dice la Biblia 'por sus obras los conoceréis', y ahí vemos los resultados de Confamiliares. Nos vemos frecuentemente y hablamos de los problemas locales, departamentales y nacionales”.
*Hernán Arango, exgerente de Seguros Bolívar
“La principal cualidad que una persona puede tener es la honestidad y Emilio nació con ella. Fuera de eso tiene un carisma personal que lo hace atractivo frente a la gente. Con nosotros hace parte de “La Tertulia”, un grupo en el que nos reunimos a hablar de problemas de ciudad. El defecto que puede tener y que se convierte en cualidad, es que es un hombre de una sola pieza. Emilio Restrepo es un hombre terco, pero terco frente a sus razones”.
*Victoria Eugenia Alzate Tobón, secretaria de la dirección
“Yo era la secretaria de la dirección cuando a él lo nombraron director, después de la muerte de don Hernando Aristizábal. Su principal característica es su entrega y responsabilidad en el trabajo. Le gusta relacionarse con los jóvenes y por eso sigue de profesor. También le gusta compartir con la gente y por ejemplo decía que iba a 'darle vuelta al gallinero' cuando estábamos en las integraciones, pues en Confamiliares la mayoría somos mujeres”.
*Aída Usma González, gerente de supemercados Confamiliares
“Trabaje con él 20 años y de su mano crecí y maduré. Una vez le comenté que quería estudiar gerencia social y me dijo: 'Mija, yo a usted la he visto crecer en esta organización y su perfil es comercial. Estudie mercadeo porque en eso le veo futuro'. Años después me entregó la responsabilidad de abrir el área de mercado corporativo de Confamiliares. Nunca se me olvida eso porque demostró que estaba pendiente de cómo hacernos crecer profesional y humanamente”.
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