Blanca Eugenia Giraldo
LA PATRIA | MANIZALES
Se estima que en cinco horas y media el gobernador de Caldas, Julián Gutiérrez Botero, saldrá de la cirugía que le practicará hoy a las 7:00 de la mañana un equipo médico dirigido por el cirujano Sergio Franco Sierra, jefe del departamento de Cardiología Vascular de la Fundación San Vicente, en Rionegro (Antioquia).
El mandatario indicó ayer que tras chequeos médicos los especialistas encontraron una deficiencia. Eso obligó a la práctica de otros exámenes que determinaron la necesidad de intervenirlo quirúrgicamente.
El procedimiento quirúrgico es un reemplazo de la aorta torácica y un cambio de la válvula aórtica que, de acuerdo con el cirujano cardiovascular Mauricio Atehortúa Trujillo, del Hospital departamental Santa Sofía, donde también se practica esta cirugía, pocas veces es urgente porque casi siempre la dilatación de la aorta dura años desarrollándose.
"El corazón tiene unos mecanismos que le permiten compensar esas alteraciones y mantener al paciente sin síntomas durante mucho tiempo", explica.
Según el cirujano, llega un momento en que la compensación del corazón se agota y la persona comienza a sentirse enferma y a manifestar síntomas como cansancio, asfixia, inflamación o hinchazón y dolores en el cuerpo. Confirma que cuando estos síntomas aparecen viene detrás una historia muy larga de la enfermedad, de años.
Está a la salida del corazón y su función es permitir que la sangre salga y evita que se devuelva, es por eso que entre los posibles daños está que no se abra bien (estenosis) o que se abra muy bien y no se cierre. Con alguna de estas anomalías el corazón puede aumentar de tamaño y debilitarse y llega un momento en que no puede trabajar más y es cuando la persona empieza a experimentar los síntomas.
El problema de la válvula aórtica y la aorta, según el cirujano, es complejo porque usualmente son anormales desde el nacimiento dada su conformación. "Ellas nacen normales, pero su conformación no es adecuada y con el paso de los años se deterioran más".
Debilita las paredes porque el diámetro de esa dilatación es tan grande que el riesgo de que se rompa se incrementa.
En caso de que llegue a romperse el paciente tiene una aneurisma de la aorta torácica ascendente o sea una dilatación anormal de la arteria que a partir de cierta medida (5,5 centímetros) se vuelve riesgosa para el paciente.
Puede que no pase nunca nada, puede que se rompa en el caso de que la persona sufra de la presión arterial y tenga una subida de tensión, pero si se rompe del todo el paciente tiene un minuto para morirse.
Sí, porque la aorta tiene tres capas, como una cebolla. Aquí ocurre una complicación muy temida por nosotros, se llama disección aguda de la aorta. Se rompe un pedacito y la sangre se filtra por las paredes, es como si tuviera una humedad lo que va desgarrando internamente la aorta por dentro y en la medida que esto sucede, se compromete la circulación del cerebro, del corazón, de los órganos del abdomen, de las extremidades, en este caso es una emergencia y hay que operar ya, porque se muere un 2% por cada hora que transcurre. En este caso es mucho más grave el aneurisma que la válvula.
El trabajo nuestro consiste en quitar la válvula, se corta toda la aorta y se sacan las coronarias. Luego la remplazamos por un material artificial, un tubo hecho de dacrón que en el extremo tiene una válvula, también artificial, que se adhiere al corazón, luego volvemos a pegar las coronarias. Es una cirugía muy grande porque hay que cambiar la válvula, la aorta ascendente y volver a poner las coronarias en su sitio y, dependiendo de la extensión del aneurisma que puede llegar hasta las arterias que van para el cuello, la cirugía se vuelve más grande.
Es independiente de la edad, esto depende de las características de la anatomía del corazón y de la severidad del daño en la válvula. El objetivo fundamental del procedimiento es mejorar la calidad de vida del paciente y evitar que se deteriore.
Usualmente, se les hace seguimiento a los pacientes, aunque hay otros que llegan en condiciones graves. Esto es individual. En un gran porcentaje de los pacientes esta enfermedad es hereditaria, pero también hay otros problemas de la válvula que se dan por infecciones, deterioro y, lo más usual, por envejecimiento, a los que se suman algunos factores de riesgo.
El cigarrillo, la diabetes, los problemas de colesterol, la hipertensión no controlada, todos se suman a cierta predisposición que cada uno tiene y eso se mezcla y da como resultado una enfermedad como esta.
La obstrucción de la válvula por estenosis, cuando la válvula se pone dura y rígida y no deja salir la sangre. Es la más frecuente en el mundo.
Según el cirujano cardiovascular Mauricio Atehortúa, esta cirugía tiene unos riesgos inherentes. "Son más los riesgos asociados a las condiciones del paciente que a la misma cirugía. Es lógico que tiene más riesgo una persona que es diabética, fumadora, el corazón ya se ha dañado, sufre de los riñones y es de más edad".
Desde el punto de vista cardiovascular, la cirugía de la válvula y la aorta ascendente es la más grande y la que más riesgos tiene, la hacemos con cierta frecuencia.
* Los buenos resultados de la cirugía dependen, en principio, de las condiciones del paciente. En este procedimiento son más importantes los cuidados posteriores, que en el quirófano.
* Cuando pasa a Cuidado Intensivo minuto a minuto medimos sus condiciones: la presión, los pulmones, los riñones, cuánto sangró, si requiere medicamentos o reoperarse, lo que haya que hacer. De dos días a un mes puede estar un paciente en esta unidad.
* Pueden existir complicaciones asociadas a tener un cuerpo extraño en el corazón y a veces este tiene tendencia a tapizar de coágulos el rededor de la válvula artificial, pero para evitar esto le suministramos un medicamento anticoagulante que debe tomar toda la vida.
* Dos a tres meses es el tiempo que tarda la recuperación de esta cirugía. El primer mes es de mucho más cuidado, pero el desarrollo normal es: de dos días a un mes en cuidado intensivo, una semana en cuidado intermedio y cuando la persona se va de la clínica sale caminando y haciendo todo solo.
* Luego empiezan el proceso de rehabilitación y las terapias físicas, vigilado y con monitoreo.
Toda persona debería tener hábitos de vida saludable.
* Abandonar el cigarrillo si ha fumado.
* Ser juicioso con el ejercicio.
* Colesterol, triglicéridos, presión arterial bien controlados.
El 10 de octubre del 2012 el exalcalde de Manizales Luis Roberto Rivas Montoya fue sometido a un procedimiento quirúrgico similar al que se le practicará hoy al Gobernador de Caldas.
Rivas Montoya cuenta que cuando tenía 25 años de edad le detectaron una enfermedad congénita de la válvula aórtica que, por fortuna, fue tratada a tiempo y hoy puede decir que se encuentra en perfecto estado de salud.
Sobre su recuperación, el exalcalde comenta que estuvo cinco días en cuidado intensivo y ocho días más en la clínica. "Para practicar la cirugía deben abrir el esternón, por eso lo más complicado son las terapias: toser, soplar, estornudar y hasta la risa duele".
Asegura que estuvo durante un mes en rehabilitación cardiopulmonar y que ahora solo visita al médico como medida de control.
Hoy a las 7:30 de la mañana los empleados de la Gobernación asistirán a una eucaristía por la pronta recuperación del gobernador Julián Gutiérrez Botero.
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