¿Por qué entreno tanto de pa´ arriba?

Dos razones, básicamente. 

La primera es que no tengo otra opción, vivo en Mi Manizales Del Alma. 

¡Aquí lo único plano es el estadio! 

La segunda, es porque me recuerda que la vida es igual: una cuesta tras otra. 

Prefiero sentir en el entreno las sensaciones más parecidas posibles a las que voy a vivir en el momento de la verdad: cuando me estoy jugando todo por mi reto. 

Hace unas semanas recibí una invitación muy especial: compartir y hacer un cubrimiento de lo que se iba a vivir en los 20 años de la Media Maratón de Bogotá.

Me emocionó mucho, en parte porque esa fue la primera carrera que corrí (10k), pero especialmente porque en esta temporada 2019 está considerada como la media maratón más importante del calendario a nivel mundial, sí, mundial. Esta carrera cuenta con el Gold Label de la IAAF que es el de mayor estatus y sus corredores internacionales invitados son sin duda el cartel más fuerte de la temporada.

Este curso de Apnea lo hice en San Andrés Islas en el 2017, mientras me preparaba para la travesía Costa Brava (nadar 23 km entre dos islas en el Mediterráneo). Mi instructor fue Walid Boudhiaf que tiene récord continental con -116 m de profundidad (yo llegué a -30 m, para que se hagan una idea de lo que hace esta máquina). Mi pareja de entreno fue Ludmila Brzozowski, que tiene cuatro récords Panamericanos en apnea indoor ¡una mujer increíble!

Inicialmente pareciera no tener mucha relación con la natación, y en términos técnicos no la tiene. Sin embargo, para mi era clave.

Foto: Andrés Cortés @TheForcePictures

Este es un registro de cómo me iba viendo durante las casi 55 horas que me tomó rodar los 1.000 km non-stop en bici de la carrera llamada Glocknerman, en Austria (2018).

No sé si refleja bien lo que estaba viviendo físicamente, pero lo que les puedo asegurar es que no está ni cerca de reflejar lo que viví por dentro.

Foto: Juan Pablo Sanchez @jpsanchez_e 

Eso es lo que se me viene a la cabeza cada vez que nos vemos en una carrera o tengo la oportunidad de dar una charla. Cada vez que leo sus mensajes y comentarios en redes sociales (@RenHacer). ¡Ya somos más de 22 mil en estas plataformas!

Es impresionante la energía que nos conecta a pesar de que muchos simplemente nos hemos leído por medios digitales.

Foto: Octavio Galvis

Una de esas palabras fáciles de usar, difíciles de explicar, pero casi imposible de encontrar.

Tan fácil de decir, que la confundimos con la amistad o simplemente ser parceros.  

Difícil de explicar hasta el punto en que ni los expertos se han puesto de acuerdo. Algunos dicen que solo aplica para relaciones personales y otros que se puede ser leal a un ideal, principio u otras cosas.

Finalmente, encontrarla es una fortuna que solo entendemos los que la tenemos.

Foto: Andrés Cortés @TheForcePictures

Hace unos días un amigo me escribió haciéndome la siguiente pregunta: “Mauro ¿Qué características tiene la mentalidad de un atleta de alto rendimiento?”

Mi respuesta fue la siguiente (aclarando antes que no soy un atleta de alto rendimiento, más bien soy uno de “alta terquedad”):

No hay una sola respuesta y a cada persona le puede funcionar una combinación diferente. Les comparto algunas que considero clave, no solo para un atleta, sino para cualquier persona que tenga un reto pendiente por enfrentar.

Foto: Andrés Cortes @theforcepictures

Mauro Salazar 

Les quiero compartir una de mis armas más poderosas, una que me ha acompañado a enfrentar los tres retos de ultradistancia que llevo hasta ahora.

Ya había escrito algo del tema, pero hoy se los quiero explicar con un ejemplo muy claro.

"El conocimiento es de las pocas cosas que cuando la compartes no se divide, sino que se multiplica". Eso decía un profe del colegio y obviamente a esa edad pensaba que era una frase de cajón. Ahora es la que más recuerdo cada vez que me subo a un escenario a dar una charla.

Mi tercer reto de ultrarresistencia fue la legendaria Glocknerman, la más antigua en Europa.

Esta es una carrera de ciclismo de 1.000 kilómetros en una sola etapa, con un tiempo límite de 55 horas; un minuto más y te descalifican. Pero lo más brutal son sus 17 mil metros de ascenso acumulado, lo que la convierte en la más exigente de su tipo en el mundo. Eso equivale a unir todas las etapas de alta montaña del Giro de Italia y hacerlas en una sola.