Teatro naturalista, sorpresa en escena

Los asistentes al auditorio Tulio Gómez Estrada, de la Universidad de Caldas, esperaban, con expectativa, el pasado jueves, la presencia del médico ruso Iván Ivanovich Niujín, quien hablaría sobre El daño del tabaco, tal como lo anunciaban los afiches y volantes que estaban pegados en los pasillos del centro de educación superior.

La sorpresa fue que quien se paró en el atril fue el actor Jairo Arcila Idárraga, del grupo de teatro La Caranga. Nadie sabía si era un mal entendido, o si tal vez iban a presenciar una obra de teatro. En realidad era un monólogo cuyo autor es el médico ruso Antón Pávlovich Chéjov (1860-1904) narrador y dramaturgo, padre del teatro naturalista.

El monólogo fue protagonizado por Arcila Idárraga, exmagistrado y exprocurador, quien luego de pensionarse, a finales del año anterior, ingresó al programa de Artes Escénicas de la Universidad de Caldas.

La institución quiso, bajo la dirección de la estudiante de último semestres Sandra Johana Muñóz, y bajo la asesoría de profesores del programa de Artes Escénicas, someter a consideración del público la modalidad del teatro naturalista, pero presentándolo como lo manda su origen, de manera espontánea, natural y presentándola ante los espectadores como si en realidad se tratara de una verdadera conferencia, a la que se invitó con anterioridad.

Arcila Idárraga, representó a un hombre sometido por su mujer que como propietaria de una escuela de música y de un internado de señoritas, lo obliga a dictar, no sólo conferencias sino clases. Le confiesa a los asistentes que es fumador compulsivo, y aprovecha para desahogarse con el público, a través de las permanentes alusiones a su esposa, como quien lo maneja a su antojo y a la cual le teme, la misma que, supuestamente, aparece en el auditorio, viéndose obligado a finalizar la conferencia sin que, en realidad, haya dicho algo concreto sobre el tema, con excepción de que el tabaco es nocivo para la salud.