
Luego de dos años de ausencia en la televisión, Mario Duarte volvió a la pantalla para interpretar a Rubén, uno de los nuevos personajes de la segunda temporada de A Mano Limpia.
Confiesa que le gusta estar siempre activo y emprender continuamente proyectos que lo apasionen. Cuando terminó de grabar en 2010 Amor en custodia, telenovela en la que representó a Tango, un enigmático escolta, Duarte emprendió un nuevo proyecto que los aficionados al rock pedían a gritos: volver a tocar con la clásica banda La Derecha, con la que marcó una época en los 90.
El grupo liderado por este artista se reunió y durante un año trabajaron en una nueva producción musical que sacaron al mercado con éxito en 2011, pero este año quiso de nuevo volver a la televisión.
- ¿Quién es su personaje en A Mano Limpia?
Rubén llega al barrio El Laberinto huyendo de su pasado, de sus errores. Viene también a buscar a su hija de 14 años a la que abandonó cuando estaba muy pequeña. Quiere rehacer su vida junto con ella, y reivindicarse de los errores que cometió años atrás. Ninguna de esas dos cosas serán fáciles, el pasado siempre estará allí atormentándolo, y la relación con su hija no es nada fácil.
-¿Por qué escogió a Rubén para regresar a la televisión luego de dos años de ausencia?
Porque es muy complejo, me lleva hasta los extremos. También me pareció muy atractivo que es un proyecto dirigido por mujeres, pues nunca había trabajado en televisión con directoras, y creo que eso le da otra mirada.
-¿En que se basó para asumir el rol de papá en la serie?
Cuando hago las investigaciones para mis personajes, generalmente no le cuento a la gente con la que hablo, pero esta vez fue diferente porque la situación era distinta. No tengo hijos, pero si tengo amigos con hijos de esta edad y también soy amigos de algunos hijos de mis amigos, así que les preguntaba todo lo que no sabía. No tengo ningún pero en preguntar lo que no sé, eso es básico en la vida.
-¿Tuvo en su niñez o juventud, una época de barrio parecida a la de los personajes de la serie?
Es una historia larga, pero para no aburrirlos, el resumen es que mi papá viajaba mucho, por lo que cambiábamos de residencia continuamente, y a cada rato me tocaba cambiar de amigos. Creo que en parte por eso termine de actor.
- ¿Cree que le faltó esa época en su vida?
No tanto lo que me faltó, sino lo que me enseñó. Creo que aprendí a valorar mucho más la amistad, y a tenerla presente como algo muy importante que está por encima de muchas otras cosas. En A Mano Limpia se tiene muy presente ese valor, algo que es de rescatar en una serie.
- ¿Qué proyectos tiene para 2013?
Se viene una nueva gira con la banda. También espero volver a hacer teatro y en televisión también estamos a la espera de concretar unas propuestas. Aunque tuve un muy buen 2012, no estoy conforme y espero que este 2013 sea mejor.
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