ALEJANDRA CASTAÑO ALZATE
LA PATRIA | MANIZALES
Edad: 70 años, según un amigo con el que llegó.
Motivo de consulta:
Ingresa en silla de ruedas a la fonda Carrataplán, ubicada en la antigua vía a Chinchiná, a las 7:00 de la noche. Tiene cara de serio y saluda levantando las cejas. Habla, pero su voz no se escucha. La música, aunque está con volumen bajo, lo obliga a esforzarse más para que le entiendan que quiere ir al baño después de algunas horas de viaje. Llegó desde Pereira, tierra cafetera en donde está radicado hace varios años.
Con sus manos impulsa las llantas del aparato que es su cárcel y a la vez su libertad. Se desplaza lentamente hasta la mitad de un pasillo, como esperando que lo tomen por detrás para ayudarlo. Así sucede. Lo dejan al lado de una pared de ladrillo que está llena de luces, imágenes, lámparas y flores. La mira sin detenimiento; ha visto muchos sitios así, donde sus boleros sonaron una y otra vez acompañados de euforia y alcohol.
Evolución:
"Vivía en un pensión en Bogotá, trabajaba vendiendo libros. Allá conocí a una chica que se hacía llamar Janeth La Exótica. Como era estriptisera me invitó a donde bailaba. Esa noche había unos muy buenos músicos que aceptaron que yo cantara dos temas, uno fue Negrura y el otro...se me olvidó. Más tarde, nos dirigimos al Microclub Los Chaparrales y tocamos la puerta en clave para que nos dejaran entrar: tantararantan tan tan", entona y marca el ritmo con sus manos.
"Allá llegó un señor que preguntó, en voz alta, quién se quería ir para Quito, Ecuador, y grite, ¡yo! Arrancamos a la mañana siguiente y empecé a vender artesanías, discos y otras cosas", vuelve a levantar las cejas.
La suerte se entrometió en el poco equipaje con el que llegó al país vecino. Consiguió trabajo en un local nocturno que visitó Alfonso Ramírez, empresario de Discos Fuentes. "Tú tienes una voz aguardientera", le dijo cuando lo escuchó cantar y también lo invitó a Medellín.
Pidió plata prestada y se devolvió para Colombia. "Lo fui a buscar a su disquera y me dijeron que estaba ocupado hablando con alguien en Londres, pero les respondí: ¡si no me atiende, mañana vengo y le hago una huelga de hambre!".
Dice que lo grabó, por grabarle, Qué quiere esa música esta noche, canción que Ricardo le había escuchado a José Feliciano. Confiesa que en su voz sonó, aunque no vendió y "cuando Rodolfo Aicardi la volvió a grabar, la pegó".
Antecedentes:
"El Joe Arroyo y yo fuimos muy buenos amigos, nos conocimos desde Discos Fuentes. Con Rodolfo Aicardi no tan buenos, no le gustaba tenerlos. Seguí mi camino".
Hábitos:
"Él en un día normal se la pasa descansando, asiste a sus terapias, a las citas médicas y le gusta la televisión. Conserva sus elepés, pero no le gusta ver sus homenajes porque se entristece. Se le salen las lágrimas cuando recuerda su carrera en las entrevistas. De vez en cuando le ponemos alguno de sus éxitos, es mejor evitar", cuenta Marta Cecilia Marín, su exsuegra y con quien Ricardo se volvió a encontrar después de divorciado, por capricho de la vida, para que lo cuidara en la enfermedad.
Registro de medicamentos:
Es alérgico a las canciones Cuánto te debo, De qué presumes, Se acabó, Por amor y Con eso me pagas. Reacciona con llanto cada que las escucha. Se indica ponerle dosis diarias de músicos caleños. Según él, son los mejores de Colombia porque "tienen ritmo, sabrosura y cheveridad".
Recomendaciones:
Conservar el sentido del humor y seguir diciendo la verdad. "Me enamoré de una pereirana hace muchos años. Eso era grabando, enamorando y cantando. Me casé y la llevé a Miami. Quería tener un hijo, era mucho menor que yo; confieso que le dije que era estéril y ¡era cierto! Nos separamos... hasta ahí les voy a contar la historia".
Examen segmentario:
Estado físico- manifiesta que quiere mejorarse de la osteorporísis y espera que le operen la cadera para "poder volver a caminar".
Estado mental- solo lo aqueja un pensamiento: "vivir, vivir muchos años más".
Del despecho al hecho hay poco trecho
Artistas de música popular recaudaron fondos para Ricardo Fuentes con un concierto en su homenaje.
Jhonny Rivera: "Hoy por ti y mañana por mí. No sabemos si algún día vamos a necesitar de nuestros colegas. Tengo una relación muy bonita con Ricardo y un día cuando lo fui a visitar a Pereira lloré porque lo vi muy mal. Ya está mejor".
Luis Alberto Posada: "Estoy muy complacido con el concierto que se hizo en Pereira y con este, por supuesto. Admiro a Ricardo porque es un gran cantante y un gran hombre".
Francy: "Lastimosamente nuestro gran amigo ya no nos puede deleitar con su voz, pero sus fanáticos y nosotros lo apoyamos. Hay que aprenderle porque ha sido siempre elegante e impecable".
Albeiro Patiño: "Para mí es un honor cantarle a Ricardo sus boleros. La canción Un regalo es la que más me emociona porque por ahí dicen que es la preferida de él. Es un artista tan sencillo y capaz".
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