Sentados en una sala del Hotel Varuna, Cristina Toro y Carlos Mario Aguirre, integrantes de El Águila Descalza, hicieron una radiografía de su Historia Clínica, título de su más reciente obra, con la que se presentarán desde hoy y hasta el próximo sábado, a las 8:00 de la noche, en el Teatro Los Fundadores.
Desde el momento en que el médico lo recibe con una palmada en la nalga, hasta la despedida en su estado terminal, el ser humano siempre estará relacionado con el dolor y la enfermedad, temas que por espinosos que sean, no dejan de ser pretexto para la nueva comedia del grupo antioqueño, que ha tenido una acogida multitudinaria en Medellín, donde ha agotado boletería desde febrero del 2014.
El tema de la salud en un país como Colombia es para El Águila Descalza la oportunidad de unir lo cómico y lo trágico, extremos que siempre estarán relacionados y que desde esta radiografía teatral permiten al espectador tomar distancia y divertirse.
Desde la óptica del humor, Cristina y Carlos Mario ilustrarán en el escenario ese sentimiento tan humano del terror hacia la enfermedad y la muerte, haciendo un recorrido por las instituciones hospitalarias, las reacciones de la familia frente al enfermo, los trámites con el difunto y algunas de las situaciones inesperadas y desconcertantes que está produciendo de las enfermedades más comunes de esta época: el mal de Alzheimer.
- ¿Qué enfermedades han sufrido en la familia?
Cristina Toro (CT): Enfermos por la tierra nuestra, por nuestros orígenes, es un arraigo que viene en la sangre, que nos ha permitido el reumatismo, el mal de tierra (risas), y todas las afecciones del corazón, sobre todo un cerebro que, de tanto ver todo, lo ha olvidado.
Carlos Mario Aguirre (CMA): Mi enfermedad, mi alivio, mi salud es Cristina.
- ¿Qué enfermedades padecen?
CT: El mal de amor y el bicho seco (risas). Soy tan aliviada... Si vieras. Sería muy bueno elegir las enfermedades a la carta como si fuera uno a un restaurante, pedir que le dé a uno por ejemplo una lepra con leishmaniasis; de postre un mal de San Vito y un beri-beri.
CMA:Soy una enfermedad andante. Tengo el hipocondrio inflamado, a mí me mientan una enfermedad y se me pega.
- Alguna actividad física
CT: Todos los días hago una rutina de caminar. Acá estoy observando por dónde me voy a echar a rodar por estas lomas. Siempre hago estiramientos antes de la función.
CMA: Dormir.
-¿Cada cuánto asisten a control médico?
CT: Voy cada seis meses, estoy yendo a contribuir a la deuda del apartamento de mi internista.
CMA: ¿Usted cree que un médico lo va a curar a uno, que un médico se va a quitar esa renta de encima?
- ¿Han tenido cirugías?
CT: Yo soy de la época de Medellín sin amígdalas, me salvé de la Medellín sin úteros, sin vesículas, que es el lema actual, no sé sí en Manizales esté de moda. En la época mía, las amígdalas eran un artículo superfluo y había que sacarlas, no me salvé de eso, fue el primer helado que me dieron en mi casa sin echar cantaleta.
CMA: Yo sí he tenido varias operaciones, operación retorno, Operación trueno, que me traumatizó, la novela de James Bond escrita por Ian Fleming, y Apocalisis 2.
- Una vida sexual responsable
CT: Por supuesto … Y qué es eso (risas).
CMA: Yo soy un irresponsable sexual.
-¿Qué les duele?
CT: Muchas cosas, el dolor de la gente, tantas cosas elementales de nuestro pueblo que están sin resolver.
CMA: El dolor.
- ¿A qué son alérgicos?
CT: A nada, me puedo tomar un cóctel de ácido acetilsalicílico con bromuro de cobre y me cae muy bien.
CMA: Soy la alergia misma, levantan una cobija y comienzo a estornudar, cualquier cosa me brota la piel, soy alérgico a la alergia.
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