El Costurero visto por el hijo de su autor

El humor característico y caricaturesco de Rafael Arango Villegas lo llevó a las tablas el Tich. Ayer en el auditorio Carlos E Pinzón de la Cámara de Comercio de Manizales presentaron la obra El Costurero, que retrata la vida y costumbres de la capital de Caldas de 1950.
La función de ayer fue en homenaje a Eduardo Arango Restrepo, destacado empresario manizaleño, quien apoyó al grupo en la década de los ochenta, tanto así que su director Rodrigo Carreño se refería a él como el papá del Tich. 
El Costurero fue el  escenario  para que Catalina le contara a Julia  las anécdotas de su reciente viaje a Europa, con un final inesperado que refleja con fino humor la apariencia de la “alta” sociedad de la ciudad.
"Fabulosa, una interpretación fiel, yo que conozco los personajes a los que citan en la obra me los gocé el doble que ustedes que están tan jóvenes. Deseo que el grupo haga el montaje de Bodas de Plata, otro texto de mi papá", dijo don Eduardo, que se rió durante toda la función con los embustes de Catalina, quien por desconocimiento citaba en la narración de su viaje personajes que ya fallecieron o lugares que estaban ubicados en otros países que ella mencionaba. Fueron 30 minutos en el que cuatro actores entretuvieron a la familia Arango Restrepo y sus amigos.