
Luego de perseguir narcos en la producción La reina del sur, en el papel del agente de la DEA Willy Rangel, y recrear a Gustavo Gaviria (primo de Pablo Escobar) en la serie Escobar, el patrón del mal, ahora veremos a Cristian Tappan en el papel de Roberto Aristizábal, el padre de Seleni, la protagonista de La Promesa. Se trata de un hombre que a pesar de ser apuesto, su dependencia al alcohol hace que aparente más edad de la que tiene y su imagen se antoje bastante descuidada. Este individuo, al que dejó su esposa, es un agente de investigaciones de la Policía, trabajo que adoraba, pero a causa de su adicción ha descuidado sin poner mucho empeño. Su hija caerá en una red de trata de personas y no descansará hasta liberarla, para lo cual se vale de su experiencia como policía. “Es un personaje que te muestra lo humano, porque todos tenemos vicios y caídas, pero también mostramos que se puede salir”, comentó Tappan, quien adelantó que luego de hacer dos series seguidas acerca de temas bélicos, incursionará en la comedia para un nuevo proyecto, que se realizará el próximo semestre. LA PATRIA habló con el actor, a propósito de su nuevo personaje en la televisión nacional, a partir de mañana. Preparación - ¿Cómo fue la preparación de su personaje? Por tanto trabajo no he tenido casi tiempo de hacer una gran preparación de los personajes. Este me llegó después de terminar otro proyecto. Me clavé y me encerré en mi estudio. Obviamente el primer trabajo del actor es observar y he visto esos comportamientos de un alcohólico o de un borracho. De repente uno tiene un amigo borrachín y cosas de esas, y de allí se adoptan comportamientos. Tenía la historia en las manos y pude ver las diferentes evoluciones del personaje, acá entregué mucho el corazón. En muchas escenas quedé devastado, diciendo me quiero ir ya. -¿Se identificó de alguna manera con él ? Sí, por el amor por los hijos. Cuando llegaba de hacer grabaciones donde no tenía cerca a Seleni (hija del policía), y le afectaba a mi personaje ese hecho, llegaba a mi casa, abrazaba a mis hijos y decía: el amor de padre es muy poderoso. - Con sus hijos de 1 y 4 años, ¿hacen plan familiar para ver las producciones en las que sale? No mucho porque es Escobar, La Bruja, La Promesa, no he podido. Mi hija veía la entrada de Escobar, y decía “la serie de Andrés Parra no la puedo ver”. Ella misma se censuraba, era consciente de que ese tipo de cosas no las puede ver. Con mi hija a veces le agarraba la mano, nos sentábamos a ver la serie y le explicaba, pero ha sido complicado por todo el fenómeno de bombas, muertos, violaciones, entonces esta también va a ser censurada porque tiene contenido violento. -¿Cómo fue haber grabado en Las Lomas, un barrio de Medellín con tanto agite social? Llevo 31 años haciendo televisión y he grabado en una cantidad de barrios del país en todos los estratos. Para mí no hay un significado especial, lo primero que uno tiene que hacer al llegar allá es hacerse parte de la gente, así lo hicimos, y las personas del barrio nos adoptaron. - ¿Qué se viene luego de este proyecto? Todavía no se puede decir, es una sorpresa que tenemos para segundo semestre con el canal. Pero adelanto que vamos a hacer comedia, después de tanta cosa truculenta como Escobar y La Promesa. Pasar de esto a comedia es también relajante para uno. Su vida -¿Cuál ha sido la etapa más difícil en su carrera? La televisión mexicana fue un espacio muy pequeño, pero me reconfortó haberlo logrado y haber podido estudiar. Fue muy difícil porque no creían en el actor, y como nunca he sido de 1.80 metros de estatura, fornido, musculoso, guapetón, pasé de muy flaco y muy gordo, entonces se me hizo más complicado. Cuando en un momento decidí, luego de crecer en las pantallas, sentí que por el hecho de haber nacido en México y ser hijo de un productor mexicano tenía una puerta abierta en ese país, pero créanme que fue muy difícil. - Se ha hablado mucho de su aumento de peso en medios faranduleros... Desde el último día que me pesé, todavía haciendo Escobar, agarré la báscula y dije, vamos a ser varones: marcó 86 kilos, y mido 1.73 metros, un sobrepeso bárbaro. Dejé Escobar y con solo volver a mi casa, bajé 3 kilos. Comer bien, la familia, todo eso, y ahora con dieta llevo 6 kilos menos. Hablando de Escobar, se ha sabido que el ambiente de grabaciones era muy rumbero, sobre todo por su amistad con Andrés Parra... Sí. Llegó un momento que éramos como 20 hombres entre reparto y gente de la producción viviendo de hotel en hotel, cada uno con sus problemas, las esposas, las novias, los hijos, las distancias, comienza como a bajar un poco el ánimo. Entonces nos reuníamos a comer, a tomar alguna cervezas. Supimos los problemas de todos, hablamos, nos dimos consejos, hicimos una familia muy bonita y eso se notó. En breve Un secreto Me gustan los juegos de video La mejor anécdota en La Promesa Me tuvieron que ahogar en un lavadero natural y la escena casi que no sale. La tuvimos que grabar como 20 veces porque eran varios planos, y el agua era helada. Fue una prueba dura. ¿Del elenco de La Promesa, con quien se la llevó mejor? Con Jorge Soto. Hicimos una buena recocha, nos entendimos muy bien. Una promesa que no haya cumplido... Ir al gimnasio y hacer ejercicio es la única promesa que no he podido cumplir. También he prometido dietas y ejercicios. La historia Ana, Frida y Seleni, son tres bellas jóvenes que caerán en el engaño cuando les prometan alcanzar la vida soñada. Su inocencia, sumada a la ilusión por querer superar la dura vida que cada una tiene, será aprovechada por personas inescrupulosas que las adentrarán en una red de prostitución de la que les será imposible escapar.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015