Cartas a Pedro Petrá, 160 lecciones de vida

Reseña

Jorge Eliécer Zapata

LA PATRIA | SUPÍA

Jorge Eduardo Carvajal Ospina, educador y escritor nacido en Anserma, se ha dedicado desde siempre al ejercicio del teatro, a la investigación histórica y a las buenas lecturas. Suyos son entre otros los libros Historia del Instituto Técnico Industrial, escrito en compañía de Carlos Alberto Osorio Ortiz; Festival Municipal de Teatro TEAN de Anserma, y La Colina de Robledo y su arquitectura, todos trabajos sobre su pueblo natal buscando recuperar para los tiempos futuros, los procesos de su comunidad. Ha alentado las vocaciones artísticas de los jóvenes y ha pulido los talentos de mucha gente. Se ha formado él mismo en el ejercicio de la palabra en diversos géneros haciendo muy visible su trabajo intelectual.

El año pasado publicó el libro titulado Cartas a Pedro Petrá, una serie de misivas dirigidas al público de cualesquier parte del mundo, pues en ellas envía los mensajes que su profesión de maestro dirige a sus muchachos ya que son un complemento o una orientación para la vida. Apoyado en pensamientos universales que corrigen las fallas humanas o proponen los logros como ejemplos, Carvajal lleva de la mano a los lectores por un viaje sobre el juicio que todos los seres debemos mantener para alcanzar metas soñadas formando una sociedad éticamente posible con el propósito de alcanzar los sueños y hacer más ordenada la cotidianidad.

Centenares de personalidades del mundo, desde la época de los clásicos griegos, las figuras emblemáticas de la biblia hasta la literatura moderna y los grandes hombres de ciencia, sirven al profesor Carvajal para analizar el difícil ejercicio de vivir de las gentes de nuestro tiempo, absorbidos como estamos por las cosas momentáneas, por las naderías, por lo que crea momentos de fácil pasar sin el esfuerzo de la inteligencia y la disciplina. Un repaso de la historia universal para saber cómo ha sido el hombre de ayer y el hombre de hoy, y como hemos errado de la misma manera con muy pocas intensiones de rectificar los pasos.

Pedro Petrá somos todos entonces cuando la indiferencia nos invade, nos llena y encontramos que carecemos de metas o propósitos para hacer de la vida, corta por demás, un pasatiempo improductivo. Nos invade el temor por la disciplina y somos incapaces de hacer de la voluntad un punto de partida para lograr un futuro cierto. Lo es para el niño con padres indiferentes, para el adolescente con maestros sin vocación y sin sueños, para el adulto que cree llenar en su madurez las ausencias vividas en la juventud, e igualmente lo es para el anciano que bota la experiencia recogida en cosas sin fundamento como el juego, el licor, la mala conducta.

Cartas a Pedro Petrá es una lección de vida, serena, íntima, juiciosa, pero a veces, la gran mayoría, amarga, pues en cada una de estas 160 cartas nos vemos retratados, o por lo menos está uno de los nuestros, casi siempre cercanos y rodeados de los afectos más fuertes. El género epistolar es escaso sobre todo en los tiempos modernos ya que hay clásicos sobresalientes en la literatura universal, pero ahora los medios de comunicación electrónicos nos hacen uno a todos. En épocas pasadas la carta era una manera íntima de llegar al otro, y desde luego de buscar rectificaciones, de moralizar, de compartir estados de alma, de hacer de la ternura y el amor un lazo irrompible. Este libro, único en la producción intelectual regional, está lleno de valores, de grandes enseñanzas sin llegar a ser perfecto desde luego y teniendo casi nada de una obra de auto superación. Es una obra de ingeniosa creación.

CARVAJAL OSPINA, Jorge Eduardo. Cartas a Pedro Petrá. Taller Artesanal, Anserma, Caldas, 2015. Pp. 376.