La presentación de diapositivas es una modalidad que, a pesar de tener muchos años entre nosotros, continúa vigente. Claro que, con el paso del tiempo, fue actualizándose y hoy existen miles de recursos digitales para crear y agregar contenido a nuestras presentaciones.
Las diapositivas pueden utilizarse en ámbitos diversos como el educativo o el laboral. Sin embargo, el objetivo siempre es el mismo: transmitir un mensaje a la audiencia y mantenerla interesada en él.
Para lograr la atención constante, existen ciertas estrategias que podemos aplicar. En esta nota, repasamos algunos consejos que nos permitirán mantener la concentración de nuestros espectadores.
Como dijimos, la presentación de diapositivas se actualizó con el tiempo y del antiguo formato solo queda el nombre. Hoy, todo se realiza de manera digital con software especializado desde el cual podemos obtener resultados originales y atractivos para nuestra audiencia.
Si bien existen diversos programas, es recomendable buscar plataformas online. Este tipo de software, nos permite no solo diseñar una presentación de diapositivas original y entretenida, sino también almacenarlas en la nube y acceder a ellas desde cualquier dispositivo con internet.
Un error habitual, que suele acabar con la atención de la audiencia es abusar del texto en las diapositivas. Las presentaciones deben ser accesibles, escaneables, fáciles de comprender y, sobre todo, atractivas gráficamente.
Lo ideal es que acompañen nuestra exposición oral, en lugar de que contengan toda la información. Para ello, resulta esencial sumar al texto recursos gráficos —imágenes, videos, — que ilustren y ayuden a la comprensión del mensaje.
También, es clave que el texto pueda leerse fácilmente. Para ello, resulta muy importante elegir fuentes legibles y claras.
Muchas veces, en el afán de resultar originales o estéticos, incluimos fuentes que interrumpen la lectura y, por lo tanto, se pierde la atención del espectador. Si deseamos que nuestro mensaje llegue fácilmente a la audiencia, es clave utilizar fuentes que sean accesibles fácilmente.
Otro aspecto esencial para crear presentaciones atractivas es que sean fáciles de ver. Con esto, nos referimos a que no dañen o fuercen la vista del espectador con combinaciones de colores que desvíen su atención.
Es importante elegir colores claros de fondo y oscuros para las letras o viceversa para que contrasten correctamente y puedan ser accesibles a la distancia. Esto es clave porque muchas veces el público es numeroso y debe ser legible para todos.
Por último, es clave equilibrar la información de la presentación con la que exponemos oralmente. Resulta esencial que ambas se complementen para transmitir un mensaje concreto y claro y que nuestra audiencia se focalice en él.
Para ello, es recomendable combinar los recursos de manera equilibrada: la información concreta con elementos dinámicos o entretenidos, texto con gráficos, información dura con elementos decorativos e ilustrativos, etc. Esta mixtura, en su justa medida, garantizará que nuestra audiencia entienda el mensaje y se mantenga interesada durante toda la exposición.
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