
Tatiana utiliza otro nombre para ingresar a las discotecas y sitios a los que solo ingresan mayores de edad. Su identidad ficticia es Valentina Ríos, de 22 años.
Por lo menos así lo constata la contraseña falsa que porta desde hace más de un año. Adquirió el documento en unas vacaciones que pasaba en Bogotá, en el sector de Chapinero. Un amigo de un amigo le recomendó hacer la vuelta. Solo necesitó entregar una foto suya y 35 mil pesos.
Con este papel, supuestamente ella ha ingresado a algunos bares de Manizales. "En unos me han 'pillado' que el documento es falso, en otros me dejan entrar. En otros ni me piden identificación. Uno se sabe los datos de memoria", explicó la muchacha, que en realidad tiene 16 años y quien aseguró ser conciente de lo que le podría pasar si la coge la Policía. "Hasta ahora no me ha pasado nada con las autoridades, pero sé que es un delito porque estoy suplantando una identidad, podría recibir un castigo... Lo que sí tengo claro es no le diría a las autoridades cómo la conseguí", agregó.
La joven admite que hizo la "vuelta", porque así se siente más adulta, va con sus amigos a todas partes y está a la moda.
Momentos de adolescencia
Para el psicólogo Eduardo Henao este comportamiento obedece a un deseo de independencia, liderazgo y reconocimiento. "En la adolescencia hay un desarrollo del yo grupal, por lo que actitudes como estas les eleva el ego, los hace sentirse más personas. Buscan un reconocimiento y se aíslan de sus padres", explicó el profesional.
Según la Policía Caldas, lo primero que se debe establecer es que las contraseñas no sirven como documento de identificación. "Es solo un protocolo, un trámite necesario para sacar la cédula de ciudadanía. Muchos sitios públicos son laxos con la norma", manifestó un uniformado.
En lo que va corrido del 2012 se han reportado dos casos relacionados con este asunto. El primero ocurrió a principios de enero: un hombre fue capturado en inmediaciones de El Cable con 30 contraseñas falsas. El segundo hecho ocurrió en Anserma: dos chicas menores de edad fueron sorprendidas portando documentos que no correspondían a su verdadera identidad.
El tema, sin embargo, resulta más complejo. Consuelo Lourdy, registradora de la ciudad, indicó que la elaboración de contraseñas falsas es muy común. "Es que es solo un papel, es muy vulnerable, lo pueden fotocopiar, escanear. En esta oficina todavía no nos ha tocado denunciar casos. Cuando es suplantación de identidad llegan para tramitar la contraseña haciéndose pasar por otra persona y no cuentan con que las huellas dactilares se puede verificar quién exactamente es la persona", reveló la funcionaria.
Fue justo por la facilidad de falsificar estos documentos, que entró en vigencia en el 2010 la renovación de las cédulas antiguas por la amarilla con hologramas. "Es muy segura. Con esta se busca que haya un documento de identidad más confiable. Confiabilidad que no da una contraseña", agregó Lourdy.
No se ponga de ilegal
Nelly, mamá de Andrés Felipe, un pelado de 15 años, señaló que "gracias a Dios" a su hijo no le gusta salir a la calle. "Del colegio a la casa, de la casa al colegio. Desde muy pequeño es muy maduro y sé que no le interesan esas cosas".
Contrario a lo que piensa Ana. Ella es la madre de un adolescente de 16. "Ya no sé qué hacer con él. Hasta tiene antecedentes. La Policía lo cogió el año pasado por estar después de las 11:00 de la noche en la calle. No creo que use contraseña falsa", sostuvo la señora.
Mauricio Arturo Franco, secretario de Gobierno de Manizales, puntualizó que con solo encontrar a un menor de edad en un establecimiento que se expenda licor, este se sellará inmediatamente. "Hay varios problemas. Algunos lugares no dejan entrar a los menores, estos, entonces se quedan tomando en la calle hasta altas horas de la noche. Otros lugares son permisivos con las reglas y los entran sin mucho rigor. Por último están los menores que andan armados (armas blancas, de fuego y otras)", informó Franco. Cada asunto tiene su propio conducto regular. En los tres, sin embargo, responden los padres de familia.
"Todos los fines de la semana, integrantes de la Policía y de la Secretaría de Gobierno realizan controles en la denominada 'zona rosa' (El Cable y Milán) y otras zonas de la ciudad para evitar, entre otras, los menores de edad en la calle. El tema de la contraseña es común", enfatizó el secretario.
Casos y casos
Claudia, Paula y María no quieren perderse las rumbas de los fines de semana en las discotecas. Por eso, a través de un amigo, que recién cumplió 18, se contactaron con un adulto que les tramitó una contraseña falsa.
"En una semana nos las entregó. Ya era solo cuestión de aprenderse el numerito, pegar la fotico, poner cara de seria en las 'discos' y repetir el número frente al portero", relató una de ellas.
Coinciden en que a veces es peligroso portarla, debido a que en ocasiones le han visto fallas. "Una vez me salió una que en la parte donde va la huella apareció la cara de un perrito. "El señor que las saca dijo que lo más demorado era falsificar la huella, pues el resto del papel se lo consigue sin ningún problema" , concluyó Claudia.
En la legalidad
El proceso para tramitar una contraseña real en la Registraduría tarda por lo menos 15 minutos, como lo comprobó LA PATRIA al acompañar a una joven a hacer el procedimiento. Lo más demorado fue la toma de las huellas. Una madre de familia que acompañaba a su hija manifestó que es mejor hacer las cosas al derecho y evitarse problemas. Agregó que cuando su hija era menor de edad solo la dejaba salir fiestas del barrio.
La ley
Según el Código de Policía y el Código de Infancia y Adolescencia estas son las sanciones para quienes falsifiquen o porten documentos que no les pertenecen:
Pregunta: soy menor de edad y le pido prestada la cédula a mi hermano. Si la Policía llega a la discoteca y descubre que esa cédula no es mía, ¿qué me puede ocurrir?
Respuesta: lo primero es que te retiran del lugar. Depende del caso podrían hacerte tomar un curso educativo o prestar servicios comunitarios.
Pregunta: soy menor de edad y un amigo me hizo una contraseña falsa. Si la Policía se da cuenta, ¿qué me puede pasar?
Respuesta: esto es una contravención que se llama uso de documento falsificado. La sanción puede ir desde amonestaciones educativas hasta penas privativas de la libertad en un centro de atención especializada designado por el ICBF.
Pregunta: soy menor de edad y hago contraseñas falsas para venderlas. Si me agarran en esas, ¿qué me puede pasar?
Respuesta: a esto se le llama falsedad personal, puede generar desde amonestaciones educativas hasta penas privativas de la libertad en un centro para menores de edad.
Visión de experto
Andrés Mauricio Cano Rodas, docente del Instituto de Familia de la Universidad de La Sabana, opinó que esta situación no se debe mirar solo como que los jóvenes quieran madurar más rápido, sino que buscan experimentar nuevas sensaciones debido a un afán de aceptación de sus compañeros, que muchas veces viene acentuado por la poca participación de los padres en sus vidas.
"Ese afán de aceptación tiene como componente el tratar de demostrar que son más capaces o maduros de lo que parecen y para eso toman actitudes que podrían interpretarse de adultos, pues eso querría decir que ya no son niños y por lo tanto pueden tener un ascendiente hacia los demás", explicó.
En este caso, es importante que los padres acepten a sus hijos tal como son, demostrándoselo con el interés por sus cosas y por lo que hacen, y buscando siempre lo mejor para ellos. Si hay dicho interés, los padres sabrán llamarles la atención por una situación como la de comprar y usar contraseñas falsas.
Redacción: Isabel Vallejo Jiménez
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