¡Que no se la monten!

¿Bullying? "Estoy segura de que me la montaban porque no les respondía ni les decía nada. Generalmente escondían mis útiles, mientras no estaba en el salón, me decían 'piojosa', 'chuchenta', me insultaban, se burlaban de mí cuando salía al tablero o participaba", contó Ángela María Duque, una joven que hoy cursa once grado en un colegio de Manizales, quien padeció esta difícil situación.

Sus agresores: tres compañeros de clase. Tiempo del hostigamiento: primer semestre del año. Consecuencias: deserción escolar por tres meses en el 2009. Mensaje: "siempre busquen ayuda, no se dejen. Hoy lo veo como una etapa de la vida y entiendo que esos muchachos eran inmaduros", agregó la chica, de 16 años.

Problema

Es que el bullying, en inglés, que en el español encierra palabras como matoneo, acoso, robo, chantaje, amenazas, violencia física, verbal, psicológica y virtual en el aula, parece ser más frecuente de lo que se cree.

Incluso, la especialista en orientación y desarrollo humano y autora del Proyecto Pedagógico de Convivencia Antibullying, Liliana Marín, aseguró que siempre ha existido. "Lo que pasa es que no se le ha prestado la atención necesaria al tema", dijo. De ahí, que quienes han sido víctimas, generalmente resulten huyendo de la institución donde estudian, disminuyan el rendimiento escolar u opten por el suicidio en el peor de los casos. Son pocos los que se atreven a contar.

Pero, "¿a qué se debe que un chico se la monte a otro sin motivo aparente?", preguntan con voz sigilosa muchachos de diferentes instituciones educativas cuando se les toca el asunto.

A lo que Liliana siempre responde: "en el fondo es intolerancia. Es que los muchachos de hoy no tienen el acompañamiento de sus familias, no tienen valores tan esenciales como el respeto, incumplen las normas, son vulnerables", dijo.

Por ejemplo, el maestro Santiago Pérez, exdocente de la Institución Educativa Nuestra Señora del Carmen, afirmó que el bullying es como la envidia o cualquier otro sentimiento. "Siempre que haya un grupo reunido, en menor o mayor grado, se va a ver el acoso. Es tan común, que va desde una mirada hasta un golpe".

Pérez expresó que le tocó presenciar e inmiscuirse en uno que otro encontrón a las afueras del plantel, sancionar al responsable de la agresión; sin embargo, destacó que el diálogo es primordial para evitar potenciales rencillas.

En estudio

María Aracelly López, secretaria de Educación del municipio, manifestó que en el área de competencias ciudadanas y convivencia de su cartera se está recolectando información sobre la problemática. "En qué tipo de instituciones está más arraigado. Buscamos focalizar la población para trabajar junto con la Secretaría de Salud en temas como la relación consigo mismo y con el otro. El objetivo es puntualizar en los orientadores, agresores, afectados, líderes estudiantiles y padres de familia", aseguró.

Algo similar se teje en el colegio La Gran Colombia, en la que cinco peladas de once desarrollan un proyecto de gestión basado en este cuento. "Lo empezamos hace poco. Nos dicen que hay un caso detectado que ya está siendo tratado por la sicóloga. Buscamos que a los compañeros que les interese el tema se vayan uniendo en un grupo de lectura, en el que también se hablará de soluciones, pautas y recomendaciones", dijo Marisol Salazar, una de las integrantes del equipo.

Los estudios realizados por la Universidad de los Andes indican que en Colombia 1 de cada 5 estudiantes son víctimas del matoneo en todas sus formas y que este problema presenta unas cifras elevadas en las regiones caracterizadas por la presencia del conflicto armado.

Sin repetición

Que el caso de Ángela María no se repita en los salones es una tarea de todos. Ella prefirió retirarse de la institución tras tanto acoso. Le contó a su director de grupo su lío y este, según lo revela, fue el supuesto actor conciliador de este mal capítulo de su vida. "Creo que él tuvo mucho que ver, porque regresé al colegio tras recibir mucho apoyo familiar. Cuando entré ya no me molestaban y el muchacho que lideraba todo se salió un mes después de mi reingreso", concluyó.

Que quede claro

El acoso en la escuela es un comportamiento que incluye ataques físicos, verbales o virtuales por parte de niños, adolescentes o grupos con más poder hacia otro que aparenta ser más débil en términos físicos o sociales.

Por ejemplo, un chico mayor intimida a otro menor que es gordito y lo hace a través de burlas y bromas pesadas. También puede incluir apodos ofensivos o discriminación para pertenecer a un grupo.

Esto también se caracteriza por amenazas, violencia física y chismes o rumores sobre la persona que es atacada. En los correos electrónicos, las salas de chat y las redes sociales también se presentan acosos u hostigamientos.

* Tomado del Proyecto Pedagógico Convivencia Antibullyng.

Reconozca a

Los acosadores: por lo general son los niños o adolescentes que aparentan estar seguros de sí mismos y tener cierto liderazgo, pero en el fondo tienen problemas serios como depresión provocada por situaciones en su casa o escuela. Algunos, con frecuencia han sido víctimas de abuso psicológico y físico y por eso disfrutan controlando y dominando a otros.

Las niñas que acosan a otras niñas lo hacen la mayoría de veces a través de palabras, los niños, con violencia física.

Las víctimas más comunes: Los más tímidos, pasivos, los que tienen menos dinero, son de diferente raza, son de otro país o los que tienen pocos amigos.

En todo el país

“El bullying es una dinámica de grupo y solo se logra mejorar si se trabaja en equipo. Los cambios más profundos ocurren cuando los que están alrededor reconocen que eso no está bien y deciden frenarlo”, le explicó Enrique Chaux, especialista e investigador de la Universidad de los Andes a Colprensa. Chaux es líder del proyecto ‘Aulas en Paz’ que trabaja este problema en varios colegios del país, en tres entornos: el aula de clase; con la familia del agresor y la víctima; y clubes heterogéneos en los que se reúnen estos dos factores.

Desde el aula

Reforzamiento de los valores: tolerancia, laboriosidad, solidaridad, autoestima, puntualidad, serenidad, etc.

Construcciones de proyectos de vida personales y colectivos.

Conversaciones generales sobre el bullying.

Participación de los padres de familia.