Foto | Darío A. Cardona | LA PATRIA
Tania Orozco, de 16 años, fue recibida muy bien en su nuevo salón de décimo grado, de la Institución Educativa Villamaría.
Isabel Vallejo Jiménez
Completa dos semanas en su nuevo colegio y sus compañeros ya le tienen sobrenombre a Tania Orozco: Bob Patiño, en referencia a un personaje de la serie animada Los Simpsons, que tiene como ella una cabellera crespa y algo alborotada.
Los hombres de su curso, además, cada que tienen un chance la piropean de la mejor manera. Nada de eso la intimida. "No me da rabia el apodo ni lo que me dicen, siempre y cuando no me irrespeten. Los cambios son buenos, porque te hacen flexible, adaptable y dejas los temores", cuenta la adolescente, de 16 años.
Es la tercera vez que Tania cambia de colegio. En el último, Pío X, del barrio La Enea, pasó los últimos seis años académicos hasta que por razones familiares tuvo que desplazarse a Villamaría. Allí comenzó otro ciclo en la institución que lleva el mismo nombre del municipio.
"Lo que más aplaudo de este centro educativo es la calidad de los docentes y de cada chico. Ya hice tres compañeras: Estefanía, Lady y Marylim. Creo que la clave para no sufrir cuando hay cambios está en no ser apegado a las cosas ni a la personas, siempre ser el mismo y no tratar de agradarle a todo el mundo", agrega la estudiante de décimo, quien aconseja que para evitar contratiempos, como rechazos u otro tipo de malos tratos, lo mejor es irradiar seguridad y dejar de lado las "confiancitas".
"Llegar a un espacio nuevo representa muchos cambios, por lo que es importante aprender a tolerar la frustación, tener capacidad de adaptación y manejar la inteligencia emocional. La madurez hace que los cambios sean menos angustiantes. Es muy importante trabajar el autoconcepto y la seguridad en sí mismo", opinó el psicólogo Jorge Hernán López.
Los cambios, para el profesional, son constantes durante el transcurso de la vida. Colegio, universidad, empleo, independencia, familia, ciudad..., "nos ayudan a crecer, a fortalecer lazos de amistad, a valorar más ciertas cosas, a construir el proyecto de vida, pero hay que tratar de que no sean muy constantes, pues no habrá arraigo, tradición, identidad", dice.
En la otra punta...
Al otro extremo de esta historia está Michael Heredia López, del Coseñora. Está matriculado desde hace nueve años en el mismo lugar y ni se le pasa por la mente renovar.
"Sería muy triste, ya que es mi segunda familia. El colegio me lo ha dado casi todo, aquí aspiro graduarme. Tengo amigos con los que disfruto cada clase y cada día es una aventura", cuenta emocionado el joven, de octavo grado.
Opinión que comparte Sarah Rodríguez, de Nuestra Señora de los Ángeles. "Con los años le he cogido cariño y siento identidad por el centro educativo. Si llegara el caso de cambiarme, tendría que ser por razones extremas, como cambio de ciudad o porque me ofrecieran mejores oportunidades académicas", indica la pelada de décimo.
Germán Villegas, conferencista y asesor de familia, advierte que los cambios frecuentes de escuela implican otras estrategias educativas, metas, maneras de enseñar, roles de autoridad y esto "genera inseguridades, falta de perserverancia, poco apego e inestabilidad. Si toca cambiar, toca, pero que no sea una constante. Es básico siempre ser auténtico", concluyó.
Así que las dos opciones están a la orden del día. En lo que coinciden los expertos es que cambiar de espacios es bueno y necesario, siempre y cuando, no se convierta en un hábito.
Cuando eres el nuevo
Parte de que no puedes caerle bien a todo mundo, así que no te esfuerces por hacerlo. Lo mejor es:
- Sonríe: Eso te abre muchas puertas.
- Identifica: Observa quiénes comparten tus aficiones y habla con ellos de estas cosas.
- Deja la timidez: Rompe esos silencios incómodos con humor y hazte presente, eso implica charlar y escuchar.
- Mesura: Hay grupos renuentes a los nuevos. No abuses de las preguntas ni insistas en ser incluido, solo muéstrate amigable.
- No tomes partido: En las discusiones, da tu opinión pero muéstrate neutral.
- Sé detallista: Haz algún favor simple o da algún consejo cuando sea útil y oportuno.
- Mantén tu personalidad: Nunca accedas a hacer algo que te disguste o te ponga en riesgo con tal de ser tomado en cuenta. Ningún grupo social vale tanto la pena.
- Usa tu radar: Reconoce a las personas conflictivas y no caigas en sus juegos o peleas. Mucho menos si eso implica enemistarte con otros.
- Busca amistades reales: No se trata solo de encajar, es una oportunidad de conocer gente interesante y afín.
* Tomado de www.menshealthlatam.com
Asumir o no cambios
María Fernanda Zapata, 8 años en la Institución Educativa Villamaría
No me gustaría cambiar, aquí estoy bien.
Marilym Patiño, un año y medio en la Institución Educativa Villamaría
Los cambios siempre son buenos. Se deben hacer cuando son necesarios, como cuando hay poco entendimiento con tus superiores.
Cristian Camilo Marín, 2 semanas en la Institución Educativa Villamaría
Estoy muy feliz, perdí el año y lo mejor era cambiar.
Traslado de colegio
Existen factores generales que llevan a los padres de familia a tomar la decisión.
- Cambio de situación o domicilio familiar.
- Mala adaptación del joven al entorno del colegio, aunque tenga buenas notas.
- Bajo rendimiento académico.
- Conflictos en el aula.
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