ISABEL VALLEJO JIMÉNEZ
LA PATRIA | MANIZALES
Marilyn Patiño, de 14 años, y Juan Diego Ramírez, de 13, no se conocen, pero si alguna vez se cruzaran en el camino, seguro no pararían de hablar y de hablar sobre política, religión, actualidad, ciencia y hasta moda.
Los dos tienen en común que leen muy a menudo, les encanta debatir y sentar su posición a cómo de lugar. Para lograrlo usan la argumentación como su mejor arma y con frecuencia son aplaudidos por sus compañeros de clase, que ven en ellos a jóvenes "muy tesos". ¿Cómo lo hacen?
"Es muy rico poder explicar mis ideas y estar segura de lo que digo. Hay que buscar un mensaje acertado para llegar a todos y si una de mis habilidades es argumentar, pues hay que prepararse para hablar sobre la crisis de Venezuela, por ejemplo", indica Marilyn, quien asegura que sus ideas también las plasma en el papel. Le gusta escribir y pertenece al equipo de prensa de su Institución Educativa Jaime Duque Grisales.
Juan, mientras tanto, es todo un literato. Integra un club de este perfil en el Colseñora y cada semana, los martes, comparte con sus compañeros los escritos de su autoría. Tiene gran capacidad de oratoria, incluso ganó un concurso municipal con un discurso al Bicentenario de Colombia, y está seguro que todo debe tener una razón sustentable. "Si no hay razón, no hay sentido", dice.
El médico y autor del libro Lectura rápida a su alcance, Édison Benavides, argumenta que cuando un muchacho lee, es un chico más emprendedor, preparado, nada influenciable, actualizado, productivo, hábil y con herramientas para salir adelante. "Aprende a clasificar, a decidir, a tomar partido y a formar su propio estilo".
Opinión que complementa el profesor de español Antonio Cadavid: "A un estudiante se convence más fácil cuando uno maneja diversidad de temas, por supuesto, que uno va a tener fortalezas y debilidades de conocimiento, pero estas se enriquecen con puntos de vista. Por eso el conocimiento no debe ser limitado, debe ser amplio, es importante mostrarles contrastes y hacerles entender que todo se transversaliza. Así entenderán que es necesario saber de todo un poco y eso los llevará a indagar y leer más".
Lo entiendo, pero...
El mensaje de conocer para hablar o escribir de algo es claro para Andrés Felipe Escobar, de 20 años. Sin embargo, admite que se bloquea y distrae cuando debe hablar en público, pese a considerarse bueno en redacción. "Lo que pasa es que no sé de todo, mis temas fuertes son medio ambiente y homosexualidad, pero quizás sí me falte ser más curioso para otras cosas", cuenta el también estudiante de la Jaime Duque.
Jorge Hernán López, psicólogo, sostiene que todos los seres humanos sienten temor y miedo. "Sobre todo cuando hay situaciones nuevas. Lo que hace la persona es acomodarse a la circunstancias y combatirlas. Funciona como un factor de protección que nos mantiene en alerta", explica.
Motivo por el que la profesional Noelba Calle advierte que la inseguridad se evita con preparación. "Si un adolescente va a presentar un examen y no estudió, va a sentir inseguridad; si no prepara la exposición, se sentirá con más nervios de lo normal, y si se aprende las cosas de memoria, se bloqueará con más facilidad".
Que te quede claro, es de acuerdo a tus intereses o gustos que puedes elegir un tema en el que te desenvuelvas muy bien, pero preocúpate por aprender de todo un poco y cada día, pues algo debe tener de veraz el adagio popular: "El que calla, otorga" y el recién patentado por Marilyn: "Al que habla, se le dan las oportunidades".
Antes de que sientas temor, pregúntate día a día
- ¿Sabe de lo qué va a hablar en público o con su grupo de amigos?
- ¿Practicó antes de llegar a escena?
- Piense antes de hablar, sino sabe del tema, escuche puntos de vista y active su don de la curiosidad.
- ¿Será necesario que use una hoja guía o el uso de apoyos, como una presentación en diapositivas o fichas?
- ¿Sabe a quién va dirigido el discurso?
- No se haga el sabelotodo, es mejor callar antes de quedar mal.
Prepárese para hablar en público
Hablar en público también requiere de una preparación física. Por ejemplo, ensaye el tono de la voz, respire fuerte y expire, haga ejercicios de relajación, mírese al espejo, hable duro, ensaye como si estuviera al frente de la gente.
Consejos
- Es importante que aprenda a manejar el movimiento de las manos. En ellas se descarga toda la energía, pues funcionan como una especie de pararrayos. Por eso muchos expositores siempre llevan consigo marcadores, apuntadores, lapiceros, hojas, etc. De seguro quien no lo usa, ya tiene mucha experiencia hablando en público.
- El atril es otro elemento que le sirve al expositor. Es como una especie de barrera entre el hablante y su público.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015