Supimos que...

Renuncia concejal
Pácora. El concejal Alberto Duque Gutiérrez, del Partido Conservador, renunció a su curul aduciendo motivos personales relacionados con su vida política y sus negocios personales. El político pacoreño fue el primer alcalde elegido por voto popular, lo reemplaza en su curul Ariel Grajales.

Reunión de vecinos de la vía
Manizales. Para el próximo 27 de enero está prevista en la capital caldense una reunión de propietarios de la zona y vecinos de la vía Salamina-Marulanda, con el propósito de hacerle seguimiento a las obras que se tiene previsto ejecutar en marzo en esa región del norte de Caldas. Se espera la presencia de congresistas, alcaldes y el secretario de Infraestructura de Caldas, Luis Alberto Giraldo. También se busca tramitar más recursos para completar el trayecto pavimentado entre las dos poblaciones.

Regreso a Roma
Manizales. El sacerdote caldense Humberto González, quien ostenta el título de monseñor por ser parte de la curia romana, regresará este jueves a Roma a sus labores habituales, al llegar a su fin el periodo de vacaciones que pasó con su familia en la ciudad desde finales de diciembre. Antes de partir y a manera de despedida celebrará hoy, a las 7:00 p.m., una misa en su casa del barrio Los Cedros.

Seguiría solo Sarmiento
Manizales. El escándalo de Odebretcht, la firma brasilera que confesó que se ganaba los contratos a punta de sobornos, tiene en vilo la continuidad de la construcción del tramo Ruta del Sol II, que es la punta del iceberg de las pilatunas de los cariocas en Colombia. El socio de los brasileros en esa concesión, con una tercera parte de la participación, es el grupo del banquero Luis Carlos Sarmiento, quien lo más probable es que termine quedándose solo con el proyecto, lo que al menos garantizaría que la obra no se paralice.
 

Cero quemados
Samaná. Muy complacidas están las autoridades y la comunidad del municipio, debido a que durante las festividades de Navidad y Año Nuevo no se reportaron allí casos de quemados con pólvora, pese a que como es habitual los samaneños celebraron la época sin ahorrar en entusiasmo, ni en comida, ni en licor. Buena esa.