LA PATRIA | MANIZALES
Las familias afectadas por el deslizamiento en el barrio Cervantes, de Manizales, en noviembre del 2011, temen que reine la impunidad y que al cumplirse cinco años de la tragedia se venzan los términos para acusar por lesiones personales a funcionarios y exfuncionarios de Aguas de Manizales y la Alcaldía.
Los representantes de las víctimas dieron a conocer ayer las inquietudes que les asaltan, al tiempo que criticaron la forma como el exalcalde, Jorge Eduardo Rojas, y el mandatario actual, José Octavio Cardona, les dieron la espalda.
Explicaron que el próximo jueves se debe llevar a cabo la imputación de cargos, pero temen que los abogados de los señalados aplacen la audiencia para después del 4 de noviembre. Por eso le solicitaron a la Fiscalía que evite eso.
Luis Fernando Rodríguez, afectado por el desastre, leyó una carta en la que pidió celeridad a la justicia penal debido a los fallidos intentos por lograr una conciliación con la Administración Municipal.
"Las pruebas técnicas dan fe y advierten claramente de las numerosas omisiones y negligencias que se presentaron".
Lina María Ocampo, otra víctima, aseguró que en estos cinco años han sentido frustración debido a las dilaciones, lo que provocó que se sientan revictimizados y engañados.
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