LA PATRIA | MANIZALES
En el barrio San Joaquín no solo se aguantan a los consumidores de estupefacientes que llegan de barrios contiguos a usar las escalas de la calle 26 con carrera 27, sino que cuando les piden que se vayan o llaman a la Policía, amenazan a los vecinos por querer tranquilidad.
Habitantes de la zona, a dos cuadras de la Parroquia, sostienen que los problemáticos provienen principalmente de Campoamor, La Isla y 20 de Julio, aunque también hay uno que otro que reside en San Joaquín.
Los denunciantes sostienen que una vecina fue víctima hace poco de los vándalos, a quienes les pedía que no fumaran allí. En respuesta le rompieron los vidrios de la casa y una vez vaciaron un extintor por debajo de la puerta. Esto provocó que hospitalizaran a la señora por los efectos del químico y por una caída al querer huir del ataque.
Algunos vecinos sostienen que llaman constantemente a la Policía, que atienden sus llamados, pero al otro día regresan los mismos consumidores a hacer de las suyas.
Los jóvenes se concentran especialmente entre las 7:00 de la noche y las 9:00 de la noche.
Son barristas
El coronel Mario Fernando Guerrero, comandante de la Policía de Manizales, sostuvo que más que consumidores, se trata de jóvenes integrantes de las barras de Once Caldas, que luego de ir a algún partido se reúnen a celebrar en el sector, ingiriendo licor y probablemente estupefacientes.
Añadió que tienen identificadas a estas personas, que adelantan la campaña Jóvenes a lo Bien, a través de gestores de convivencia ciudadana, con la que los encaminan a hacer un mejor uso del tiempo libre. En su mayoría son menores de edad.
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