LA PATRIA | MANIZALES
"Se pensaría que van creciendo, pero están es desesperados", fue lo primero que dijo ayer Luis Carlos Villegas, ministro de Defensa, a su llegada a LA PATRIA. Hacía referencia al Clan del Golfo, que en un ataque en el Urabá antioqueño, el miércoles, asesinó a ocho policías.
"Los terroristas funcionan de una manera difícil de controlar. Uno o dos pueden poner esa carga en una carretera desolada, en la noche, y nadie los ve. Parece que llevaba ahí varias semanas. Es una emboscada montada para ver quién caía. La sevicia con la que se actuó demuestra un odio por la forma en que la fuerza pública ha actuado contra el Clan del Golfo. Se hace para amedrentar al Gobierno. Vamos a reforzar, no nos iremos de Urabá. Se ofreció una recompensa de $40 millones", manifestó.
El jefe de la cartera estuvo en Manizales para promover lo que denominó la nueva etapa de la seguridad, en la que las preocupaciones sobre la paz dejan de ser prioridad al terminar el conflicto con las Farc. Participó en un Puesto de Mando Unificado en el comando de la Policía de la ciudad (ver información en la página 20).
"La ciudadanía deja de preguntar por el destino de los jefes de carteles o de las guerrillas, para indagar sobre cómo hace para que no le roben el celular en el bus, para que el hijo que viene desde la universidad no caiga en los tentáculos de la droga, para que la hija, camino a casa desde el gimnasio, no sea atracada. Les queremos decir a las personas que la Policía y las FF.MM. enfocarán su objetivo de protección y seguridad en las cuadras, el barrio, la vereda, la ruta del transporte, entre otros".
¿Por qué es tan fácil controlar el robo de celulares?, se le preguntó en una entrevista con LA PATRIA Radio.
"La prueba de que es muy difícil es que es mundial. A usted le roban el celular en cualquier lugar del mundo. Funciona como si fuera droga, como crimen organizado. Nos falta, en el eslabón de abajo, acusar al que se lo roba de concierto para delinquir y no de hurto, para que la pena sea mayor. Al mismo tiempo ser más eficaces en la red mundial. Tenemos cooperación con Perú, Ecuador y Panamá, pero poca con el mundo desarrollado. Se necesita más apoyo de los operadores, que la sostenibilidad de su negocio no está en la venta de minutos a toda costa, sino en la preservación de un negocio que no signifique ilicitud. Que controlen más".
Sobre la erradicación de cultivos de coca manifestó que las cifras del 2016, las más recientes, hablan de 53 mil hectáreas despejadas y que este año ya llegan a las 9 mil. "La resiembra no ha sido tan masiva como cuando se usaban otros métodos, como la aspersión aérea. En el sur está en 15-18%. ¿Por qué? Porque es de cultivos más extensivos y son de grupos mafiosos más poderosos. Tendremos 70 mil hectáreas este año. En sustitución vamos bien, 19 mil hectáreas certificadas por Naciones Unidas. Colombia firmó hace tres semanas un nuevo programa de cooperación con Estados Unidos para cinco años. Una hoja de ruta hasta 2023. Una ayuda anual de 400 millones de dólares. El país, en la mente de la administración Trump tiene un puesto privilegiado. Hay una gran cooperación bipartidista. Ellos tienen mucho qué decir porque son los primeros consumidores en el mundo y nosotros también, por ser los primeros productores".
Destacó que Colombia tiene la brigada de desminado más grande del mundo: 5 mil funcionando y 5 mil en proceso. "Entre el 2021 y 2022 habrá un país sin alerta de minas".
El ministro Villegas habló de las negociaciones con el Eln. Manifestó que esa guerrilla tiene actos históricos, así sean pequeños, que van en contra de la tradición de muchos años.
"Primero, decretar un cese al fuego unilateral repetido después, y luego acatar uno bilateral, por primera vez. Si bien sirvió, no fue suficiente y su verificación fue difícil. Al terminar, el Eln borró con el codo lo que escribió con la mano, mostrando un poder que hoy no posee. Esa guerrilla tiene que llegar a un momento donde sepa, estructuralmente, que la lucha armada dejó de existir. Un cese al fuego comprobable es de mejor calidad, uno que contemple cese de hostilidades. Eso es lo que se discute en este momento. Bordeamos las 300 neutralizaciones este año".
Luis Carlos Villegas, ministro de Defensa, explicó que cuando era embajador en Washington le preguntaron qué opinaba de la extradición de las Farc y que dijo que le parecía que era un instrumento que ayudaría al cumplimiento de los acuerdos.
"El tiempo me ha dado la razón. Las reglas de juego eran esas que se están aplicando. Los delitos asociados con el conflicto, hasta el día que se firme, tienen un tratamiento especial. Los cometidos con posterioridad van a la justicia ordinaria, después de que se compruebe que la fecha es correcta, sin excluir la extradición. Eso es lo que se está aplicando. Esto que pasó con alias Santrich es el episodio más duro del proceso, pero si tiene un buen suceso judicial puede ser también el gran legitimador de la paz".
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