José Humberto López López, de 66 años, era maestro de obra, nació en Aguadas y hace 10 años vivía en El Remanso, de la comuna Villasantana (Pereira).

Una discusión que tuvo con otro adulto mayor le costó la vida. Murió en la clínica Comfamiliar de Pereira, luego de recibir un impacto de arma de fuego. La Policía detuvo al presunto agresor, um hombre de 72 años. Un juez le dio detención domiciliaria.

Mauricio, hijo del caldense, fue la primera persona en enterarse de lo ocurrido, a las 6:30 de la tarde del sábado. Recogió a su papá, que tomaba en la casa y juntos salieron en el carro. José Humberto tenía la intención de seguir disfrutando, así que se bajó a pocas cuadras de la vivienda y justo cuando el hijo iba a parquear el vehículo escuchó un disparo.

Su intuición lo llevó a pensar que algo malo le habría podido pasar al papá, así que se devolvió y, en efecto, lo vio tirado en una cuneta. También observó al hoy capturado, quien tenía el arma en la mano y pretendía ocultarla. Lo encuelló y se la quitó.

Sin embargo, para Mauricio la prioridad era salvarle la vida a su padre, tomó el carro y lo llevó a la clínica Comfamiliar, donde falleció a los 10 minutos de ingresar.

No oye

Debido a su avanzada edad, el detenido tiene problemas de audición, lo que fue un obstáculo para el desarrollo de la audiencia. El fiscal narró que entre los dos hombres se produjo una riña y por eso uno sacó un arma de fuego.

Al parecer, el problema no fue grave, pero sí la reacción del detenido. Se espera que en algún momento el adulto mayor revele qué lo motivó a disparar.

El representante de la Fiscalía, en su argumentación para solicitar una medida de aseguramiento, indicó que es de suma gravedad afectar la vida de una persona y aunque se trata de un anciano, no se puede justificar que le quite la vida a un ser humano.

Por su parte, el abogado defensor indicó que no hubo un hecho de intolerancia, fue por una discusión, su cliente no buscó a José Humberto, este tomaba, se encontraron y luego se desató una pelea.

 Domiciliaria

El juez tuvo en cuenta la edad del imputado, pues a personas mayores de 65 años se les concede el beneficio de la detención domiciliaria. Sumado a esto consideró que el problema de audición le haría muy tortuosa la vida en un centro carcelario. Le dio casa por cárcel mientras avanza el proceso.

*Cortesía Q'HUBO Pereira.