LA PATRIA | Manizales
Hace 20 meses, José Nicolas Pescador Morales, agricultor de 59 años, se le atravesó a una menor, de 11, en el camino que pasa por la vereda El Salado, de Riosucio. La adolescente salió de la institución educativa María Fabiola Largo y debía cruzar obligatoriamente por ese sector.
Pescador Morales aprovechó la soledad de la zona, la cogió de un brazo y tras querer ingresarla a la casa comenzó a manosearle los senos, por debajo de la blusa. La jovencita logró zafársele, huyó con destino a su colegio nuevamente, donde le informó lo sucedido a la psicorientadora, quien apenas optó por enviarla a casa acompañada de otra estudiante y llamar a su progenitora para contarle lo sucedido.
A José Nicolás lo procesaron por actos sexuales abusivos con menor de 14 años. No aceptó cargos en la imputación y tampoco lo mandaron para la cárcel. El juicio oral se cumplió en dos sesiones del 4 de agosto y 2 de septiembre. Se emitió sentido de fallo condenatorio, con inmediata orden de privación de libertad. Le dieron 9 años de cárcel.
Relato
La menor relató que el sujeto le ofreció dinero para no decir nada, llegó a la casa muy asustada, llorando, nerviosa e indicó que se sentía muy mal por lo sucedido. Regularmente pasaba por ahí con el hermano, pero ese día a él le tocó quedarse en la institución.
La defensa del señalado expresó que se habló de un tal Colacho como la persona que manoseó a la menor, pero no se conoce si se refería a su cliente, pues la mamá de la víctima no sabía ni siquiera quién era José Nicolás y la menor en audiencia señaló a Colacho como el agresor sexual. “Nunca dijo que fuera el acusado presente en la audiencia, amén de que la Fiscalía tampoco corroboró esa situación con un reconocimiento fotográfico para eliminar esa duda”.
El juez concluyó que la capacidad memorativa y narrativa de la menor no permiten vacilar de su señalamiento.
Se expresó que la conexión entre José Nicolás y Colacho resulta incuestionable, pues entre la comunidad y el colegio, como lo aceptó la víctima en su testimonio, era conocido como tal, no apodado así. “La menor explicó que sus compañeritos también le llamaban Colacho y así supo o llegó al conocimiento del dato, sin saber su verdadero nombre”.
R. Preocupado
“No deja de preocupar enormemente la conducta omisiva, indolente y poco profesional de la psicorientadora de la Institución Educativa María Fabiola Larga, de la vereda El Salado, después de conocer de labios de la víctima el atentado sexual al que fue sometida a escasos metros de su sitio de trabajo, sin inquietarse, para nada, en activar el código fucsia en pro de los derechos y garantías de la menor estudiante.
“Pero ella apenas hizo una llamada telefónica a la progenitora y con la compañía de otra niña remitió a la afectada a su residencia, sin convocar a la autoridad policiva, sin gestionar lo propio para una posible captura en situación de flagrancia”, expresó el Juzgado.
Por tal motivo, el juez compulsó copias ante la Secretaría de Educación de Caldas para que se tomen los correctivos a que haya lugar.
La sentencia fue apelada.
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