Turno de los testigos en caso de abogado Juan Carlos Martínez, asesinado en 2017

LA PATRIA | MANIZALES

A las 9:00 de la mañana de ayer empezó el juicio oral por el asesinato, en la madrugada del 19 de noviembre del 2017, dentro de un prostíbulo de la Avenida Centenario, del abogado Juan Carlos Martínez Botero.

El jurista departía con una mujer y consumía licor, según las investigaciones. De un momento a otro se formó una pelea en la que mataron a Martínez Botero, de 40 años, de dos puñaladas en la espalda y en el pecho. Un hombre, conocido como Zapatón y trabajador del lugar, también resultó herido. Por este caso hay un capturado, el DJ del establecimiento en el momento del suceso.

La Fiscalía citó a algunos testigos para demostrar la presunta culpabilidad del hoy capturado. El primer testigo fue Zapatón. Relató: "El abogado llegó a eso de la 1:00 a.m. al lugar con una muchacha conocida como Cándida y se pararon enseguida de la barra, ella saludó a la administradora y después se sentaron en las mesas que quedan en ese lugar".

Recordó que la pareja se paró y se fue, pero llegó de nuevo a las 2:30 de la madrugada. Bebían aguardiente de una botella. Anotó que momentos después los vio discutir y le preguntó a la mujer que si todo estaba bien. "Martínez me respondió: ¿Y a usted qué le importa?".

El abogado se le abalanzó y lo hirió en el tórax, por lo que tuvo que acudir a Santa Sofía por atención médica. Zapatón mencionó que el profesional quedó vivo en el lugar, junto a alias Hoover, quien se habría metido en la pelea.

Otro testigo, un perito, no presenció los hechos, pero fue el encargado hacer el levantamiento topográfico y de recoger testimonios. Con las imágenes de los análisis, proyectadas ayer en la pared, respondió las inquietudes de las partes y reconstruyó el antes, durante y después del asesinato. La conclusión del testigo fue que el hoy capturado fue el responsable del homicidio, pues fue el único que quedó en el lugar cuando Martínez Botero aún estaba vivo, según las declaraciones que recogió.

No obstante, la Procuraduría y la defensa del acusado presentaron objeciones a las pruebas, ya que se basaron en probabilidades, no en certezas.

Después, durante el contra interrogatorio, el abogado defensor logró que esas pruebas no fueran tenidas en cuenta por el juez. Al cierre de esta edición continuaba el juicio.